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Guillermo Castañeda, titular de la Casona Cultural Humahuaca y uno de los principales impulsores de RIOBA

Enredándonos con el rioba


Más allá de que Guille es el alma mater de un oasis único del Abasto –la Casona Cultural Humahuaca- donde hoy somos parte por tener desde hace unos meses la redacción en un rinconcito de por ahí, compartiendo el espacio con otras agrupaciones, talleres y el bar, esta vuelta lo buscamos para que nos presente la voz de vecino activo socialmente, no desde la política partidaria, sino desde el entramado institucional único que solo la Red de Instituciones de Once, Balvanera y Abasto (RIOBA) puede brindar. Porque Guille es un convencido de la vital importancia del relacionamiento mutuo y la necesidad de reconstruir un tejido social que en está seriamente dañado y muy amenazado. Psicólogo social, docente en el Instituto del Tiempo Libre y Recreación y partícipe -o partero- no solamente del espacio de la Casona, que encabeza, sino también de otros colectivos relacionados a lo lúdico y a la salud mental. En el plano territorial RIOBA entrelaza a diferentes entidades que se potencian mutuamente en una búsqueda similar, cada cual desde su enfoque. La fecha de esta entrevista tampoco es casual, hace diez años presentamos en sociedad al MapAbasto.
     
Pero volvamos a la actualidad donde una de las “descendencias” de MapAbasto, podríamos decir, es RIOBA. Y acá, si bien esta revista, como la Juegoteca de las Escuela de Tucumán entre Agüero y Gallo y otros espacios apoyamos, en este momento, nos cuenta Guille, “son ocho las instituciones más activas: Hospital Ameghino, Espacio Psiconalítico, Centro de Salud del Abasto (SESAC Nº 11), La Vereda, Jardín de Juegotecas Creciendo, Jardín de Juegotecas Casa Abasto (que se está mudando), Cujuca (Cumbre de Juegos Callejeros) y la Casona Humahuaca”.
    Y sintetiza: “Los actores hoy estamos fundamentalmente relacionados con la salud y la salud mental. En casos, como La Vereda se utiliza y articula con espacios de salud”.
    Al preguntarle sobre Casa Abasto explica que “Casa Abasto cierra porque su dueña, Noemí, se muda al Uruguay. Así que la Juegoteca de Casa Abasto está buscando un nuevo espacio [que a último momento antes de imprimir parece será la Fundación Labad Julabeido, Tucumán 3268]. Y por otro lado también La Vereda está buscando un nuevo lugar físico... No se sabe que va a pasar ahí.” Y dejamos así a la luz del día la problemática habitacional que paradójicamente no se soluciona con mayor edificación.

Modos en que este entrelazado funciona
“En RIOBA no hay intención de institucionalizar nada. Hay un eje fundamental en el encuentro callejero” explica Guille y desarrollo: las fiestas callejeras cuentan con el apoyo y la participación de las personas o instituciones de la red que se sumen, lo cual es un gran paso al momento de organizar una movida grande en la calle.

    “Lo primero que sucede en RIOBA es que nos contenemos entre las instituciones y nos prestamos o intercambiamos recursos. Ahora, para que un vecino se pueda sumar tendría que venir desde alguna de las instituciones. O desde Convergencia, que es un espacio que se armó en la Casona donde los cuartos martes hacemos reuniones de salud. Lo organizan Lucrecia (La Vereda), Mariquí (Cesac) y Mariella (Casona) y las charlas sobre la despenalización y el aborto vienen siendo muy concurridas. De hecho en la última vinieron dos profesoras de una Cátedra de Psicología de la Universidad de Buenos Aires que tienen intención de hacer algún tipo de convenio comunitario.
    ”También Gustavo Gurovich, del Espacio Psiconalítico que empezó a participar este año, y vino a las del aborto con alumnos de la UBA”.
    Eso me recuerda, y se lo digo, a cuando la gente de la Cátedra de Arquitectura de la Universidad de Palermo se sumaron a Cultura Abasto e hicieron un relevamiento arquitectónico del barrio que culminó en la maqueta del Abasto (para quien la quiere ver está en la Casona).
   “Suceden cosas como que el otro día Claudia Bang, que participa en RIOBA desde UBA Conicet, pasó un powerpoint en el Sesac y comentó que RIOBA es una de las únicas redes que trabaja con recreación en la calle, terminó con un video de la red y al final jugamos con telas. Estaba la directora del centro de salud que cuando le dimos la palabra, en lugar de hacer un cierre formal, se involucró y cerró desde un lugar lúdico. Fue muy lindo.”
    ”Hay otros modos de articulación. Por ejemplo, Lucrecia de La Vereda nos contó”, explica Guille “que las señoras que vienen a La Vereda les cuesta mucho ir al centro de salud y reclamar sus derechos. Y que ella les suele hacer las citas en el Cesac a través de Érica mediante un simple llamado”. Y agrega, “ellas hicieron sus libretas sanitarias en el Sesac. Lo mismo los del Café Basaglia (empresa social que incorpora a pacientes externados de psiquiátricos) que ahora hacen funcionar el bar de la Casona durante el día.”

La comunicación
Luego Guille habla del problema de transmitir, documentar y comunicar todo lo que se hace. Por un lado la Casona tiene desde hace un tiempo un convenio con la Vaca Bonsai que viene haciendo coberturas audiovisuales de muchas de sus actividades. También tienen relación con FM La Tribu, donde se les ofreció un espacio de una hora semanal durante febrero para un programa de la Casona.

¿Cómo ves la parte social del barrio?
“Para una fiesta callejera ahora piden dinero para un seguro de responsabilidad civil. Si se hace una fiesta callejera grande 500 pesos no es nada. Pero cuando se hace un Cujuca normal lo que piden es un montón. Se vienen resolviendo cada caso de modo diferente. Otra cosa que juega en contra es que tiene que responsabilizarse una asociación civil. Y ese es un inconveniente formal al estar organizados como red.”

Respecto de aquel diciembre hace 10 años cuando la gente salía más, participaba más, con hoy... ¿hemos progresado en el retramado del tejido social?
“Creo que las dos cosas. Digámoslo de este modo: no podrían estar cerradas las plazas si la comunidad pediría que estén abiertas. Hicimos un trabajo de Quinto Ciclo en el Instituto de Tiempo Libre y Recreación y ahí los pibes decidieron hacer una jornada nocturna en la Plaza Monseñor D´Andrea. Cuando fuimos nos topamos con que la cerraban a las ocho de la noche. Así que protestamos y se sumaron muchos vecinos en esa acción. Los del instituto no podían creer, ni tolerar, que la cerraran. Una plaza, además de ser un lugar de encuentro debería ser también un lugar de intercambio de información, de contención de brillar con arte lo que pasa alrededor. Además, ¡si hay un incendio o un derrumbe, el lugar dónde hay que ir es la plaza, ¡y ésta está cerrada!
    ”Por un lado hay una tendencia de seguir con esta privatización del espacio público y por otro hay mucha juventud, al menos la que yo encuentro en la Casona o en el instituto, que está luchando para que las cosas sean diferentes.
”Nosotros ponemos mucho de lo nuestro en la calle. El viernes pasado (2/12) festejamos las 200 funciones de TEA (Teatro Espontáneo Abierto) en la calle con la intención de que pudiera estar el que quiera. Como Lucho, que vive en la calle, en la esquina, que de hecho participó. Que la calle sea un lugar de encuentro como lo fue siempre, como lo es en cada pueblito. Pero acá estamos en una metrópolis y hay que encontrar la forma”.
    El Corte Cachengue de octubre disparó el concepto de colonización y la búsqueda de cómo descolonizarnos. Ahora está entusiasmado con Jupsi, dispositivo de juego y psicodrama, que viene presentando esta problemática.

El barrio que fue y ya no es...
“Extraño a los vecinos de esta cuadra que tenían una participación activa: desde brindar la electricidad para una fiesta callejera hasta habilitar un baño de emergencia. Hoy sigue pasando que me palmean y me preguntan cuándo hacemos la próxima fiesta. Y por suerte hemos tenido muy pocas críticas por lo general con timidez o inhibición. La última fue de una familia que nos confesó que les molestaba el cine de los lunes en la calle porque luego quedaba la gente hablando y eso les molestaba para dormir. Así que el cine lo pasamos para dentro de la Casona.
   ”Hoy la participación es más tímida. Estimo que algunos dirán «hoy los chicos de la Casona van a hacer algo, tenemos que pensar donde dejamos el auto».
”Pero el 2001, si bien participaba mucha gente, fue cargado de mucha angustia. Y muchos de ellos quedaron incluidos en actividades de la Casona: unos haciendo las Baldosas X la Memoria y otros poniendo en marcha el Café Basaglia.
    ”Eso sí, cuando se hacen juegos vienen muchos vecinos. En La Vereda (la última fiesta callejera), cuando largamos el Cujuca abrimos como siempre gritando “Cujuca” y la mitad contestaron “¡¿Qué!?”, ya sabiendo de qué se trataba. Entonces explicamos que es un diálogo preestablecido.
    ”Para mí el espacio público es el lugar que está detrás de cada casa, es el espacio donde nos tenemos que sentar para que las cosas que suceden en el barrio funcionen.
    ”En estas cuadras se ve que mucha gente no participa tanto porque quiere ser más invisible para que no los echen. A otros ni les interesa, están en otra.
”Así como hay vecinos de la ciudad que participan del Cujuca donde se haga, en la última también vinieron a filmarlo para un documental de PakaPaka y Canal Encuentro.
   ”En estas dos cuadras se han hecho ocho edificios nuevos. Más allá de tapar el sol cambia todo el tejido social. Para nosotros implica comunicar para que los nuevos vecinos sepan que se metieron en un barrio que ya tiene historia.
”Sé que hay mucha gente que no viene a las actividades, pero sabe lo que pasa en la Casona aunque no se engancha. La otra vuelta un vecino me dijo: «esto es un paraíso, cada vez que vengo del centro, paso por acá a tomarme una cervecita, antes de irme a casa».”

R.S.


MapAbasto
El MapAbasto se lanzó con una inmensa fiesta callejera en el edificio que había sido de Babilonia (hoy Uniclub). Dicho mapa que plasmó la vida social y cultural del barrio en su momento -gestado originalmente por la Casona, el Atelier de Alberto Morales y esta revista- logró contar con un enorme apoyo zonal donde se sumaron el Imaginario Cultural, Torre Blanca, Proyecto Tango, el CGP de la zona y una inmensa cantidad de espacios que ocuparía demasiado espacio publicar aquí (y siempre queda el riesgo de olvidar alguno lo cual no queda nada bien). Cabe mencionar es que la ilustración fue de Rep.

Patrimonio abastense
Guille: “Recuerdo cuando me mudé hace más de once años, que quería entender la idiosincrasia del barrio. Pensaba que era Almagro, pero pronto vinieron los pibes me señalaron el Chaplín que está pintado en el frente de la Casona y me dijeron «no lo vas a sacar éste, ¿no? mirá que es parte del Abasto». Susana del quisco, «Guille este es el Abasto, no Almagro». Uvita me señalaba: «este es el Abasto, eso es el Abasto, vos ahora sos el Abasto». Y la revista El Abasto, aunque apenas tenía un año, funcionó como una ventana a ese nuevo barrio. Lo que noto es que eso patrimonial que todo el mundo occidental cuida, una identidad que se potencia, acá se olvida.”


Revista El Abasto, n° 138 , diciembre 2011.


 

 

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