El eje temático
del mes es sexo y erotismo,
ante lo cual arrancamos
con un reportaje hecho a
un especialista del tema...
Logramos dar con el doctor
Ricardo Casco,
médico dermatólogo,
urólogo y venereólogo
Sexo humano:
un placer divino
Como nota
introductoria al erotismo,
o más bien a la sexualidad,
decidimos buscar un profesional
en el tema. Concretamente
a un sexólogo. Nos
cansamos buscando en diarios
donde publicitan “sexólogas”
dulces y con atractivas
promesas, pero sin bagaje
intelectual, ni título
académico y además
queríamos alguien
que ilustre la sexualidad
como un lenguaje más
y no como otra mercancía.
Conseguimos contactarnos
con el doctor Ricardo Casco,
médico dermatólogo,
urólogo y venereólogo
que como tal trabaja continuamente
el tema de la sexualidad.
Nos atendió en el
Hospital de Clínicas,
aunque también atiende
en OSPESA, Guardia Vieja
4244, y en su consultorio
privado.
¿El
sadomasoquismo es una perversión?
Depende de donde se lo mire.
El sadomasoquismo es una
modalidad de vida. Es como
decir que una apetencia
sexual puede llegar a ser
una perversión. Desde
ese punto de vista el sadomasoquismo
no es una perversión,
ni tampoco lo es el tener
relaciones sexuales con
alguien del mismo sexo.
Son distintas formas de
encarar la sexualidad.
¿Hoy
hay más sexo no tradicional
o es que hoy simplemente
se exhibe más la
homosexualidad y demás
orientaciones alternativas?
Creo que hay más
apertura, se habla más.
Ante lo “tradicional”
siempre existieron formas
diferentes. Lo que pasa
es que antes estaba mucho
más tapado. La sociedad
no lo comentaba. El hecho
de tener relaciones sexuales
con el mismo sexo o distintas
maneras de ejercerlo no
es privativo de la actualidad.
Lo que hay actualmente es
una mayor apertura y mayor
difusión de estas
formas.
¿Travestis
habría, pero transexuales...?
Evidentemente las operaciones
y cierto tipo de cirugías
son mucho más de
los últimos años.
No es que antes no hubiera.
Antes no había una
forma de hacer una vagina
pero estaban los castrados,
la gente que se castraba
-se siguen haciendo- o porque
era una forma de vida religiosa,
o para poder llegar a tener
en el medioevo una voz especial
como los castrati que cantaban
con una voz mucho más
aflautada.
O en los harenes los eunucos...
¿Pero con
las siliconas?
Cuando a alguien se lo frena
en su libre albedrío
puede ser que tenga un mayor
desborde al hacer cosas.
Se puede aplicar la metáfora
del resorte; salta y salta
en forma desmedida hasta
que se empieza a nivelar.
Hay dos tipos de siliconas.
Uno se puede hacer poner
siliconas científicamente
que puede tener problemas
pero están mucho
más controladas que
las siliconas industriales
que utiliza gente de más
bajos recursos económicos.
Ambas son para poder llegar
a tener mayores “encantos”
en ciertos lugares. En la
industrial se utilizan por
ejemplo aceite de auto o
aceite siliconado que lo
inyectan no profesionales.
Es común que se lo
coloque alguien que ya tiene,
por ejemplo, entre travestis,
muchas veces, se inyectan
las siliconas entre ellos,
con todo el riesgo que eso
puede causar. Una prótesis
normal viene encapsulada
para quedar en un lugar,
una inyección de
aceite de alto peso molecular
se encapsula, pero con el
tiempo se puede comenzar
a deslizar.
Incluso
otros elementos como el
piercing pueden llegar a
provocar rechazo por parte
del cuerpo.
Esto es
o una libertad mal entendida,
o una sexualidad diferente
o una forma de enfrentar
a la sociedad.
¿Cómo
entiende la siguiente frase
(de una publicidad de un
programa televisivo)? “Ellos
no saben si existe la amistad
entre el hombre y la mujer.
Por eso ellos siempre usan
preservativo.” ¿”Ellos”
son los hombres?
La frase viene del inglés,
sería they...
Hay una frase machista que
dice “no existe amistad
entre el hombre y la mujer
porque todo hombre siempre
quiere tener una relación
sexual con la mujer que
tiene delante”. Yo
no creo que sea tan así,
porque uno puede tener muchas
amigas sin ese feeling sexual
que se puede llegar a tener.
Y respecto del uso de preservativo,
no siempre se usan. De todos
mis pacientes, la mitad
no usa y tiene relaciones
con gente conocida y con
gente desconocida. Hay que
ver para qué está
hecha la frase. Tal vez
sea para motivar el uso
de preservativos y en ese
caso diría que uno
debe protegerse incluso
de un amigo/a.
¿Soy promiscuo por
tener más de una
pareja? Mientras tu pareja
te permita, uno puede hacer
en la relación sexual
con la pareja lo que uno
quiera y fantasíe.
A las fantasías sexuales
uno tiene que darles libre
rienda.
Uno
puede excitarse con la fantasía,
un canal porno, con fotografías
o con ver el cuerpo de su
pareja o su propio cuerpo.
Uno tendría que tener
la libertad de pensar que
uno es libre y que tiene
que ejercer la sexualidad
que más le plazca.
Mientras
el otro lo permita, usen
los aparatos que quieran,
péguense como quieran,
cada uno tiene sus formas.
Si te ratoneás con
una mina que viste, con
un tipo o con lo que sea,
ratoneáte. Cuando
uno tiene un super-yo muy
grande y reprime lo que
realmente siente empiezan
a aparecer cuestiones de
disfunciones sexuales. Tanto
en hombres como en mujeres.
El hombre porque tiene mala
erección y la mujer
porque no llega al orgasmo.
Y al orgasmo de la mujer
se puede llegar si uno conoce
a la mujer y primero y principal,
si la mujer se conoce a
sí misma y sabe exactamente
donde están sus puntos
“G”. Hay mujeres
que han muerto sin disfrutar
de un orgasmo porque se
han prohibido tocarse, se
han prohibido masturbarse.
Y cada uno puede tocarse
y masturbarse el tiempo
que quiera y cuando quiera
y como quiera. Si vos tenés
una pareja y tenés
ganas de masturbarte te
encerrás en el baño
o delante de ella, si lo
acepta.
Hubo
una época bastante
libre, especialmente en
EE.UU. o en Europa por los
años ´60/´70.
Luego vinieron los ´80
y ´90 con represión
y SIDA, y ahora es como
que nos preguntamos si hay
un rebrote de aquella libertad
sexual.
Vos lo
dijiste. Antes de los descubrimientos
de las enfermedades de transmisión
sexual la gente no tenía
preservativos. Los primeros
preservativos que se usaron
fueron de intestino. Con
la penicilina las infecciones
comenzaron a bajar. En los
sesenta aparece la pastilla
anticonceptiva que fue el
grito de libertad femenina,
era ella la que podía
llegar a manejar la cuestión
sexual. Aparece un movimiento
de paz y amor, la gente
mantenía relaciones
sexuales sin preservativos.
Todo el mundo tenía
relaciones sexuales con
todo el mundo. Las enfermedades
comenzaron a aumentar pero
la sexualidad estaba en
su apogeo. Cuando aparece
el SIDA -comienzos de los
ochenta- empieza a bajar,
porque sexo con desconocido
era igual a muerte. Eso
fue al menos de la mitad
de los ochenta hasta la
mitad de los noventa. Cuando
empieza a haber cierto tipo
de medicación para
el SIDA empieza también
a haber cada vez más
libertad sexual nuevamente.
Hoy es así. La gente
comienza a pensar que no
se va a morir de HIV porque
tiene tratamientos -y tal
vez no desarrollés
el SIDA- con lo cual está
habiendo una libertad sexual
como antes de los ochenta.
Lo que
no nos persiguieron los
milicos en la dictadura
nos persiguió la
enfermedad del HIV después.
Entonces recién ahora
hay un destape. Hoy es una
de las sociedades más
permisivas. EE.UU. sólo
es permisivo en las costas,
en el centro son cuadrados.
En Europa son abiertos en
las grandes ciudades. Acá
en todos lados. El hecho
de ir a vivir juntos sin
casarse hoy es muy nuestro.
Tengo pacientes
adolescentes en pareja que
vienen con sus padres. El
problema no es si están
juntos y tienen relaciones
sexuales. El problema es
si se contagian o no.
¿El
preservativo previene el
SIDA y otras venéreas?
¿Y la boca...?
Todas las enfermedades como
HIV se contagian por boca.
No el beso en sí,
salvo que haya una gran
lesión en la boca.
Uno tiene mayor probabilidad
de contagio con penetración.
¿Es
más fácil
que la mujer se contagie?
La posibilidad de contagiarse
está en los dos por
igual. El preservativo tampoco
es 100% seguro. Es una ayuda
importante. Hay que ver
cómo se usa, cuándo
se pone y qué es
lo que se hace antes de
colocarse el preservativo.
Si no evidentemente no sirve.
También es importante
la capacidad sexual de cada
ser humano. No es lo mismo
el uso del preservativo
en alguien que tiene una
buena erección que
en alguien que no. Con una
buena erección posiblemente
no se rompa. Es importante
si el que lleva preservativo
tiene dos preservativos.
Y es importante la amistad
con la pareja: ¿tengo
la suficiente capacidad
como para decirle no tenemos
más relaciones porque
el único preservativo
que teníamos se rompió?
o “¿esperamos
a la próxima?”
o “¿voy a comprar
y vengo?”. Pasa mucho
con los adolescentes. La
sexualidad está en
su apogeo alrededor de los
diecisiete años.
Se puede mantener o puede
bajar. A los diecisiete
tengo una erección,
eyaculo y al ratito nomás
puedo tener otra y volver
a eyacular. Eso es el período
reflactario. Cuando uno
es mayor posiblemente uno
no pueda volver a tener
otra, incluso en todo ese
día. Si al adolescente
no le enseño cómo
usar las cosas posiblemente
llevará un solo preservativo.
Rafael Sabini
Revista El Abasto n°
51, noviembre 2003.