Piden la apertura de la
calle Mitre, entre Jean Jaurés y
Ecuador
Cromañón
sin salida
“Esas calles estaban esa noche convertidas
en un verdadero infierno de jóvenes
desesperados intentando escapar y debatiéndose
entre la vida y la muerte, allí en
la calle eran dejados por sus propios compañeros,
que los entraban a rescatar del infierno
y eran asistidos y cargados en distintos
vehículos para trasladarlos a los
Hospitales. Muchos de ellos fallecieron
ahí sobre el asfalto”, así
recuerda el presidente de la asociación
vecinal Balvanera al Sudoeste
(Balsud), Leonardo Martín
Datolli, la trágica noche
del 30 de diciembre de 2004.
Luego del
incendio y la muerte, la llamada calle Cromañón,
Bartolomé Mitre, entre Jean Jaurès
y Ecuador fue vallada y el tránsito
cerrado. Como alternativa de circulación
quedó solo Jean Jaurès-Urquiza
(al pasar Rivadavia). La vida cotidiana
de los vecinos se vio visiblemente modificada
por este cierre.
Este mes, el pedido
de apertura de esta arteria vuelve a tomar
fuerza con un petitorio, firmado por la
gente de la zona, que impulsa Balsud. El
lanzamiento fue el martes 12 de abril en
la esquina de Hipólito Yrigoyen y
La Rioja.
En pocas palabras,
¿Cómo está el panorama
en la actualidad sobre Mitre? Hay 14 líneas
de colectivos que circulan por la zona,
a la que hay que agregar tres más
que ya conducían por Rioja, sumando
17 en la esquina de ésta con Yrigoyen.
Es decir, casi el 13% de todas las de la
ciudad atraviesan en esa pequeña
franja de cuadras.
A este cálculo,
además del tránsito cotidiano,
hay que cargarle los micros de media y larga
distancia que salen de dos terminales pequeñas
y las ambulancias que -en emergencia intentan-
llegar desde el norte a los Hospitales Ramos
Mejia, Español o al Francés,
cuya ruta obligada es Urquiza. “Muchas
veces quedan varadas hasta 30 minutos en
el cruce con Yrigoyen”, denuncia Datolli.
De vuelta al petitorio,
los destinatarios del escrito son el ministro
de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, el subsecretario
de transporte, Guillermo Javier Dietrich
y el director general de Tránsito
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Carmelo Vicente Sigilito.
“Los abajo
firmantes, vecinos de Balvanera, desde el
cierre de la calle Bartolomé Mitre
entre Jean Jaurès y Ecuador, hace
ya más de cinco años, venimos
soportando las graves consecuencias y prejuicios
de un excesivo afluente de tránsito
-expone la solicitud- (en el sector delimitado
por las calles Bartolomé Mitre, Bustamante,
Loria, Catamarca e Hipólito Yrigoyen)
sobre la salud pública física
y psíquica, además de las
secuelas”.
En el texto se detalla
que luego del cierre “han aumentado
las emanaciones de gases tóxicos,
el ruido ambiental, los accidentes de transito.
También denuncian que las fuertes
vibraciones ocasionan rajaduras edilicias
(son cerca de 120 en la zona), en las calles,
veredas y tapas de bocas de tormenta”.
Otro punto fundamental
es el “trastorno en la microeconomía
local”, debido que ha disminuido de
forma notable la circulación de peatones,
lo que perjudica a los comerciantes que
trabajan en los alrededores. Por otro lado,
advierten la peligrosidad de la zona: “Es
tal la cantidad de gente de paso que circula
ahora por aquí, que es campo orégano
para arrebatadores, patoteros y chorros”.
Los familiares
juegan un rol fundamental en este asunto.
Luego del incendio de Cromañón,
ellos montaron el santuario en memoria de
los fallecidos. Murales, fotos, zapatillas
de lona, todos objetos que despiertan la
atención de cualquier peatón
que circule por Once y lo haga pensar en
aquel infierno.
Sin embargo, ante
el pedido de apertura las voces se
dividen. Por un lado son varios
los que están de acuerdo con la habilitación
de Bartolomé Mitre. “Estamos
de acuerdo con que se abra la calle. Esperamos
que el Gobierno de la Ciudad se contacte
con nosotros por el proyecto que habíamos
quedado en común acuerdo. Una vez
aprobado el mismo se abriría la calle.
El gobierno está ausente, el es que
no cumple”, reflexionó Rosario
Constanzo, familiar de una de las
víctimas.
Constanzo se refiere a
una iniciativa de montar una plaza en recuerdo
de “los pibes de Cromañón”
en la esquina de Mitre y Ecuador. “El
proyecto fue hecho por arquitectos del Gobierno,
incluso hubo una convocatoria. Pero ahora
no hay respuestas. De cumplirse, la calle
quedaría abierta pero con un recordatorio
de lo que ocurrió acá para
que nunca más se vuelva a repetir”,
añadió.
“Ellos [el gobierno]
dicen de abrir la calle y después
de implementar el proyecto, pero nosotros,
los padres, queremos contar con el proyecto
y luego abrir la calle, esperamos que casación
resuelva las apelaciones del Tribunal Oral
24”, explicó.
En esta misma línea,
Datolli recuerda que hace más de
un año hubo un encuentro de Balvanera
al Sudoeste con José Iglesias,
familiar y abogado. “Él nos
manifestó que la mayoría de
los familiares están de acuerdo en
la apertura, luego del juicio, salvo un
grupo minoritario de unas 12 personas, que
están en contra al argumentar que
sus hijos murieron sobre ese asfalto y que
no permitirán que se abra jamás”.
Tal es el caso de
Miriam Araneda, que perdió
a su hijo David en la tragedia, quien expresó
al diario Ámbito Financiero: “Algunos
padres, como yo, estamos a favor de que
quede un santuario en la calle. Al fin y
al cabo mi hijo murió en la calle”.
Con otros argumentos,
la integrante de la ONG Familiares
por la Vida, Nilda Gómez,
detalló a Noticias Urbanas que el
proyecto antes mencionado implicaba “un
dineral mientras que los hospitales no tienen
nada y que afecta a muchos jóvenes
como le pasó a nuestros hijos. Entonces
dijimos que era absurdo gastar esa fortuna”.
Desde el ámbito
gubernamental hay varias polémicas
en lo que respecta a la calle Cromañón.
Al revistar artículos referidos a
este tema, encontramos una cita más
que elocuente: “Macri prometió
que la calle se abría en 15 días”.
Esta frase, pronunciada por el vecino Miguel
Suárez a Radio 10, se enmarca en
la visita del jefe de Gobierno al barrio
en septiembre de 2010. Sobre este punto,
el presidente de la organización
vecinal Balsud opinó: “Fue
el único candidato que se comprometió
claramente a reabrir la calle, aunque fue
una más de sus mentiras de campaña”.
Otra frase resume en estado
actual de la calle: “Stand by”.
El autor es Jorge Sábato, subsecretario
de Proyectos de Urbanismo de la Ciudad.
Este “punto muerto” obedece
a que “los funcionarios confirmaron
que no van a hacer nada hasta tanto no haya
un real consenso de los familiares",
afirmó Gómez en dialogo con
NU.
Si bien este artículo
citado data de principio de 2010, el mes
pasado el gobierno nacional le cedió
a la UTA (Unión Tranviarios Automotor)
un predio de 1.600 metros cuadrados lindero
con el edificio donde funcionaba República
Cromañón, según constó
el Ámbito Financiero.
Allí los familiares
consultados confirman de que existen “diferencias
entre los familiares”, por lo que
no hay consenso para coordinar y concretar
la reapertura de la calle Mitre.
Otro punto es quién
tiene la autoridad para abrir la calle.
Esto se evidencia con la respuesta recibida
por un vecino, quien hizo el reclamo vía
Centro de Gestión y Participación
Ciudadana (CGPC) Nº 3. La Subsecretaría
de Justicia porteña señala
que “el corte vehicular fue ordenado
por el tribunal” y dado que “fue
una orden judicial la que originó
el hecho, esta subsecretaría carece
de atribuciones para modificar esa situación”.
Esta misma respuesta
del Gobierno porteño fue trasladada
a los jueces Marcelo Alvero, Raúl
Llanos y Cecilia Maiza, informa Noticias
Urbanas, que tuvo acceso al informe
1.035 que responde al pedido de apertura.
En palabras de Datolli,
“enviaron una respuesta por escrito
firmada por el subsecretario de Seguridad
Antonio Lostri, diciendo que la calle la
cerro el “Tribunal Oral” por
lo tanto no es de su competencia reabrirla”.
“Todos sabemos que el cierre fue de
hecho, que nunca nadie lo ordenó
y que el tribunal oral recién se
vinculó al tema en 2008”, sugiere
el titular de Balsud.
Sobre una delgada
línea que separa al dolor y burocracia
gubernamental se escriben las crónicas
de la calle Cromañón. Luego
de la muerte de los 194 jóvenes,
el fantasma de aquella tragedia continúa
deambulando en la cotidianidad de Balvanera.
La pregunta vecinal es ¿Por cuánto
tiempo más frenará la circulación?
Juan Manuel Castro
[email protected]
Revista El Abasto, n° 130 , abril 2011.