Don Ignacio... de metalúrgico
a especialista en milanesas
Milanga Blues
A pesar de su nombre, la Milanesa es un
plato típicamente rioplatense. Ni
hablar de la Milanesa a la Napolitana, la
cual además de ser deliciosa es una
verdadera contradicción semántica.
En Italia no se consigue. Así es
que fui hasta Rivadavia 3439 para conversar
con Ignacio y Norberto (padre e hijo respectivamente),
quienes desde hace algunos años montaron
su restaurante “Don Ignacio”,
el cual es una referencia obligada en cuanto
al arte de preparar milanesas se refiere
y que acompañan su propuesta gastronómica
con un ambiente barroco plagado de vinilos
de rock y blues, fotos de iconos culturales
y buena música. Por lo tanto, comer
aquí es una experiencia no solamente
gustativa, sino también visual y
auditiva. Norberto es una avezado experto
en cuestiones musicales y es muchas veces
interpelado por los comensales con quienes
conversa sobre música o les informa
de las próximas visitas rockeras.
Contame como fueron
los comienzos
“Busque un fondo de comercio, trabaje
de vendedor en Molinos Río de la
Plata hubo una restructuración y
me echaron. Mi viejo trabajó en la
industria metalúrgica y había
sido gastronómico. En otra época
también tuvo un taller pero con todo
el asunto de los gobiernos había
que cambiar de rubros para sobrevivir. Hace
8 años pusimos esto, al principio
costó. Hubo que remar porque estaba
muy fundido. Anteriormente el lugar era
un despacho de bebidas que laburaba con
los boliches tropicales de la zona así
que el fuerte no era lo comestible, lo gastronómico.”
El lugar tiene una
estética particular…
“Al lugar lo decoré yo, toda
la vida me gustó la música.
La gente viene y se encuentra con que le
gusta el lugar, la música y además
comen bien. Se fue generando el boca a boca.
Todo a pulmón. Vienen españoles,
franceses y turistas de varios lugares a
pesar de que el fuerte de la zona no es
lo turístico como en Boedo, San Telmo
o Palermo. El lugar marca la diferencia
en la zona por que la propuesta temática
gusta, la gente viene y habla conmigo de
música. ”Hay gente que ya me
tiene como un referente y me preguntan:
Che, flaco, quien viene a tocar el mes que
viene. Yo siempre estoy informado sobre
esos temas. Acá lo que predomina
es el funk, el rock y el blues.
”Es algo que me gratifica, porque
yo puse este lugar para que la gente lo
disfrute también. Hay padres que
vienen con sus hijos y le muestran las tapas
de los vinilos que escuchaban. Hay chicos
que con todo el asunto de la piratería
jamás vieron un vinilo.”
A un persona que
viene por primera vez, ¿qué
plato le recomendarías?
“Una milanesa “Don Ignacio”,
que es la top de las milanesas. Viene con
dos huevo fritos a caballo y está
bastante cargada. Sino la “Americana”
también, que es muy gustosa y sale
con panceta, salsa…”
Entonces, interviene Ignacio:
“Es una milanesa con huevos. Yo era
metalúrgico, era matricero en una
empresa que se llamó, se llama porque
todavía existe, Galplamel. Hacía
los moldes para alta producción.
Fui capataz y tuve 420 obreros a cargo.
Fue una buena época. Mitad del 50
y toda la década del 60. La época
de oro de la industria nacional. Hacíamos
autopartes para Peugeot, Fiat, Chevrolet,
Torino.”
Norberto, Ignacio y su señora que
también trabaja en el lugar, se ponen
a preparar salsas, picar cebolla y dejar
todo listo para la llegada de los primeros
clientes. ”Don Ignacio” es EL
lugar para comer milanesas preparadas con
el mismo amor y empeño que en casa.
Perdón mamá pero las tuyas
son las segundas más ricas.
Damián Mariscano
[email protected]
ALMAGRO METALÚRGICO
Don Ignacio, fue metalúrgico,
en la época dorada de la industria
argentina, como lo señala en la entrevista.
Luego, las circunstancias político-económicas
lo fueron llevando por otros rumbos.
La debacle económica
que comenzó a fines de la década
del 70, la hiperinflación de la década
siguiente y la crisis del 2001, producto de
la fiesta menemista de los años 90
dieron como resultado la desaparición
de la industria nacional. La metalurgia se
contrajo y quedo reducida a unas pocas fábricas
que resistieron, sobre todo, a partir del
esfuerzo y el aguante de sus trabajadores.
En Almagro, el IMPA
(Industrias Metalúrgicas y Plásticas
Argentinas) continúa la lucha de recuperación
iniciada por sus trabajadores en 1998. Esta
fábrica centenaria que en sus mejores
momentos llegó a incluir varios edificios
de su entorno, entre ellos, la sede de Mate
Amargo, donde está la redacción
de esta revista, Gascón 112. Actualmente
en el IMPA se realizan distintas actividades
culturales, sociales y de capacitación
y está siendo amenazada por quienes
ven en sus instalaciones la posibilidad de
hacer negocios inmobiliarios millonarios.
Hoy apuestan a que la nueva
ley nacional de Empresas Recuperadas la proteja.
El crecimiento económico
experimentado en los últimos años,
la implementación de algunas medidas
de protección y estimulo permitieron
que nuevamente una parte del PBI nacional
este conformado por empresas y fábricas
en recuperación. Falta ahora que la
industria se incorpore no solo como un indicador
económico favorable, sino que vuelvan
a formar parte activa de la vida y el progreso
de la nación y sus habitantes.
Revista El Abasto, n° 133 , julio 2011.