El show debe continuar…
Nuestras vidas transcurren
de escenas en escenas. Es decir, si bien
es todo un continuado, podemos ir separando
nuestras vidas en capítulos, como
si fueran diferentes escenas de una obra
de teatro. Podríamos poner como escena
número 1, nuestro nacimiento, y así
sucesivamente ir pasando por varios capítulos,
como “Primer Grado”, “El
Gran amor”, “Primer trabajo”,
“Formando una familia”, etc.,
etc., etc. Incluso, “Llegando al tango”.
Y entre medio de
todas esas escenas, algunos intermedios
que podríamos titular como “el
show debe continuar”, intermedios
que se podrían dar por pérdidas
a lo largo de nuestras vidas.
El barrio también
tiene sus diferentes escenas, entre ellas
“La llegada de Don Almagro”,
“El Mercado de Abasto”, “El
primer tango de Gardel”, “El
Bronx porteño”, y otros tantos
más. Si quisieras representar la
historia del barrio en una obra de teatro,
tendríamos que hacer un ciclo teatral
de meses de duración. Hay miles de
anécdotas y pequeñas historias
que contar.
Tendríamos
pequeños intervalos como “El
cierre del mercado”, “El ultimo
canto del zorzal”, o las despedidas
de grandes artistas. Por suerte, el show
siempre continuó y volvieron a aparecer
nuevas estrellas, el mercado revivió
con el shopping, y los teatros under del
barrio reforzaron su cartelera. No sólo
eso, sino que nuevos teatros aparecieron,
y una vida cultural de suma efervescencia
se vive día a día en los alrededores
del Abasto.
Me resulta positivo
llevar nuestra vida al teatro, tal vez como
una gran obra tragicómica, y que
en cada final que se nos cruce siempre tengamos
presente que el show debe continuar…
Catalina Cabana
[email protected]
El Abasto n°113, septiembre
de 2009