Alejandra Zina,
escritora almagrense
Viajante de las letras
Alejandra
Zina reparte su vida literaria entre noches
en vela como escritora de crónicas
y novelas, como profesora en su taller hogareño
en Almagro y en producir el ciclo Carne
Argentina, donde se dan cita narradores
y poetas en el bar de FM La Tribu.
Café de por medio
en la esquina de Medrano y Humahuaca, celebramos
junto a ella la salida de Barajas, su último
libro, el cual forma parte de una colección
del sello Plaza Janés. Con el barrio
anocheciendo de telón de fondo, la
escritora nos cuenta cómo fue este
proceso.
Historias de viajantes
En otro momento de la charla, Alejandra
reflexiona que le apasionan las historias
de viajantes. Nos recuerda una crónica
que escribió sobre una visita a un
bar de taxistas a la que llamó “El
bar de los críticos implacables”.
“Está en el cruce de Palestina
y Estado de Israel. Es gente muy extraña
la que se junta allí, hay un ambiente
de camaradería, medio desopilante,
pero también es latente la presencia
de gente que anda sola”, cuenta Alejandra.
Barajas, ese destino
Este misterio que asoma detrás del
oficio de viajar alimentó la idea
de emprender lo que hoy es la novela Barajas.
“Es una Road movie aérea”,
bromea Alejandra. Previo a sentarse con
la hoja en blanco e iniciar Barajas, además
de estar escribiendo a la par otra novela,
pasó gran tiempo documentándose,
investigado el lado B de la vida de las
azafatas. ¿El resultado? “Me
gustaba la idea de escribir sobre una mina
que tenga un trabajo así, que esté
y no esté, que pase la mitad de su
vida en el aire, como una reformulación
del tachero; uno no se imagina todo lo que
pasan las mujeres que te sirven comida en
un vuelo”, comenta Zina.
Barajas, haciendo “un
juego de palabras entre el aeropuerto español
y las cartas, marcadas por el azar”,
abre el panorama y nos sumerge en relaciones
humanas que se tensan a más de mil
pies de altura.
Al asador
Vayamos unas cuadras más al oeste.
Detengámonos en Lambaré 873.
Sí, en la casa de FM La Tribu. Allí
se realiza el ciclo Carne Argentina, auspiciado
por el Rosa Molesta Club, que todos los
jueves ofrece actividades culturales en
el bar de este espacio alternativo. Zina
se encarga de la producción y dirección
general junto a Selva Almada y Julián
López.
Han
desfilado con sus relatos y poesías,
entre otros, Daniel Riera, Cristian Alarcón,
Naty Menstrual, Rodolfo Edwards, Tito Arrúa
y Natalia Litvinova. Las firmas siguen,
y seguirán.
Potencia narrativa
Volvamos al bar de Medrano. Repasamos con
Alejandra su formación con el célebre
Alberto Laiseca, escritor con décadas
de trayectoria. “Laiseca es una guía,
un maestro mas socrático, tiene la
palabra justa para dejarte pensando mucho
tiempo, en ese sentido es muy sabio”,
destaca sobre el veterano narrador. Alejandra
también hizo un taller breve con
Leo Masliah.
Esos encuentros le dieron
la formación necesaria como para
hoy repetir la historia. Esta vez, la docente
es ella. Recibe más de diez alumnos
en el departamento que comparte con su pareja,
también escritor. El foco está
en pulir el estilo personal y sobre este
rol suyo expresa: “A lo que apunto,
tal como hizo Laiseca conmigo, es que cada
uno sepa cómo usar su potencial de
forma consciente y encuentre lo mejor de
sí”.
“Hay mucha gente
que escribe bien, la diferencia está
en quienes tienen constancia. El talento,
sin las ganas y el laburo, es nada”,
reflexiona para concluir.
Hace mucho que el café
se terminó. Afuera, los taxis y colectivos
van repletos, es la hora del regreso. Tal
como los personajes que a ella le fascinan,
el camino de Alejandra está marcado
por llevarnos de paseo por historias cotidianas
pero intensas. A fin de cuentas, nuestra
vecina es una viajante de las letras. La
barriada agradecida.
J.M.C.
Barajas en Almagro
Tan de barrio será Zina
que presentó su nueva novela el 6 de
este mes en el flamante bar La Huella, en
Guardia Vieja y Bulnes. Allí, Alejandra
habló de su nuevo trabajo junto a García
Lao y Ariel Magnus frente a colegas, amigos
y los infaltables parroquianos.
Revista El Abasto, n° 136 , octubre 2011.