Cine Club Divine, celebrado
en la Usina Cultural del Sur
Por una diversidad libre,
linda y loca
La militancia de
género dice presente en el barrio
de Almagro. Hablamos con los realizadores
del Cine Club Divine, celebrado en la Usina
Cultural del Sur, sobre el presente y el
futuro de esta iniciativa que aborda la
pluralidad sexual a través del séptimo
arte.
Sábado cinco
de noviembre. Microcentro porteño.
Como sucede todos los años, se realiza
una movilización para celebrar el
día del Orgullo LGBT (lesbiana, gay,
bisexual y transexual). A los ojos de quienes
no son militantes de género, se puede
apreciar una fiesta donde el despliegue
de color da cuentas de una sensación
que se repite en los miles de presentes:
la alegría.
Esta sensación
refiere a la afirmación de sus convicciones
y sus creencias. Más aún,
si se tiene en cuenta que se realiza este
encuentro a más de un año
de la sanción del matrimonio igualitario,
hito casi impensado por más de uno
y festejado por tantos miles.
Pocos días
antes de esta marcha, en el barrio de Almagro
nos reunimos con los realizadores del Cine
Club Divine, que se realiza los viernes
a las 21:00 en la Usina con entrada gratuita.
En otras palabras, vivimos la previa de
este aniversario con un ameno diálogo
junto a militantes de género, quienes
hicieron de su gusto por el séptimo
arte una forma de reivindicar sus luchas.
Sobre una de las mesas del bar de FM La
Tribu nos sentamos con Martín
Chandías, Luciano Tepper y Martín
Villagarcía.
¿Cómo nació
esta idea? “Originalmente el ciclo
tenía otro nombre. Pasamos cuatro
películas de forma semanal y luego
decidimos reformular la estética.
Pensamos en logos más desarrollados,
que los hizo Martín (Chandías)
y en llevar adelante una estrategia de difusión
a través de las redes sociales. Empezamos
a tirar nombres y surgió el de Divine,
a quien elegimos como ícono para
representar este Cine Club”, cuenta
Villagarcía.
¿De quién
hablamos cuando hablamos de Divine? Se trata
del nombre artístico de Harris Glenn
Milstead, un actor estadounidense de culto
que se convirtió en referente del
cine independiente de los setenta y los
ochenta. Fue un transformista o drag queen.
Junto al director John Waters realizaron
gran cantidad de películas. Hair
Spray es una de las más conocidas,
interpretada hace unos años en argentina
por el actor y humorista Enrique Pinti en
teatro.
Estos films, más
allá de su estética llamativa
y sus tintes de comedia musical, conllevaban
un mensaje de repudio a la discriminación,
tanto de las minorías sexuales como
a los agravios sufridos por las comunidades
afroamericanas en aquellas décadas
con respecto a la segregación racial.
Con el tiempo, estos trabajos se convirtieron
en films de culto y al día de hoy
son tomadas de íconos por la movida
gay.
Vuelta al bar de La Tribu,
los realizadores del Cine Club afirman que,
de todos modos, el objetivo de este ciclo
de encuentros está orientado a “que
no pase por lo sexual, sino más bien
que se explore una sensibilidad gay”.
Por ejemplo, adelantan que, además
de tener ya diagramada la grilla de este
año, ya tienen algunos títulos
en mente para el próximo, tal es
el caso de Batman y Robin, del director
Joel Schumacher. Vale recordar los diseños
elegidos para dar una versión muy
libre del Caballero Oscuro y su entorno.
Mientras repasan
otros títulos, los integrantes del
Cine Club aclaran que además de disfrutar
la organización de estos encuentros,
ven a esta iniciativa como parte natural
de un proceso de militancia por los derechos
de género. “No es algo nuevo,
es algo que venimos haciendo de antes, cada
uno en particular y en otros planos”,
analiza Tepper.
A su vez, Luciano
describe este emprendimiento como “un
lugar de encuentro”. “Nada que
ver con la idea de ver una película
y después irte, buscamos que te quedes
y así compartir diversos puntos de
vista”, enfatiza. En tanto, nos cuentan
que previo a la proyección, pasan
videos y visuales; terminado el film, suelen
tocar grupos o, en caso de películas
nacionales, intentan invitar a los directores,
tal como sucedió con el documental
sobre la vida del actor Batato Barea.
En consonancia con
el momento actual que se vive con respecto
al cambio de actitud de la sociedad con
las minorías sexuales, los realizadores
destacan que “el ciclo comenzó
cuando se cumplió un año de
la sanción de la ley de matrimonio
igualitario”. “Coincidimos en
que se logró mucho, pero todavía
quedan más conquistas. Una es la
ley de identidad de género. También,
terminar con los casos de discriminación
por diferencias sexuales; el ciclo cumple
una función en ese sentido, es una
forma de militar”, asegura Luciano.
Aquí hablamos
de una militancia con repercusión
en alza. Volviendo a cuáles son las
sensaciones de llevar adelante una iniciativa
de este tipo, los tres coinciden en tildar
como “una gran sorpresa la respuesta
del público” que concurre.
“Cuando pasamos Pink Flamengos (una
de las de Divine/Waters) pensamos que iban
a estar sólo nuestros amigos, después,
empezó a venir gente de todos lados,
se viene generando un muy buen clima”,
cuentan con orgullo.
Atentos, que para el cierre
de este primer año del Cine Club,
los organizadores nos adelantaron que van
a proyectar The Rocky Horror Picture Show,
película de culto si las hay. Es
más, “la idea es que los que
quieran, vengan disfrazados, como se suele
hacen en las proyecciones del film”,
aseguran. La fiesta se viene a Almagro.
Están avisados para disfrutar este
musical.
En tanto, es un
deseo que esta iniciativa no quede sólo
en un proyecto pasajero. Sus realizadores
cuentan al respecto: “Queremos encararlo
con la mayor seriedad posible. Queremos
que crezca y lograr un nombre, aspiramos
a que la gente tenga al Cine Club Divine
como un lugar de referencia”.
“No sólo
elegir típicas películas de
chicos que salen del closet, sino piezas
que estallen de distintas maneras”,
resumen sobre este ciclo que desde la Usina
de Almagro, Bulnes 326, busca posicionarse
como un punto de encuentro para el debate
acerca de las cuestiones de género.
El momento de reivindicar es hoy; el de
militar desde el campo cultural, también.
Juan Manuel Castro
[email protected]
Revista El Abasto, n° 137
, noviembre 2011.