Sin media naranja

El grupo Los Modernos es un dúo de teatro de humor aún no del todo conocido por estos lares pero no sucede lo mismo ni en Córdoba ni en España. Está formado por el uruguayo Pedro Paiva, quien es el autor de los libros, y por el muy carismático, hay que decirlo, actor cordobés Alejandro Orlando.
   Fo, el filoso es el segundo espectáculo que presentan en Buenos Aires. Nacieron como dúo en el año 2002 en la provincia de Córdoba donde les fue muy bien para luego arrasar con todos los premios en Madrid y Barcelona. Con estos avales conseguidos, retornaron y fue allí cuando comenzaron a ganarse el respeto del público y del medio en nuestro país.
   En esta obra dieron nacimiento a un primer pensador, el consabido Fo, que es el que le da el nombre al espectáculo. Y como ellos mismos reseñan “por afilado y hermoso” se ganó el mote de Fo, el filoso.
   Manejan una estética muy propia, vestidos con faldas y camisas con volados, parándose delante de un atril y dirigiéndose todo el tiempo al público, dando la sensación de dialogar con ellos aunque no hagan esto en ningún momento. Son dueños de un humor que hace gala de un cierto bagaje cultural pero esto no es motivo alguno para alejarlos del espectador común, ya que poseen una llegada popular muy contundente; al punto tal, que por esto mismo se los puede emparentar con Les Luthiers, aunque ambos grupos manejen distintas propuestas.
    El humor de Los Modernos proviene de muchos juegos verbales, los que hacen, todo el tiempo, casi, guiño a diversas cuestiones culturales. Si bien son dos actores interactuando todo el tiempo se amalgaman con tanta precisión que pueden llegar a dar la idea de que estamos presentes, como espectadores, delante de una única cabeza parlante. La que no da respiro, además; son tan verborragicos que si uno se distrae un instante puede perderse, por esto mismo, conviene estar atentos todo el tiempo.
    Juegan permanentemente con las palabras, con las construcciones y desconstrucciones que ofrece el idioma mismo, sacándole así mucho el jugo a lo semántico de la lengua lo mismo que a la retórica lingüística.
   En este espectáculo se burlan de tópicos culturales tales como: las malas palabras; el simbolismo del número 13; el matrimonio; los celos; la pereza; el psicoanálisis; el onanismo. Para todo esto, se escudan en la figura de este primer pensador que fue Fo y saben apelar, con humor, originalidad y sarcasmo, a la mitología griega e incluso hasta a algunos filósofos.
   Créame, son desopilantes, originales y muy, pero muy divertidos. Si todavía no los vio vaya ya mismo a sacar una entrada. No se va a arrepentir.

Marcelo Saltal
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