|
Alfredo Olivera
de Radio La Colifata, entrevistado por un
editor, miembro de la Red Medios Barriales
La Colifata
Con 20 años
de trayectoria, este proyecto terapéutico-comunicacional
que funciona en el Hospital Borda está
desfinanciado y con una deuda que supera
los 150 mil pesos. ParqueChasWeb dialogó
con Alfredo Olivera, su creador, donde nos
cuenta cómo se llegó a esta
situación.
“Me
da escozor el solo pensar en la posibilidad
de que tengamos que cerrar Radio La Colifata”.
Estas palabras corresponden a Alfredo Olivera,
alma mater de este proyecto que nació
como un voluntariado en 1991, con el objetivo
de abordar los medios de comunicación
para producir espacios de salud, tanto en
el área clínica como en relación
al estigma social de la locura.
A 20 años
de su creación, La Colifata está
pasando por una situación económica
desesperante: Está desfinanciada
y con una deuda que supera los 150 mil pesos.
Hasta el 2010 la
radio se sostuvo en un 85% con dinero que
provenía del exterior y en un menor
porcentaje con lo obtenido de la pauta oficial
del gobierno porteño que se cortó
en 2011, sin mediar motivo.
En el 2006, fue
la única vez hasta hoy, que este
proyecto terapéutico-comunicacional
se financió en un 65% con recursos
locales: “A través de La Colifata
TV conseguimos fondos del canal público
porteño Ciudad Abierta. Fue solo
durante la gestión de Aníbal
Ibarra, ya que cuando asumió Telerman,
dieron de baja esos fondos”, recuerda
Olivera.
En 2007/2008 pudieron
autogestionarse en un 100% gracias a la
realización de un spot publicitario
para la bebida española Acuarius.
El resultado fue un mini documental de La
Colifata, que sirvió para difundir
su tarea ligada a la desestigmatización.
Ese año pagaron todas sus deudas
y los colifatos que participaron fueron
retribuidos económicamente.
Sabemos que apoyaron
la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual... ¿Cómo está
ubicada La Colifata hoy en relación
a este tema?
“Al llegar a los 20 años de
trayectoria, pensamos que este proyecto
es un modelo que se ha sistematizado y que
tiene que ver con una concepción
mental particular; por lo tanto debería
poder influir en políticas públicas.
Creemos que sería deseable que los
recursos de financiamiento provengan de
nuestro país.
Durante el 2009
La Colifata intervino en las audiencias
públicas para la aprobación
de la Ley de Medios. De hecho, el día
que se la aprobó, fuimos oradores
en Plaza Congreso. Por lo tanto, fuimos
una parte importante de aquella experiencia.
”También,
fuimos actores principales en el proceso
de aprobación de la Ley de Salud
Mental, ya que los puntos de la normativa
coincidían con lo que nosotros veníamos
pregonando desde hacía mucho tiempo.
”Hace un año
tuvimos una reunión con las autoridades
que coordinan la nueva ley, en la que solicitamos
un presupuesto mensual para que La Colifata
pueda funcionar sin sobresaltos y conforme
a sus objetivos: una ONG, relativamente
pequeña, que cuenta con un área
administrativa, otra contable, otra comunicacional
y otra clínica. Esta estructura requiere
entre 10 y 14 profesionales para cubrir
todos los sectores mencionados.
”Los fondos
provendrán de una pauta oficial del
gobierno nacional, que cubrirá un
20% de nuestro presupuesto mensual para
asegurar la actividad que realiza la radio
en el Hospital Borda. Creemos que en los
próximos meses comenzaremos a cobrarlo”.
Alfredo Olivera, también señala,
que paralelamente se le solicitó
al gobierno nacional una segunda ayuda para
desarrollar un nuevo proyecto que guarda
relación con el espíritu de
la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual y la de Salud Mental: “Queremos
que La Colifata transmita todos los días
del año, las 24 horas para toda la
Capital Federal, con el objetivo de que
se transforme en un medio que permita, en
primer lugar, sustentar la asociación
civil como punto de partida al desarrollo
de un proyecto que utilice esta radio como
plataforma para que los colifatos cuenten
con un trabajo estable y se los reconozca
económicamente por su labor periodística;
a través de un proceso de formación
de equipos mixtos, entre gente que haya
pasado situaciones de institucionalización
y gente que no haya transitado por esa experiencia.
En resumen, apuntamos a que se amplíe
la potencia de La Colifata conforme al espíritu
de la nueva ley de medios”.
En relación
a este proyecto, se ejecutó una sexta
parte del presupuesto solicitado en 2010.
La partida alcanzó para adquirir
el 60% de un transmisor más potente
para la radio, que le permitirá llegar
a toda la Ciudad de Buenos Aires.
Lo cierto es que hoy, La Colifata está
en una situación desesperante. Una
integrante de la radio donó hace
poco una herencia para seguir sosteniendo
el proyecto; dos profesionales que coordinan
el grupo terapéutico para los pacientes
externados hace seis meses que no cobran;
y ya se fueron un empleado administrativo,
la responsable de gestión de fondos,
la responsable de prensa y dos psiquiatras.
“Nosotros
queremos seguir, pero en esta situación,
el proyecto está en riesgo”,
enfatiza Olivera y agrega: “Uno tiene
un límite. Tengo 45 años y
desde los 23 voy al Borda. Este es tiempo
de cosechar y no de mendigar. La Colifata
no tiene que demostrar nada más,
los resultados están a la vista.
Hemos abierto una oportunidad de vida a
mucha gente. Lo que nos anima a seguir día
a día, son las muestras de solidaridad
de muchas personas que se hacen eco de nuestro
pedido de auxilio. Muchos aportan ideas
y su tiempo para que esto no caiga. Pero
yo digo que a La Colifata no hay que salvarla,
es hora que se le reconozca todo su trabajo”.
Fernando Belvedere
[email protected]
Más
colifateadas
La Colifata fue la primera radio en el mundo
en transmitir desde un neuropsiquiátrico.
A partir de 1995/96, este proyecto traspasa
los límites de la Argentina, y su creador,
Alfredo Olivera, comienza a ser invitado a
congresos y conferencias en Europa y Sudamérica.
A partir de entonces, el formato de este proyecto
radiofónico es replicado en varios
lugares del mundo y Alfredo Olivera fue contratado
para capacitar a los profesionales de distintos
países para que desarrollen experiencias
similares a las del Borda: México,
Chile, Uruguay, Costa Rica, Francia, España,
Italia y Suecia.
Esta proyección internacional de La
Colifata, más su proceso de profesionalización,
se tradujo en un impacto a escala global y
la posibilidad de obtener fuentes de financiamiento.
El financiamiento de la La Colifata puede
ir por varios caminos. Desde publicidad hasta
donaciones, así como también
se potencia con la venta de productos La Colifata
del "Programa de Microemprendimientos".
La Colifata está en el Hospital Borda,
Ramón Carrillo 375, pero a su vez tiene
“sede social”, en Virrey Avilés
3740 “D”, Chacarita, donde atienden
de lunes a viernes de 14.00 a 18.00.
Revista El Abasto, n° 137
, noviembre 2011.
|
|