Entrevista a Oscar
Moscariello, Vicepresidente 1ero
de la Legislatura
Un vecino de Abasto como
jefe de Gobierno
Durante la luna de miel Mauricio Macri,
el Vicepresidente Primero de la Legislatura
porteña, Oscar Moscariello fue su
reemplazo, tal como establece la Constitución
de la Ciudad. “Este año la
actividad parlamentaria fue productiva para
Buenos Aires”, destaca este habitante
del Balvanera.
Declarado “admirador”
de la juventud tanguera del barrio, Moscariello
es oriundo de Arroyo Seco, Santa Fe, aunque
desde hace años vive en la ciudad.
Es licenciado en Ciencias Políticas
de la Universidad del Salvador y realizó
un Posgrado de Comunicación y Opinión
Pública en la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO). A su vez,
es un histórico militante del Partido
Demócrata Progresista. Desde 2007
integra las filas del PRO como diputado
de la ciudad. Entre sus proyectos, se destaca
la creación de la Comisión
de Homenaje a Carlos Gardel.
En la actualidad, cada
jueves preside las sesiones en el parlamento
de Perú 130. Este año le ha
tocado protagonizar desde la creación
de la Comisión Investigadora, los
debates por la ley de motochorros, e incluso,
varias sesiones sin quórum “por
cuestiones políticas”. Sin
embargo, Moscariello no se desanima y su
devolución: “El balance de
la actividad fue productivo”. Resume
el diputado del PRO: “Hemos sancionado
más de 240 leyes, más de 550
resoluciones y más de 600 declaraciones,
que tienen importancia por ser manifestaciones
de la Legislatura”. “Participamos
activamente con la vida de la sociedad porteña”,
analiza.
Por otra parte, enfatiza
varios aspectos que caracterizaron el 2010.
“Hay que tener en cuenta que este
año en el que tenemos una legislatura
con una renovación importante, cerca
de treinta diputados de sesenta, de los
cuales, veinticinco diputados no tenían
experiencia legislativa previa”, aclara.
“A pesar de eso y de la tensión
política, elaboramos una cantidad
importante de iniciativas que mejoraron
las normas e impactaran en el funcionamiento
del gobierno y de la sociedad”, confía
Moscariello.
Otro punto a destacar
es que se constituyó la Comisión
Investigadora para analizar la responsabilidad
del Jefe de Gobierno en el caso de las escuchas
ilegales. Para el Vicepresidente Primero,
este cuerpo integrado por legisladores ha
“perturbado” el ritmo cotidiano
de la labor parlamentaria, pero aún
así “se ha trabajado con intensidad
por la comunidad porteña”.
De cara a 2011, año
electoral, Moscariello reflexiona y afirma
que “hay un sinnúmero de leyes
que quedaron por tratar. Las más
preciadas son aquellas que tienen que ver
con la demanda más importante de
los vecinos que es la seguridad”,
asegura.
En este sentido, “queda
pendiente la reforma del código contravencional
por los cuida coches y los trapitos”.
Otro asunto del que se hablará en
2011 será el uso de “las armas
electrónicas o pistolas Taser de
la Policía Metropolitana”.
Adelantó que uno de los objetivos
principales será tratar la ley de
ADN: “Tiene consenso, ojala se vote
antes de fin de año”.
También, por ser
un año electoral “es importante
la reforma política a nivel local”,
si bien había un proyecto de la Legislatura
de crear una comisión especial donde
han participado especialistas de distintas
materias. Junto a la ley de partidos y el
voto electrónico, los temas “quedaron
truncos”.
A la hora de hablar de
su barrio, el diputado cambia el tono y
se distiende, tal como si de Perú
130 pasara a estar en Bustamante y Sarmiento.
Cabe destacar que en su rol de diputado,
promovió la creación de la
Comisión de Homenaje a Carlos Gardel.
Confiesa que el Sanata Bar le despertó
ganas de ir a las milongas: “Es una
asignatura pendiente, mi generación
se crió con los Beatles y dejamos
de escuchar tango, me llegó más
que nada a través de mis padres”.
“Soy mañanero del lugar, pero
a la noche veo a la juventud que disfruta
tanto de esta danza. Con mi mujer apreciamos
que tienen una onda más hippie o
rockera, da satisfacción verlos incursionar
en esta danza porteña”, añade.
Sobre su antigüedad
como vecino, Moscariello cuenta que vive
en el barrio desde 2006. “Desde que
me mudé me adapté a la zona
y a la gente del lugar, es muy tranquilo
vivir acá. Estoy muy satisfecho de
vivir en Abasto”, finaliza.
Juan Manuel Castro
Revista El Abasto, n° 127 , diciembre
2010.