Historia de
la frase:
“Al buen callar llaman
Sancho”
La frase, que
figura en El Quijote, no se refiere a Sancho
Panza como podía suponerse, sino
a Sancho II, llamado el Fuerte, quien fue
rey de Castilla y de León de 1065
a 1072. En la novela de Cervantes, quien
previene que “al buen callar llaman
Sancho” es el propio escudero, que
así se llama a silencio después
de haber ensartado uno tras otro a un montón
de refranes. Don Quijote le aclara entonces:
“Ese Sancho no eres tú, porque
no sólo no eres de buen callar, sino
de mal hablar y de mal porfiar”. Según
el Romance del Rey don Sancho, el célebre
silencio que dio origen al dicho se produjo
cuando el rey Fernando el Grande repartió
el reino entre sus tres hijos varones, entre
quienes figuraba el futuro Sancho II. Pero
con una salvedad: la ciudad de Zamora debía
ir a manos de Urraca, la única hija
mujer. “Amén, amén,
dicen todos / menos don Sancho que calla”,
relata el romance. Pero, con ese mutismo,
lo que está rumiando Sancho es despojar
a su hermana. Cinco siglos después,
la frase pasó a ser un elogio de
la discreción. Esa oratoria del silencio.
Esa elocuencia de labios pegados.
Héctor
Zimmerman
de Tres mil historias de frases
y palabras que decimos a cada rato,
Editorial Aguilar, Buenos Aires, 1999.
Revista El
Abasto, n° 109, mayo, 2009.