Carlos Díaz,
director de la Gloriosa de Boedo y referente
de la Mutual Homero Manzi
Balance murguero
Las comparsas
van guardando los bombos, poniendo en
perchas los uniformes coloridos. Se despiden
hasta el próximo verano. Mientras,
nos sentamos en la vereda a esperar, decidimos
hablar con Carlos Díaz, integrantes
de agrupación M.U.R.G.A.S., director
de la Gloriosa de Boedo y referente de
la Mutual Homero Manzi, emblema barrial
en Boedo y Almagro, y apreciar cómo
se vivió desde este festejo popular
desde adentro, entre canciones y bailes
interminables.
Carlos inicia el repaso
por lo que fue este mes a pura murga.
“El carnaval arrancó el jueves
26 de enero cuando desde la agrupación
M.U.R.G.A.S —la cual reúne
a murgas de la ciudad para reforzar la
identidad carnavalesca— decidimos
realizar una movilizaron por la avenida
Corrientes para dar la bienvenida al carnaval”.
A su vez, esta peregrinación de
colores y música por el bajo porteño
“tuvo dos motivos: por un lado,
mostrar el resultado de los artistas callejeros
—que somos los murgueros—
a la gente y, por el otro, publicitar
por nuestra cuenta el carnaval”.
En este punto, Díaz aclara que
“si bien existe una ordenanza de
1997 (52039) donde se establece al carnaval
como Patrimonio Cultural de la Ciudad
de Buenos Aires, sin embargo, no se lo
difunde como debería desde el gobierno
porteño”. “Solo se
repartieron folletos y se colocaron afiches
en los corsos”, resalta como un
aspecto negativo.
De todos modos, los ánimos estaba
expectantes ante un hito en la historia
del carnaval reciente: “Este fue
el segundo año que se contó
con el feriado de carnaval: tras muchos
años de no tenerlo por la dictadura
militar que lo derogó, desde comienzos
de 2010 la presidencia de la Nación
tendió puentes con la gente de
las murgas de todo el país para
así lograr volver a tener el feriado”.
Con respecto Carnaval Federal de la Alegría,
que iba a tener agrupaciones internacionales
y locales en la 9 de Julio, Carlos relata
que las murgas iban a tener un “día
exclusivo”. Sin embargo, luego de
la tragedia que significó el siniestro
ferroviario ocurrido en la estación
Once de Balvanera, el gobierno de la Nación
decidió suspender los festejos
en muestra de luto.
Si bien quedaron con las ganas del evento
porque “iba a ser parecido al montado
para los festejos del bicentenario”,
para Díaz el balance sigue siendo
positivo: “El estado entendió
el fenómeno popular que representa
el carnaval y lo mostró haciendo
este encuentro internacional”.
En tanto, sobre las calles del barrio
“cada año se ve más
gente”. “Queremos demostrar
que las murgas están a la altura
de las circunstancias. Fuimos bien recibidos
en todos los barrios a los que fuimos.
Por los vecinos y las familias. El vecino
es parte y no solo mero publico en el
carnaval”, sintetiza.
Y para finalizar este contacto con el
referente de la agrupación M.U.R.G.A.S,
asegura que desde fines de los noventa
hasta la actualidad en carnaval “el
crecimiento es artístico, además
de numérico”. “Lo popular
no tiene que ser sinónimo de berreta.
Se cuida y revaloriza”, remata con
énfasis y satisfacción.
Ahora, mientras lo despedimos, aguarda
por este murguero del barrio un más
que merecido descanso luego de otro buen
verano de carnavales. Será hasta
el próximo.
J.M.C.
Revista El Abasto, n° 141 , marzo 2012.