Una mariconada gratuita
Es la impresión que recibo cada vez
que lo veo. No le encuentro razón
ni sentido a esa amanerada decoración
con lentejuelas que ostenta desde hace un
tiempo el insigne Abasto. Decoración
más apropiada para un teatro de revistas,
que para una única y notable construcción
que en 1937 obtuvo, por unanimidad del jurado,
el Premio Municipal de Edificios y Fachadas.
Una total falta de respeto
a los arquitectos que lo diseñaron,
a los que lo construyeron y a su historia.
El Abasto es el máximo
símbolo del barrio, preservarlo y
protegerlo es nuestra obligación.
¿¡O NO!?
P.C.
Revista El Abasto, n° 127 , diciembre
2010.