Nuevo año…
Otro balance… más deseos…
¡Otra vez diciembre!
¿Será que cada año
que envejecemos el tiempo nos pasa más
rápido? De repente, otra vez es mi
cumpleaños, otra vez se termina otro
año, otra vez estamos de golpe armando
el arbolito.
Y entonces, llega
esta época, en la que nos sentamos
a pensar qué tal estuvo este año
que se nos pasó.. Enumeramos las
cosas buenas, sonreímos, se nos pianta
un lagrimón, y pensamos en las pálidas
con el deseo de que se pasen pronto o felices
de que hayan quedado atrás.
Yo me acuerdo cuando
era chica, y en el colegio me pedían
que escriba la composición titulada
“Como me imagino el año 2000”.
Todos escribíamos sobre autos voladores
y robots operarios, pero nos encontramos
ingresando en una nueva década de
este siglo XXI y los autos solo vuelan por
los choques, y los robots son meramente
humanos que van fríos por la vida
sin mirar a su alrededor. Para variar, el
tango tenía razón y el mundo
anda con su indiferencia a la orden del
día.
Mis tres deseos
para esta nueva década son que miremos
a nuestros lados, que nos preocupemos por
lo que encontremos al mirar, y que, por
mas chiquito que sea, aportemos nuestro
granito de arena para lograr un lugar mejor.
¡Feliz año a todos los vecinos
y nos vemos el año que viene! ¡Ah!
Por las dudas… no se olviden de comer
las 12 pasas de uva a las 12 de la noche,
dicen que da suerte. Las brujas no existen…
pero que las hay las hay, ¿no?
Catalina Cabana
[email protected]
Revista El Abasto, n° 116, diciembre,
2009.