Los “chupasangre”
Hace muchos años,
en mi lejana niñez, ví una
película, Drácula, que me
impresionó. Durante mucho tiempo
la historia de un vampiro que seducía
a su víctima para chuparle la sangre
me produjo más de una sobresalto,
sobre todo por las noches. Después
otras películas: La momia, El hombre
lobo, Frankenstein, me fueron dando gradualmente
la convicción de que todo era simple
ficción “made in Hollywood”.
Pero a la vuelta de los años
me vengo a enterar que los chupasangres
están vivos y gozan de buena salud.
A continuación, una lista de estos
personajes y sus diversas actividades, que
desempeñan con eficacia, dinamismo
y tesón: los propietarios que aprovechando
el contrato vencido le aumentan el 100%
a los inquilinos. Profesionales de la salud
que exigen, para una simple consulta, $300.
Abogados que se quedan con la parte del
león en un juicio entablado por un
laburante. Comerciantes que remarcan continuamente
la mercadería “por las dudas”.
Y por último, el más siniestro
“chupasangre”, el que adultera
los medicamentos, poniendo en peligro la
vida de los pacientes.
P.C.
Revista El Abasto, n°
119, abril 2010.