¿PROstíbulos
bancándolo?
Hace unos días
sale a la luz –gracias a La Alameda,
Asamblea Popular y Cooperativa de Trabajo
“20 de Diciembre” de Parque
Avellaneda- que la hija de un proxeneta
y traficante de mujeres, el ex agente
de la SIDE Raúl Martins, tendría
relación con el jefe de Gobierno
porteño, Mauricio Macri, y que
hasta habría llegado a financiar
parte de su campaña política.
Los diarios del mundo reflejaron esta
seria acusación, mientras acá
la rama de los medios de la oposición
nacional se concentraron principalmente
en discutir si la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner habría
tenido o no cáncer cuando se la
internó y si todo ese mal momento
hubiese sido una simple estratagema política
para generar empatía. Vergüenza
ajena da cuando periodistas de pronto
se convierten en oncólogos, mientras
especialistas en cáncer de pronto
alimentan a las fieras con teorías
insostenibles.
En otros países la relación
entre la red de trata de Martins y nuestro
“alcalde” se plantea como
serio con títulos como “Un
red de puticlubs pagó la campaña
electoral del alcalde de Buenos Aires”
en El Mundo de España o en El Universal
de México donde titulan: “Ligan
a Macri con red de prostitución”.
Por Página/12 nos informamos que
Martins fue agente de la SIDE durante
13 años y que luego se habría
vinculado con el negocio del proxenetismo
en esta ciudad y Cancún. Su hija,
Lorena, sostiene que se acercó
a su organización para conseguir
información y recientemente presentó
una denuncia ante la Justicia argentina.
El método es el más trillado
y denunciando en muchas películas:
engañar a mujeres (argentinas)
para que viajen (a México) y una
vez allá les retendrían
el pasaporte para derivarlas a los prostíbulos
donde viven en condiciones severas y encima
“endeudas” con el pasaje y
la estadía.
Lorena Martins además denunció
coimas a policías y a funcionarios
porteños e incluye correos electrónicos
donde constaría un aporte para
la campaña ante el ballotaje de
mediados del 2011 para nuestro actual
jefe de gobierno.
Hay también una foto en la cual
Macri y su esposa Juliana Awada, aparecen
en “Mix Sky Lounge”, un cabaret
de Martins en Cancún con un par
de personas a su lado. Desde el macrismo
reconocen la foto pero la atribuyen a
que fue tomada durante la luna de miel
de Macri y Awada. Para La Alameda la cosa
es más seria: “El hombre
sentado al lado del jefe de Gobierno es
Gabriel Conde, procesado y prófugo
de la justicia por regentear a fines de
la década de los 90 el prostíbulo
“Shampoo” donde explotaban
mujeres traficadas de Brasil y República
Dominicana” sostienen en su portal,
y prosiguen: “Gabriel es el hijo
de Luis Conde, quien creó “Shampoo”
y fue un reconocido dirigente del club
Boca Juniors. Luis llegó a la vicepresidencia
de Boca y fue aliado de Mauricio Macri
para que éste obtuviese la presidencia
del club xeneize”. Todos estos datos
y muchos más fueron remitidos a
la justicia federal por La Alameda.
Llama la atención que la causa
quedó en manos del juez Norberto
Oyarbide, quien es íntimo de Raúl
Martins...
Para los memoriosos es complicado olvidar
aquella filmación ante un corto
de campaña –que se filtró
y salió al aire vía Youtube–
donde Mauricio Macri dice, ante las acusaciones
de que su gestión beneficiaba las
tintorerías de su vicejefa, Gabriela
Michetti y a su esposa de Juliana Awada
de generar ropa con trabajo en talleres
clandestinos con trabajo esclavo: “Estamos
con poco trabajo, Pino, hay que darle
trabajo a Constitución. Yo puse
una tintorería, un prostíbulo,
una tintorería, un prostíbulo”.
La risa de los oyentes se escucha. Sin
embargo, nosotros no detectamos lo cómico
y nos cuesta concebir amigos de la mafia
presidiendo esta ciudad. Lo justo sería
que Macri aclare el caso de modo convincente.
Rafael Sabini
[email protected]
Revista El Abasto, n° 140 , febrero
2012.