La política habitacional
porteña:
un ejemplo de neoliberalismo salvaje
¡Todos somos la ciudad!
Aunque muchos no lo sufran
en persona podrán haber notado que
solamente en el mes de septiembre hubo varias
manifestaciones por el derecho a la vivienda,
tanto delante del Congreso de la Nación
como de la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires. También hubo charlas, seminarios
y discusiones en espacios como la Universidad
de Buenos Aires así como también
resistencias vecinales en edificios como
Gascón 123. Y pareciera que es un
debate que se profundiza cada vez más.
Mientras el
capital representado en este caso por IRSA
y el poder político encabezado por
el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, pretenden
llevar a cabo un proyecto de generar un
nuevo barrio exclusivo en
lo que fue el proyecto fallido de la Ciudad
Boca Juniors, al lado de la Reserva
Ecológica, esta ciudad viene viviendo
una grave crisis habitacional. Lo más
absurdo es que si se tiene en cuenta la
demanda que puede haber para viviendas de
alto nivel adquisitivo tenemos al lado a
Puerto Madero que tiene
ocupado un ínfimo porcentaje de sus
departamentos (para las últimas elecciones
contó con un padrón de 1.707
ciudadanos, en la primera vuelta se registraron
1.339 votos). Muchos departamentos están
a nombre de extranjeros que ni residen acá.
Una cuestión totalmente surrealista
es que si se llenara, y ni hablar de sumarle
viviendas al nuevo proyecto que mencionamos
más arriba, los puentes no daría
abasto para esos barrios. De hecho ya están
saturados en ciertos horarios cuando la
Costanera Sur atrae visitantes de otros
barrios de la ciudad.
Pero, si están
vacíos... ¿para
qué tantos departamentos de lujo?
se preguntará el ávido lector.
Como mera inversión. O lavado de
dinero. En definitiva especulación
capitalista, nada más. Los bancos
demostraron que no son de confiar, el dólar
es inseguro por la crisis de su país
y las empresas son riesgosas, entonces mucha
gente con dinero prefiere invertir en ladrillos.
Y así muchos de los propietarios
de los campos “guardan” la ganancia
de la soja, el trigo o la cría de
animales de esta manera. Ganancias que muchas
veces hacen a costillas de la salud de niños
pobres, estropeada por los agrotóxicos.
Ganancias que hacen mediante impulsar al
mercado productos transgénicos y
llenos de toxinas que poco se sabe de la
influencia a largo plazo que pueden tener
sobre nuestra salud, y en la de nuestros
niños mucho más vulnerables
a patógenos externos. Ganancia que
hacen a riesgo de estropear los suelos para
futuras generaciones. Por ese absurdo de
sentirse dueños de la tierra creen
que tienen derecho de estropearla y contaminarla,
así como también el aire o
el agua.
Y mientras
logran esa plusvalía a costilla de
nuestro futuro y salud ajena invierten en
inmuebles que quedan vacíos, año
tras año en nuestra ciudad. Mientras,
quienes vivimos acá, no tenemos demasiadas
posibilidades de acceder a una vivienda
propia y nos vemos obligados a pagar alquileres
a precios usureros. Por un derecho básico
y tan necesario como es la vivienda. Problema
que se traslada al comerciante cuando decide
emprender, viéndose “socio”
del propietario del local, mientras el único
que arriesga es él.
No caben dudas de que
la avaricia humana no tiene límites.
Y que la crueldad del hombre puede sorprender.
Porque a esta altura ya todos hemos visto
alguna vez, al menos en foto, niños
afectados por los agrotóxicos, familias
en la calle, niños trabajando y otro
tipo de condiciones de vida miserables.
Está en nuestros
diputados legislar para que la injusticia
se atenúe. Está en nuestros
funcionarios del ejecutivo ejercer el poder
para que la sociedad en su conjunto mejore
su condición de vida. Pedimos que
aprueben leyes que defiendan a los inquilinos,
pedimos que inviertan en créditos
coherentes para acceso a la vivienda propia.
¡Exigimos, funcionarios, que sean
funcionales a los intereses populares de
la sociedad!
R .S.
El presupuesto para la vivienda
en la ciudad se redujo
“Macri no
tiene voluntad de resolver el problema de
vivienda”
La legisladora porteña por la Coalición
Cívica ARI y presidenta de la Comisión
de Vivienda, Rocío Sánchez
Andía, se refirió
al proyecto de presupuesto para el Instituto
de Vivienda de la Ciudad (IVC) para el año
2012, el cual se redujo un 12.6 por ciento
con respecto al del presente año.
Sánchez Andía sostuvo que
“es increíble que en el proyecto
de presupuesto destinado al IVC para el
año 2012 no se hayan incrementado
los montos teniendo en cuenta los niveles
de inflación y el hecho que el presupuesto
total de la Ciudad aumentó en un
16%. Para sorpresa de todos, no solo no
lo aumentaron sino que lo redujeron.”
En el 2011, el monto
destinado al IVC era de $735.131.165, mientras
que en el proyecto de presupuesto de 2012
es de $642.759.039, o sea, $92.372.126 menos
que lo sancionado para el presente año.
“Parece que
para el actual gobierno los problemas de
vivienda han disminuido, ya que le destinan
al IVC solo el 1.9% del presupuesto total
de la Ciudad. Una vez más queda demostrado
que el jefe de Gobierno no tiene voluntad
política de resolver esta problemática”,
afirmó la legisladora.
Asimismo, cabe recordar
que de la totalidad del presupuesto del
IVC, los fondos de afectación específica
(los provenientes del Poder Ejecutivo Nacional
y de lo recaudado por los juegos de azar)
suman $439.455.783, o sea, el Ejecutivo
local solo destina $203.303.256 para financiar
los programas del Instituto.
Revista El Abasto, n° 136 , octubre 2011.