De cal y de arena
Pretender hacer un resumen
de todo lo acontecido en materia teatral
durante este 2010 que se va o, al menos,
de todo aquello que pude cubrir y/o de lo
que fui testigo o partícipe en estas
pocas líneas es casi imposible...
Pero, de todos modos, voy a tratar de esbozar
algo que se le parezca a ese intento como
una forma de balance, si se quiere, de todo
aquello que nos atravesó como teatristas
independientes durante este año.
El barrio se vio engalanado
con la inauguración de un par de
nuevas salas teatrales como lo son La Carpintería
y El Extranjero. Por otra parte, un espacio
ya “mítico”, dentro de
esta geografía barrial, como lo es
la Casona Cultural de Humahuaca abrió
sus puertas para ciertas experiencias teatrales.
Esto lo conozco muy bien ya que fui uno
de los que tuvo la suerte de poder trabajar
allí durante la segunda temporada
del unipersonal que vengo haciendo, Fuera
de juego; además, de presentarse
durante un par de funciones, en work in
progress, la obra Hasta reventar, de Paulo
San Martín y Galo Ontivero. Obviamente,
que esperamos, desde acá, que la
Casona de Humahuaca siga abierta a una mayor
cantidad de espectáculos en su programación
teatral para el año que viene.
Hasta acá todo
bien. Lo que sigue no es tan bueno y no
sorprende, mal que me pese, teniendo en
cuenta la existencia de la gestión
macrista en el Gobierno de la Ciudad. Al
respecto, es de lamentar, y profundamente,
que el departamento municipal Proteatro,
tan esencial para poder ayudar a distintos
emprendimientos teatrales con sus subsidios,
se haya quedado sin fondos, ya hace unos
largos meses atrás. Por consiguiente,
no más dinero para nadie. Pero, claro,
el Gobierno de la Ciudad se llena la boca
hablando de lo importante que es para Buenos
Aires la febril actividad de sus teatros
independientes. Claro, tanto, que un grupo
de salas se tuvieron que juntar para organizar
un evento por la preservación del
teatro independiente y así tratar
de contrarrestar la enorme cantidad de obstáculos
que les impone el Gobierno no dejándolos
así trabajar tranquilamente, ya que
en muchos de los casos no logran, ni siquiera,
conseguir las habilitaciones de sus espacios.
Y cabe consignar, que no son una o dos salas
las que se encuentran en esta situación,
sino varias; por ejemplo: El Teatro del
Perro, El Crisol; Club Cultural Matienzo;
El Pacha; Vera Vera Teatro; Elefante Club
de Teatro; Querida Elena Sencillas Artes,
El Brío, Ladran Sancho; Abracancha;
Espacio Polonia; Club de Teatro Defensores
de Bravard; Escalada; Casa Liguria; Machado,
Granate y Abre Teatro.
Y, por último,
entre otras virtudes de esta “maravillosa”
gestión de Mauricio, que es Macri,
la sala Alberdi del Centro Cultural General
San Martín se encuentra ocupada por
varios estudiantes que se encuentran allí
resistiendo al intento oficialista municipal
de entregarla en consignación a algún
privado que la maneje. Es decir, a privatizarla.
Por último, voy
a cerrar acá este “boletín”
esperando, sinceramente, que el año
que viene corran mejores vientos en el área
cultural que este 2010 que ya se nos está
llendo. Cruzo los dedos por ello.
Marcelo Saltal
[email protected]
Revista El Abasto, n° 127 , diciembre
2010.