¿Quién
recuerda a Domingo Conte?
Los que pasamos la barrera
del sonido –entiéndase esto
por 80 años de permanencia ininterrumpida
en este mundo- lo reconocerán (o
no), un cantor contemporáneo de
Gardel, que supo tener en los años
40 una gran popularidad y atraía
multitudes en sus representaciones en
los clubes de barrio a lo largo y ancho
del país.
Domingo Conte quedó sepultado en
el olvido mientras que ha Gardel se lo
recuerda con admiración y fervor
a través del tiempo y las generaciones.
El Morocho del Abasto es indiscutiblemente
el ídolo argentino por excelencia.
El dicho popular “cada día
canta mejor” así lo confirma.
Nadie lo iguala en su grandeza que se
acrecienta con el tiempo.
Es por eso que yo puedo parecer reiterativo
en mi juicio sobre la escultura emplazada
en la cortada que no lo representa y además
nos deja muy mal parados como argentinos.
Una pregunta para cerrar: ¿para
cuándo el monumento que el Zorzal
Criollo se merece?
P.C.