Historieta con el Abasto,
del guionista Alejandro Farías
y el ilustrador Hurón
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a leer
La magia porteña
se hace cuadros de historieta a través
de la compilación editada por Loco
Rabia. Como un tango gardeliano, 18 historias
de amor se despliegan en este libro, ilustrado
por casi una veintena de dibujantes. Charla
con el guionista y editor Alejandro Farías
y el ilustrador Hurón, quienes
pusieron al viejo Mercado de Abasto Proveedor
en viñetas.
De los techos porteños discurren
como una lluvia revoltosa historias de
todos los colores, todas las texturas
y finales posibles. Para Alejandro Farías,
guionista y editor del sello Loco Rabia,
fue como sembrar ideas y cosechar un proyecto
colectivo, arriesgado y gratificante.
Junto a él, emprendieron este camino
de historias románticas -con la
ciudad en primer plano- el guionista Thomas
Dassance (colaborando en el relato "Constitución”)
y las plumas de los siguientes artistas
gráficos: Quique Alcatena, Carlos
Aon, Jesús Cossio, Muriel Frega,
Leo Gauna, Dante Ginebra, Hurón,
Karlo Lottersberger, Natalia Medrano,
Jorge Quien, Leo Sandler, Matías
San Juan, Fermín Solís,
Rodrigo Terranova, Marcos Vergara, Pablo
Vigo, Erica Villar y Otto Zaiser.
Guapo es el que
labura (y edita)
“Después de ver las películas
Paris je t´aime y New York, I love
you, me encontré poseído
por un espíritu demoníaco,
ese que dice: «Si le gusta, hágalo
usted mismo». Así que me
arremangué y puse manos a la obra.
¿La idea? Escribir dieciocho historietas
de amor que tuvieran como escenario la
geometría de Buenos Aires y que
cada historia fuese como una muñeca
rusa, que el lector va abriendo hasta
llegar a la matrioska final.”
Desde la página de Loco Rabia Farías
escribe esta reflexión. Sin embargo,
de visita por nuestra redacción
en la Casona de Humahuaca, con la tranquilidad
de quien supera las expectativas de un
proyecto, habla acerca de cómo
se gestó Mi Buenos Aires querido.
La historia de las editoriales de historieta
en Argentina es sinónimo de empuje
y garra, mucha garra. Luego de repasar
vericuetos, fechas de cierre y distribución,
Alejandro evoca, en tono retrospectivo,
que aquello que arrancó en 2008
hoy se consolidó como una editorial
con 25 libros publicados y planes a futuro.
“Además de historietas, hay
poemas y ensayos”, detalla.
En este caso, afirma que Loco Rabia alcanzó
cierta estabilidad ya que “los libros
se financian solos, no hay que seguir
poniendo de nuestro bolsillo, eso es todo
un logro en el mercado argentino”.
Con respecto a la pata financiera, Farías
menciona que se valen en algunos casos
de apoyos institucionales, tal es el caso
del programa de mecenazgo ofrecido por
el gobierno porteño, al que accedieron
para Mi Buenos Aires querido. “Igual
seguimos remando”, aclara sin desanimarse.
El
Mercado Proveedor hecho viñetas
“Tenía ganas de escribir
historias de amor en Buenos Aires, ahí
pensé que los relatos debían
mecharse —repasa Alejandro—,
ahí pensé que los barrios
debían ser más turísticos,
ser reconocibles, los dibujantes se engancharon
mucho, cuando vi el libro salido de imprenta
noté el compromiso que puso cada
uno”. Aparte de Balvanera, hay escenas
en Palermo, Plaza Miserere, Parque Lezama,
Plaza de Mayo, entre otros.
“Me relaciono con el Abasto ya que
por mi trabajo vengo seguido a los teatros
de la zona. En particular, me gusta la
salida de la estación Carlos Gardel,
Agüero y Corrientes, para mí
es una esquina emblemática de la
ciudad; también se respira algo
bien tanguero, de cuchilleros, cosa que
me inspiró para el relato”,
opina Farías.
Con respecto al trabajo del dibujante
Hurón, sostiene que fue “muy
plástico, capturó mucho
la idea” y en consecuencia “potenció
el guión”. Si bien al principio
un ilustrador brasilero se iba a hacer
cargo, a tres semanas del cierre éste
se excusó de no poder hacerlo.
Entonces, le llegó el turno a Hurón
de entrar a jugar en la delantera de los
18 dibujantes, con Farías como
especie de DT. Y cómo lo hizo.
“Cuando terminé vi que los
personajes eran coherentes, la historia
y el dibujo se unían; al final
estaba todo como vivo y me gustó”,
sostuvo el dibujante a su turno. “El
Abasto es algo popular, pero los protagonistas
de la historia están en su mundo.
Intenté que el que no fuera de
la zona supiera que es un lugar con una
diversidad cultural muy amplia, el lector
tenía que darse cuenta qué
había en el barrio y poder apreciar
su textura”, detalla Hurón.
Desde la crítica, el periodista
especializado en historietas Andrés
Valenzuela (ver blog “Cuadritos”)
lo señaló como “uno
de los libros de historieta más
sólidos e interesantes de 2011”.
Aparte de la buena recepción entre
colegas, fue nominada para los nuevos
premios de Banda Dibujada.
No sabemos si, como en los tangos gardelianos,
“no habrá más pena
ni olvido”, porque con el amor y
el destino, “nadie la talla”.
Sin embargo, que a esta musa citadina
llamada Buenos Aires reconocidos dibujantes
la pinten como protagonista fundamental
de estos relatos es un gran homenaje;
casi como un piropo de arte.
J.M.C.
Revista El Abasto, n° 144 , junio 2012.