Entrevista a un bloguero
que se ha especializado en monumentos a
Gardel
“Siento el reconocimiento
que
Gardel merece en cada estatua”
“Bien cerca del Abasto”, así
se siente Alberto Rasore desde su barrio
de Palermo. Nada acerca mejor que la distancia
para este investigador. Su blog (www.gardelysusmonumentos.blogspot.com)
sorprende a sus lectores con inmortales
homenajes al Zorzal Criollo.
Desde su Buenos Aires
querido, con escala en Nueva York, hasta
llegar a recónditos lugares como
Escocia, la figura del vecino más
famoso del Abasto llegó a todo el
mundo de la mano de escultores que levantaron
estatuas con la sonrisa de Gardel. Alberto,
entre anécdotas y sensaciones, rescata
imágenes de estas maravillas para
compartirlas con sus seguidores de la web.
¿Cuál es su intención
con el blog sobre los monumentos?
El encabezamiento del blog es la
idea: es realmente impresionante la cantidad
de monumentos que han sido dedicados al
máximo cantor de todos los tiempos.
De ahí que la idea del presente blog
es tratar de ir recorriendo los mismos,
diseminados por diversas ciudades del mundo,
con la intención de agrupar en un
sitio en Internet, los monumentos erigidos
y los que se seguirán realizando
en memoria del máximo cantor de todos
los tiempos. Son varios los monumentos que
han desaparecido, ya sea por vandalismo,
robo, o por exposición temporaria,
entre otros motivos, y que nos quede al
menos alguna imagen de que en determinado
lugar Gardel tuvo su merecido homenaje.
¿Qué
le despierta la figura de Gardel?
¡Qué no despierta
Gardel! Quién puede ignorar que pasados
los setenta y cinco años de su desaparición
física, sigue siendo quien cada día
canta mejor. Gardel despierta todo. Escuchar
sus grabaciones, ver sus películas,
leer su correspondencia, recordar sus otras
facetas como compositor, actor, como hijo,
amigo, cuando colmaba los teatros y salía
a cantar gratis para que todos los que quedaban
afuera pudieran escucharlo ¿Cómo
se le llama al que se destaca, sino diciendo
"fulano es Gardel"?
¿Cómo hace la búsqueda
de imágenes? ¿Tiene colegas
en otras partes que se dedican a lo mismo?
De algunos monumentos conseguí
imágenes en libros o revistas. Gran
parte de los monumentos están en
Internet, no siempre mencionados expresamente,
sino indirectamente a través de alguna
noticia vinculada. Ahí comienza lo
más difícil, la búsqueda
de más información, navegar
por Internet, comparar fotos del monumento
con cientos de otras fotos para ubicar el
lugar y de ser posible obtener la imagen
para poder realizar una entrada en el blog.
Trabajo solo, no conozco
a nadie que se dedique al tema. Sí
tengo amigos y lectores del blog que me
acercan información. Conocen mi afición
por el tema y ni bien se enteran de algo
me avisan.
¿Tiene alguna
anécdota sobre cómo consiguió
los datos de alguna estatua?
El 11 de diciembre de 2008 iba
a tomar el subte "D" en la estación
"Congreso de Tucumán" y
veo con mi hija una serie de bustos empotrados
en las paredes detrás de las vías,
es decir visibles cuando no está
la formación. Recorrimos los dos
andenes y encontramos un precioso busto
de Gardel. Mi hija sacó fotos con
su celular, luego nos subimos al tren y
por la ventanilla siguió sacando
más fotos. Las
sorpresas fueron dos, primero el regalo
que me hizo Gardel de poder encontrarlo
en el día de su cumpleaños
118, y que el autor del busto fuera ni más
ni menos que Juan Carlos Ferraro, quien
después de Manuel de Llano, ha sido
el mejor escultor de Gardel.
¿Por qué
en varios puntos del mundo se recuerda a
través de monumentos al cantante
de tango?
Básicamente por su voz excepcional.
El timbre de su voz era y es lo que elige
el público para admirarlo, aunque
no lo hayan visto nunca o no cante en su
idioma. Sus grabaciones se difundían
y se siguen difundiendo en todos los continentes.
¿Qué
sintió la primera vez que vio una
estatua en un país impensado?
Lo mismo que siento cuando veo
una estatua en su Buenos Aires querido,
o en cualquier provincia de nuestro territorio,
o cualquier país impensado como Perú,
Estados Unidos o Escocia, por ejemplo. Siento
el reconocimiento que Gardel merece y la
iniciativa privada de los que tomaron la
decisión de construir un monumento
a Gardel, con todo el esfuerzo económico
que significa, pues son muy escasos lamentablemente
las iniciativas oficiales. Uno ve cuanto
amor hay por Gardel de parte de los mentores
de cada monumento a su memoria.
¿Cambió
su forma de ver al cantante luego de investigar
acerca de los monumentos?
Gardel fue Gardel en vida. No es
un mito sino una realidad, y los monumentos
reflejan de alguna manera su recuerdo siempre
vigente.
¿Cuál
es para usted el monumento mas logrado que
se le ha hecho a Gardel?
El "Bronce que Sonríe"
en el mausoleo de La Chacarita. Obra del
injustamente olvidado escultor Manuel de
Llano.
¿Qué
piensa de la estatua de Gardel que esta
en el barrio de Abasto (en Anchorena y el
pasaje) que para muchos vecinos y especialistas
no tiene nada que ver con la fisonomía
del cantor?
Le contesto con una viñeta que publicaron
ustedes [de PC y que volvemos a publicar]
y con un par de anécdotas. Mi nieta
desde los dos años reconoce a "Gardel",
y así lo llama cuando ve una foto,
una revista, una imagen en la computadora
o donde aparezca. Cuando estamos por el
Abasto y la llevo a ver la estatua, no lo
reconoce. La otra fue con una parejita de
jóvenes turistas, peruano él
y brasileña ella. Me pidieron si
les podía sacar una foto con Gardel,
pero dudaban si realmente era él
quien estaba en el monumento.
Pagés fue un reconocido escultor
y trabajó mucho para realizar la
estatua, pero en mi modesta opinión
realizó un Gardel como él
quiso verlo y no como el que queríamos
ver.
Aparte de la figura
de Gardel, ¿qué le despierta
la zona donde vivió el Zorzal, el
Abasto?
El Abasto fue el barrio que eligió
para vivir con su madre. Él compró
en 1926 la casa de Jean Jaurès 735,
y allí quería estar cuando
regresaba de sus giras, y desde Nueva York
le escribía a su "querida viejita",
sobre sus sueños de estar juntos
en el Abasto.
Tal vez será por
el cariño que uno siente por el Zorzal
criollo, pero estar en el Abasto es sentir
la presencia de Gardel.
Juan Manuel Castro
[email protected]
Revista El Abasto, n°
123, agosto, 2010.