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CARTAS & APORTES
Peor que la edad
de piedra
Estimados: Les escribo este correo por una
situación que me excede, como vecino,
ciudadano y llanamente como ser humano.
Sucede que he notado como progresivamente
sobre la plaza de los Dos Congresos ha avanzado
la instalación de carpas y asentamientos
precarios (léase telas, plásticos
y colchones) en el que viven tanto hombres,
mujeres y niños.
Me asombra como en plena época donde
un gobierno local cuenta con ministerios
especializados para asistir a la gente que
vive en la calle, se tenga que ver a este
lamentable espectáculo de la desidia.
Es posible que la realidad supere a la ficción,
pero la escena de ver una de las plazas
más importantes de Buenos Aires en
estas condiciones da pena como vecino del
lugar. Ni que hablar de la situación
a la que se expone la gente que, vaya a
saber uno la situación particular
de cada cual, habita allí.
Reitero, no se trata de gente que “afea”
la vía pública. Se trata de
vidas degradadas, reducidas a sobras de
este mundo que, en definitiva, nos salta
diariamente a los talones a todos. Algunos
todavía zafamos, otros están
peor que en la edad de piedra.
Ezequiel Bermúdez
Comuneros PRO en
defensa de Macri
Sr. Ing. Mauricio Macri
Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires.
De nuestra mayor consideración.
Por medio de la presente, los Presidentes
de las Comunas de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, queremos manifestarle nuestro
absoluto apoyo a la decisión comunicada
por el Gobierno porteño de suspender
momentáneamente la negociación
por el traspaso del subte a la órbita
de nuestra ciudad.
Consideramos que es fundamental poder avanzar
en la transferencia del servicio bajo reglas
claras y de cooperación. En este
sentido, no podemos aceptar mezquindades
políticas que deriven en medidas
unilaterales que afectan la calidad del
servicio y la seguridad de los usuarios,
dejando como rehén al vecino que
necesita viajar para poder trabajar o encontrarse
con su familia.
Nuestra función como Presidentes
de las Comunas, nos brinda el beneficio
de poder contactarnos cara a cara con la
gente, pero también enfrentarnos
con sus problemas y angustias. Es por eso
que apoyamos su decisión de solicitar
al Gobierno Nacional un traspaso ordenado
y transparente, que no nos convierta en
cómplices de poner en peligro la
seguridad de los usuarios del subte por
la falta de inversión y presencia
policial.
Desde cada una de las comunas que representamos,
reafirmamos la confianza depositada en usted
y asimismo le ofrecemos nuestra colaboración
con el fin de encontrar la mejor solución
para los vecinos de Buenos Aires.
Atentamente,
1- Cristina Brunet/ 2-Facundo Carrillo/
3- Christian Etchezuri/ 4- Jorge Apreda/
5- Marcelo Bouzas/ 6- Marcelo Iambrich/
7- Guillermo Peña/ 8- Eva Ferraro/
9- Nestor Dinatale/ 10- Agustin Ferrari/
11- Carlos Guzzini/ 12- Nestor Dall Alpi/
13- Gustavo Acevedo/ 14- Maximiliano Corach/
15- Ignacio Crevena.
Subtes: “Con
nosotros no, Macri”
Generalmente cuando se construye se altera
el paisaje debido a la interferencia de
la obra con el entorno. Los espacios verdes
son elementos cruciales de gran valor ambiental
en el desarrollo de las obras, más
aún cuando se tratan de zonas urbanas
donde estos bienes son escasos. Antes de
remover la cubierta vegetal y especies arbóreas
es necesaria una planificación adecuada
que considere el cuidado del medio ambiente
y el cumplimiento de la legislación
en materia ambiental.
Cuando el año pasado el jefe de gobierno
Mauricio Macri inauguró con una pomposa
fiesta la estación Parque Patricios
de la línea “H” nadie
advirtió que detrás del monumento
de Monteagudo –a metros del evento-
quedaban las ruinas de un maltratado espacio
verde en el Sur de la Ciudad. Se trataba
de la plazoleta Cnel. Pringles, debajo de
la cual se comenzó a construir una
subestación transformadora para el
subte, que luego fue interrumpida cuando
apareció el dueño y reclamó
el inmueble. Funcionarios del macrismo intentaron
convencerlo (inútilmente) para que
venda el predio.
La plazoleta ubicada en Monteagudo y Patagones
quedó abandonada y cercada con unos
chapones amarillos ocultando parcialmente
un pozo de más de diez metros de
profundidad y dejando un visible impacto
ambiental.
Salvando las distancias, en el Norte de
la Ciudad, las cosas son bien distintas.
La justicia porteña frenó
la obra de subte en la plaza Intendente
Alvear del barrio de Recoleta por violar
la normativa ambiental y la falta de protección
del patrimonio natural y cultural. La medida
obedeció al recurso de amparo interpuesto
por la ONG “Basta de Demoler”
que denunció la destrucción
de la barranca y el retiro de árboles
de más de cien años de antigüedad.
Probablemente la reimplantación de
los árboles en el sitio original
será una difícil tarea, por
no decir imposible, por la poca profundidad
del techo de la futura estación Plaza
Francia que impedirá alojar sus raíces.
No es la primera vez que esto pasa. Cuando
se construyeron las cocheras subterráneas
en las plazas Emilio Mitre y Parque las
Heras el juez Roberto Gallardo las suspendió
por la tala indiscriminada de árboles
y porque no se habían tomado los
recaudos necesarios para reponerlos de manera
adecuada. Posteriormente el juez llamó
a las partes involucradas a debatir el tema
en Audiencia Pública. Todo parece
indicar que el actual presidente de SBASE,
Juan Pablo Piccardo, no se lleva bien con
los árboles. Cuando estaba al frente
del Ministerio de Espacio Público
una rama de un árbol cayó
sobre una niña ocasionándole
fractura de cráneo lo que le costó
el puesto de ministro y una causa penal.
Ahora, se fue al otro extremo, permitió
que la Contratista que construye las obras
de los subterráneos derribara árboles
de alto valor patrimonial a pesar de “la
prohibición de la tala o trasplante
de las especies vegetales” en un Área
de Protección Histórica.
La destrucción de los árboles
añejos de la plaza Intendente Alvear
no solo tiene repercusiones ambientales
sino también económicas que
se materializarán en reclamo del
Contratista por mayores costos y alteración
del cronograma de las obras. Ante el medio
ambiente también rige el “más
vale prevenir que curar”, en lugar
de corregir, reducir o compensar impactos
ambientales negativos es preferible prevenir,
y esto se logra con buen diseño,
planificación adecuada, control responsable
y sobre todo con conciencia ambiental.
Agrupación Amigos del Subte
ProMilonga
Esta creación artística porteña
que es el tango tiene hoy su expresión
más movilizadora en las milongas.
Aquí se conservan, se transmiten
y se crean las formas del baile social.
Aquí el encuentro íntimo de
los cuerpos, el abrazo de las parejas, genera
múltiples sensaciones que bullen
en el interior de cada bailarín.
Con repercusiones en el “afuera”,
donde existe una vasta red de intereses
económicos y políticos: clases
de baile, venta de zapatos y vestimenta,
venta de discos, videos y libros, publicación
de revistas, festivales y campeonatos, hotelería,
etc.
Sin embargo, esta actividad cuyo carácter
de auténtica creación cultural
local y cuyos beneficios fueran reconocidos
por los legisladores de la ciudad y nacionales,
incluso por la UNESCO, viene padeciendo
de un continuo hostigamiento por parte de
los organismos oficiales de inspección.
Si bien existe una ley específica
para la habilitación y verificación
de los Salones Milonga, los requisitos para
su funcionamiento son bastante altos; dicho
de otra manera, se hace necesario invertir
dinero para conseguir una habilitación.
Y no siempre las entidades y organizadores
cuentan con ese capital.
Después de la tragedia de Cromañón
se han extremado las inspecciones en las
milongas. Se constatan infracciones por
el incumplimiento de las normas vigentes,
se labran actas y, en los casos de falta
de habilitación, se procede a la
clausura de los locales.
Las milongas no se caracterizan por ser
un negocio generador de ganancias extraordinarias.
Tienen muchos gastos en personal –meseros,
boleteros, musicalizadores, vigiladores
de estacionamiento–, alquiler, limpieza,
mantenimiento, electricidad, tasas e impuestos,
publicidad. Y, puede decirse que con lo
que cuesta una entrada, resultan ser uno
de los entretenimientos más baratos
de la ciudad.
Por estas razones se hace necesario instituir
un régimen especial de apoyo financiero
a las milongas, similar al que ya existe
en la ciudad para el teatro (ProTeatro,
Ley 156 y sus modificaciones), para la danza
(ProDanza, Ley 340) y para la actividad
musical (Régimen de Concertación,
Ley 3.022).
Ahora hace falta una ley ProMilonga que
disponga la entrega de subsidios y exenciones
tributarias a las instituciones, confiterías
y otros locales; a los concesionarios; y
a los organizadores de milongas. Además,
disponer se otorguen créditos a tasa
preferencial y a largo plazo a través
del Banco de la Ciudad de Buenos Aires.
Con ellos podrían realizarse las
inversiones necesarias para adecuar los
locales a las normas vigentes y reducir
al mínimo su incumplimiento. Habría
tranquilidad y seguridad para los organizadores
y para los bailarines.
Los recursos provendrán de lo que
anualmente fije la Ley de Presupuesto, del
aporte de la UNESCO correspondiente a uno
de los planes anexos a la Declaración
del Tango como Patrimonio Intangible de
la Humanidad, de donaciones o legados, de
los fondos que resulten del reintegro de
subsidios reembolsables y de subsidios no
utilizados.
Para la distribución de los fondos
se nombraría un directorio integrado
por representantes de las entidades, de
los concesionarios de los locales y de los
organizadores de milongas.
Y así se apoyaría efectivamente
a la cultura nacional y a una actividad
que es fuente de beneficio para muchos sectores
de la sociedad.
Tito Palumbo
Editor de B.A. TANGO
San
la Muerte
Desde hace algunos años los sigo.
De forma salteada, pero siempre leo hasta
el último renglón. Les escribo
esta carta porque el otro día pasé
con el auto por la calle Agüero sentido
sur. Casi en la esquina con Sarmiento, mitad
de cuadra más o menos, miré
a la derecha y vi una ermita negra. Al fijar
la vista leí San La muerte. Luego
de unos días, me acordé que
hace un tiempo habían hecho una nota
sobre los distintos monumentos que por el
Abasto habían dedicado al Gauchito
Gil. Bueno, ahora la gente que vive y trabaja
por la zona (mi caso es el segundo) tiene
otro ídolo popular siendo adorado
por las calles del barrio.
Saludos a todo el equipo
Liliana Márquez
Grupo de teatro busca
sala
Teagrupo (elenco teatral creado el 24 de
junio de 1991) necesita una sede permanente
para desarrollar sus actividades teatrales,
como ser talleres de formación e
investigación teatral, ensayos de
las obras que subirán a escena durante
el año y la posibilidad de estrenarlas
en el mismo espacio.
El lugar requerido puede ser de diversa
índole. Teatro, centro cultural,
club, sociedad barrial, asociación
mutual, organización social, etc.
En principio puede estar ubicado en Capital
o Gran Buenos Aires. La única condición
excluyente es que desee albergar a un elenco
teatral que se compromete a realizar una
basta actividad cultural integrada a la
institución que lo acepte. Las condiciones
de la relación serán acordadas
de común acuerdo.
En los veinte años de trayectoria
Teagrupo estrenó sesenta espectáculos
diferentes y realizó más de
seiscientas funciones.
Durante este tiempo tuvo diversas sedes,
desde el Centro Cultural Spilimbergo, la
Unión Vecinal de Saavedra, la Biblioteca
Popular Cornelio Saavedra hasta la Asociación
Mutual Sentimiento.
En todos los espacios se realizaron talleres
de aprendizaje teatral en sus diversas disciplinas
y se realizaron funciones de teatro en forma
permanente. Teagrupo actuó durante
siete temporadas en la Sala Spilimbergo
del Banco Credicoop de Saavedra. Se presentó
en teatros, escuelas, centros culturales,
salas teatrales, centros comunitarios, organizaciones
barriales y en la Sala Enrique Muiño
del Centro Cultural San Martín. Los
interesados pueden, comunicarse conmigo.
[email protected] cel. 15-5116-9393
Adolfo Valerga
Revista El Abasto, n° 141 , marzo 2012.
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