Historieta ayer y hoy

Dichoso tiempo aquel de la niñez maravillosa. Ahora que lo diviso con la perspectiva que dan los años, comprendo que fue único e inolvidable. Recuerdo las tardes de verano, tendido en el patio de la casona paterna en Zárate, debajo del parral leyendo revistas de historietas: El Tony, Pif Paf, El Gorrión y otras de aquella época. En invierno la lectura era en la cocina, el lugar más calefaccionado de la casa. Me asombraban, sorprendían y divertían aquellos personajes: Mandrake el mago, Flash Gordon, Trik y Trake, Paturuzú y tantos otros.
El tiempo pasó y hoy las historietas cambiaron abordan temáticas distintas y salvo raras excepciones reflejan lo absurdo, incoherente y disparatado cuando no lo escatológico o pornográfico.
La decadencia está generalizada en todas las actividades y la historieta corre la misma suerte. Lamentablemente penoso.

P.C.