Diego Skliar periodista locutor y administrativo de la FM comunitaria

La Tribu

Visitamos FM La Tribu, Lambaré 873, para hablar con uno de sus referentes, Diego Skliar. Cuando escuchás a Diego, en la radio (o ves en la elaboración radiofónica a la vista, Bache, que se hace casi mensualmente en Humahuaca al 3500), descubrís que estás ante un “monstruo” de radio, como hecho para ella. Por esas paradojas de la vida sus estudios de periodismo en TEA no incluyeron locución, según él funciona “de puro caradura y por tiempo al aire”. Lo primero no sé, lo segundo doy fe, pese a su corta edad (no llegó a los 30) tiene mucho tiempo tras el micrófono. Y ahora también en la parte administrativa de la mítica FM La Tribu del barrio de Almagro.

Festival Cartón y trabajos articulados
“Se hizo por primera vez en la historia de La Tribu, un festival de cortos de animación, Cartón, el primero también de la ciudad de Buenos Aires con estas características. Llegaron cerca de 150 materiales de todas partes del mundo para poder participar del concurso.
   Nos cuenta que el programa Vade Retro, que va de noche en La Tribu venía haciendo acercamientos al comic, a la animación y a la historieta y dice que les propusieron reproducir el encuentro de historietitas del año pasado ante lo que desde La Tribu decidieron redoblar la apuesta: “«sumémonos a lo que Vade Retro nos ofrece y metámonos a pleno a crear algo más grande». Y así salió este festival de animación de cuatro días con muchísima participación. Con algunas cosas muy lindas como contar con Caloi como padrino del festival. Personas muy capaces de la animación y de la historieta y demás colaborando, siendo jurado... la verdad que fue un poco como una incursión en seguir ampliando el discurso comunicacional de La Tribu a un territorio que no conocíamos tanto”.
   La presentación la hicieron los Vaca Bonsai -un colectivo que trabaja lo audiovisual con sede en la Casona Cultural Humahuaca- y nos cuenta que los mismos también vienen llevando el registro audiovisual de las Serenatas invertidas, recitales en el balcón de la casa al igual que el de Bache, radio en la calle: “Es parte del modo de laburar que tenemos, la articulación con grupos de la zona, juntar fuerza de esa manera y dar a conocer con más potencia todos los mensajes”.

El cetro de mano en mano
Luego, incursionamos en el hecho nada común que ha logrado La Tribu que es el haber renovado íntegramente el plantel. Esta radio se fundó en 1989, ¿cómo se hace el traspaso generacional de un proyecto así sin que caiga en personalismos apoltronados en espacios de poder?, le pregunto.
   “En la historia de La Tribu hubo muchos modos de pensar el espacio y muchos modos de pensar como conducirlo. Creo que el recambio tiene que ser inherente a cualquier proyecto autónomo. No puede quedarse la gente en la conducción o en la coordinación de un proyecto mucho tiempo porque se envicia de ideas, se envicia de sí mismo, no deja que afloren protagonismos de gente más joven”.    Por otro lado explica que hay un momento que la misma edad y los lugares que uno transita ya no le sirven ni al proyecto ni a uno mismo. Y confiesa que no lo ven “como sostenimiento de superviviencia, hoy nadie puede vivir integralmente de lo que gana en La Tribu”. Que “la idea es que respire al tiempo que tiene que respirar. Que no se deje correr por tiempos ajenos, que el proyecto encuentre sus tiempos propios de realización, que no sean ni los tiempos del mercado, ni los tiempos del estado, ni los tiempos de los medios de comunicación, sino tener el propio modo de vida que tiene este proyecto”.
    Cobran únicamente los que están en las gestiones cotidianas de la casa, sobre todo en tareas administrativas, legales y demás que “es la parte más fea de este proyecto”. También cobran los operadores técnicos. Pero, cuenta, poco dinero, el mismo valor por hora.
    Reconoce que lograr vivir de eso es una asignatura pendiente, sin embargo, también considera “que el hecho de trabajar en otros lugares da mucho dinamismo. Sino también empieza a darse una cosa como muy endogámica”, que quita “un vínculo, un timing con lo que pasa afuera”. Y para mantener los vínculos con el exterior, además de sacar la radio a la calle, les sirve la necesidad de tener trabajos afuera. Opina que esa rotación, esos tiempos afuera, “alimentan el proyecto”.
   Con todos los fundadores mantienen el vínculo vigente. Continúan visitando la casa, y “seguimos teniéndolos a todos como referentes”.

Planes para La Tribu
“Este año fue uno de mucho recambio. Se fue gente que estuvo durante quince años en el proyecto. En la programación se notó poco, pero, por ejemplo, en la primera mañana entró Llevalo Puesto de 8 a 9 y Los Locos de Buenos Aires pasó los miércoles a las cinco de la tarde. Ahora viene Fábrica de Fallas -sobre cultura libre y copyleft- el 26 y 27 de noviembre. Y estamos trabajando en la producción de un disco sobre Mariano Ferreyra; nos convocó su primo”. No está planteado como un homenaje exclusivo, “sino como un homenaje por todas las personas que salen a luchar a la calle para que nunca más pueda ocurrir que una patota, la policía o la burocracia sindical pueda matar a alguien por un reclamo de mejores condiciones laborales”.
    Cuenta que tienen como objetivo para el año que viene lanzar, del mismo modo como ya tienen La Tribu Noticias, una plataforma musical digital, que permita dar cuenta de toda la música en vivo que pasa al aire La Tribu. “Hay una cantidad de acústicos por semana que quedan en el vivo y directo y por ahí se pierden. Un poco lo que fue el proceso de Serenatas Invertidas, que quedaron plasmadas en Youtube. Es que la web permite fijar contenido, algo que la radio no tenía” reconoce Skliar. Y luego agrega: “el año que viene puede ser también un año de renovación, no sé si discursiva -porque hay un sustento que todos conocemos que tiene que ver con los movimientos sociales, con la autonomía, con la izquierda muy genéricamente, etcétera- sino que venimos pensando en una especie de renovación artístico-estética de La Tribu. Cuando uno llega a una síntesis de diseño gráfico, de las artísticas de la radio y demás es que tiene una nueva mirada política sobre el mundo también”.

El estado ante las alternativas
Luego nos sumergimos charlando sobre la ley de servicios audiovisual donde Skliar sostiene que el desarrollo “sigue lento” que “está faltando la aplicación de la ley”. Y desarrolla: “Hubo un enorme anuncio, una aprobación que fue fundamental que acompañamos en sus 21 puntos de conformación que nos parecen clave, el tema es que no hay una aplicación real de eso ahora. Ha pasado un tiempo largo y no ha habido respuesta a un montón de situaciones. Hay mucho más de obligaciones que de derechos en la aplicación de la ley. La obligación de poner el corchete de espacio publicitario, hasta tener una carpeta al aire con los contenidos y tener que adaptarse técnicamente a determinadas cuestiones y no hay ningún tipo de anuncio de cuáles son los derechos adquiridos con una nueva ley democrática. También nos tienen a todos armando una cantidad de trámites... y los pliegos de televisión digital que están como alejados de la realidad de cualquier medio comunitario.”
   Y nos relata una entrevista que tuvieron, a principios de año, en la radio con el subsecretario de la Presidencia de la Nación, Gustavo López quien habría dicho algo así como: “tengo muy en claro que dentro del kirchnerismo hay gente que piensa que democratizar las comunicaciones es importante, y por ende aplicar la ley, mientras, por el otro lado, están quienes sólo querían ganarle una batalla a Clarín”.
   Un problema concreto es la frecuencia FM de La Tribu: “estamos interferidos por todos lados. Hoy es difícil escuchar La Tribu por antena. Hay una cantidad de radios desreguladas que suben la potencia en todo momento. Lo que pedimos es una regulación coherente. Si La Tribu, o la radio que fuere, tiene por ley otorgado permiso para llegar a 20 km a la redonda que eso se cumpla.”
   Relacionado al tema arribamos a la pauta oficial y nos confiesa que tienen avisos de Télam. Skliar opina que “corresponde que todos los medios podamos contar con ella y que se reparta equitativamente. Después los porcentajes en que se reparte sigue siendo absurdo y para conseguirla hace falta una cintura de cierto lobby con lo que uno no está para nada de acuerdo”. Diego comparte la importancia de reclamar un sistema de pauta oficial de Nación mediante alguna ley que la regule al estilo de cómo funciona el Registro de Medios Vecinales del Gobierno de la Ciudad que “es muy transparente y muy claro el método”.
   De todos modos va un paso más. “Me parece que tendríamos que discutir entre los medios barriales, alternativos, comunitarios, etcétera –además de proyectos de ley de pauta oficial– como lograr sustentarnos con varias fuentes de ingresos para no depender de una solo línea. Mi temor con la ley de medios es que nazcan un montón de medios amparados por el kircherismo, con plata, que un día eso se corta y que caigan. Tenemos que ser inteligentes para no depender de una solo fuente de ingresos. La Tribu en eso tiene diversidad de fuentes: entra dinero de hacer fiestas hasta de vender una producción como puede ser un libro o un disco, hacer un recital o vender panes rellenos”.

R.S.