Entrevista a Alejandro
Viola, director de la compañía
de teatro Los Amados
“El actor necesita
tener conocimientos que vayan más
allá de los textos teatrales”
Nos encontramos con el director de la compañía
de teatro Los Amados, Alejandro Viola. Este
vecino de Barracas transitó escenarios
a lo largo y a lo ancho de la ciudad. Desde
el teatro under y el café concert
logró hacer de su grupo un éxito
que lleva 20 años de vigencia. En
esta charla repasamos sus primeros años
y nos da su opinión sobre qué
es ser actor.
En un restaurante
frente al shopping Abasto nos espera Viola.
Al instante comienza un diálogo fluido
que nos llevará por distintas perspectivas
del teatro y la ciudad. Mientras se muestra
satisfecho por su último trabajo
con la compañía Los Amados,
Karabali, ensueño Lecuona (ver web),
comienza el repaso por su carrera.
Under porteño
Mi viejo era cantor lírico, no profesional.
En casa se escuchaban tenores, ópera.
Alguna vez se imaginó que lo podía
acompañar con la guitarra, pero al
tiempo me di cuenta que no iba conmigo.
Nunca me imaginé como cantante, sí
como actor. Cuando yo tenía 16 años
comencé a estudiar teatro. Era el
momento de la dictadura, el ámbito
era “under” porque no quedaba
otra, era una forma de resistir. Más
tarde pasó a llamar se off o no comercial.
Pero en ese momento era estar en peligro
siempre. Estudiaba en San Telmo en un café
concert. Cuando veíamos que frenaba
un patrullero nos daba una sensación
terrible. Eran lugares peligrosos. Mis compañeros
me hablaban del proceso, yo era el más
chico. Allí escuché por primera
vez el tema de los desaparecidos. Eso era
under porteño en esa época.
Entraba a estudiar a las
11 de la noche, cuando salía de la
secundaria a las 10. Volvía a mi
casa en Lanús a las 5 de la mañana.
Era un sentimiento incontrolable lo que
me pasaba con el teatro, no lo podía
evitar. Me dio mucha satisfacción.
Los Amados
Cuando terminé la secundaria comencé
la carrera de Licenciatura en Comunicación
con orientación en publicidad, en
la universidad de Lomas. En ese tiempo trabajaba
en una agencia de publicidad con amigos,
teníamos un hambre voraz de cultura.
Íbamos a todos lados a ver muestras
y eventos. Junto a ellos comencé
Los Amados. Explotamos a fines de los ochentas
el género tropical de una manera
única hasta entonces. Lo hacíamos
desde un ámbito off, under, eso provocó
un primer golpe y un buen arranque. Empezamos
a tocar en lugares donde antes íbamos
de espectadores. Recuerdo ver a actores
como Batato, Humberto Tortonesse. Fue por
una vía natural ese proceso. Ese
primer acercamiento podía haber quedado
sólo en un número. Sin embargo
las cosas siguieron adelante. Esto me daba
la posibilidad de aplicar todos mis conocimientos:
actuación y comunicación.
Presentaciones en
la ciudad
Haber actuado en Cemento, San Telmo, ni
bien arrancábamos con la compañía
fue como hacer un Obras. Omar Chabán,
el dueño en ese tiempo, nos dijo
que era “raro” lo que hacíamos.
Por eso nos puso como teloneros de Los twist
y Los auténticos decadentes. Era
la segunda vez que subíamos a un
escenario.
Un tiempo después, hubo momentos
intermedios entre lo off y lo más
masivo. Pasamos de salas chicas al café
concert, como el Club del Vino, que estaba
en Palermo. A medida que crecía el
público atravesamos distintas salas,
como en la del Teatro Maipo, el Rojas, el
Margarita Xirgú, entre otros. En
algunos espectáculos tuvimos que
usar lugares más grandes. Aunque
podemos volver, cada espectáculo
se piensa en función de la sala.
También no descartamos hacer espectáculos
en lugares como los teatros del Abasto.
Amor
Además de la puesta en escena, Los
Amados hacemos una investigación
de los sentimientos. Buscamos hablar de
los sentimientos, que a veces no se da porque
hay pudor. Es muy difícil, nos instan
a hablar de cosas que no deberíamos
debatir todo el tiempo. Cuando nos pasa
esto “emocional” del amor hace
que empiece a nacer el entusiasmo, nos ponemos
“amados”, pensamos cómo
vamos a conquistar. Aunque estemos inseguros,
vamos igual al encuentro de esa persona.
El amor saca lo mejor de uno. Hay algo de
este sentimiento que es incontrolable, está
bueno. Este pensamiento es el que planteo
en los espectáculos y la gente se
ríe con complicidad y disfruta de
esta perspectiva sobre el amor.
Vocación de artista
Sigo creyendo en que la
cultura tiene una función social,
no siempre está relacionada con lo
comercial. Participar en eventos solidarios,
donar la recaudación, son ejemplos.
Estuvimos en Italia para una función
a beneficio, sacamos plata de la gira de
estábamos haciendo en España
para ir. Ese hecho fue uno de los objetivos
que yo tenía ¿Para qué
sirve el arte? Con mi trabajo como artista
me di cuenta que uno puede ayudar.
Consejo a jóenes
Alguien que quiere ser actor necesita una
formación social, eso está
en otras profesiones. Relaciones Públicas,
Artes, Letras… la clase de teatro
no lo es todo. Un actor necesita tener un
abanico de conocimientos que van más
allá de los textos teatrales. Eso
le va a dar una personalidad en la profesión
para entender qué es el arte, para
qué se hace. Se necesita una comprensión
de la vida, de lo que pasa en el mundo.
Hay que leer, distinguir, analizar textos,
diarios, para luego poder analizar obras.
Se trata de una enseñanza de vida.
Es fundamental desarrollarse como artista
y persona.
Juan Manuel Castro
[email protected]
Nota vinculada: Los
Amados.