Entrevista al multifacético
artista Gaby Colman
“Practicar, escuchar,
sentir”
Guitarrista, cantante, dibujante, multifacético.
Gaby Colman, luego de tocar en varias
bandas, este año despegó
presentando en el circuito alternativo
porteño su debút discográfico:
su EP Road to the hole. Como vecino de
la zona, cualquier noche, en cualquier
bar nos puede sorprender armado de su
viola y su arsenal de grandes interpretaciones.
A estar atentos.
“Le mentí
a mi maestra de música, le dije
que sabia tocar la guitarra, así
que me vi obligado a aprender un par de
acordes en una semana”. Con esta
mentira piadosa, Gaby Colman, a los 10
años dio “por casualidad”
con el mundo de la música. Ya no
importa si la maestra se dio cuenta o
no porque algo quedó claro: “Desde
ese momento no me pude separar de mi instrumento.
Siempre quise entregarme a la música.
Desde que tengo memoria”.
Y esa cuestión
de hacerse camino tuvo sus motivos: Colman
nunca fue “paciente” para
recibir clases. “Todo lo que aprendí
es de escuchar discos, de ver videos de
músicos que me inspiran, que me
atrapan, veo sus gestos sus manos, así
también trato de ver la música”,
recuerda mientras define: “La intuición
es algo que llevé siempre adentro
y solo fui desarrollando. Practicar, escuchar,
sentir”.
¿Qué
escuchás como fuente de inspiración?
Empecé mi camino gracias a Tanguito.
Hace poco estaba metido hasta el cuello
con Jimmy Page, con Hendrix. Paralelamente
estaba muy hipnotizado por João
Gilberto, y Caetano Veloso. Actualmente
estoy entusiasmado con Bob Dylan, Bert
Jansch, la bossa nova, y Robert Johnson.
La literatura complementó este
proceso. Últimamente pude identificarme
con el afecto que tenía Hermann
Hesse (autor de El lobo estepario) por
el arte y lo dejó muy claro en
muchas de sus obras. Como él y
como muchos artistas apasionados siento
que el arte (en mi caso la música)
es un portal para escapar de la realidad.
Grabar un disco...
¿qué representó en
tu vida musical?
Tener el disco en mis manos y que haya
salido muy idéntico a lo que proyectaba
en mi imaginación fue la evidencia
de que teniendo un objetivo claro puedo
alcanzarlo, con dedicación y trabajo.
Una alegría muy grande es tener
música propia impresa, y muchísimas
ganas y ansias de seguir dedicándome
a grabar más y más. El disco
si bien es cortito, e instrumental creo
que son 23 minutos muy placenteros.
Tocaste en varios
grupos, ¿qué encontraste
diferente a tocar como solista?
Varias cosas, si bien por fin puedo hacer
lo que se me dé la gana (jaja)
también hay mucha soledad en ello.
Creo que ser solista no es mi propósito.
Pero lo tomo como un desafío porque
para ser un músico solista hay
que encontrar el equilibrio perfecto entre
la soledad, el poder, y el trabajo.
Varios músicos
señalan la autogestión –de
recitales, ciclos de música…–
como el mejor camino, ¿Cuál
es tu opinión?
Es lo más adecuado, si uno quiere
mostrar su música tiene que moverse
en todos los ámbitos, desde un
bar hasta un subte, pasando por la plaza
y por el callejón sin salida de
la vuelta de tu casa. Cualquier rincón
puede ser un buen lugar.
¿Por qué
decidiste hacer el arte de tapa vos mismo?
¿Hay otras vetas artísticas
que querés explorar?
Quería que fuese algo bien mío.
Quería que las imágenes
fueran de la mano de la música
del disco. Creo que lo logre. ¡Me
encanta dibujar! me encanta meterme en
mis dibujos e involucrarme con lo que
pasa allí. Me encanta estar rodeado
de los personajes de mis dibujos, me siento
muy acompañado.
Tocaste en lugares
como El Emergente, El Cisne... ¿Qué
experiencia rescatás de este circuito?
Siempre está muy bueno que haya
lugares que te den un espacio sin pedirte
mucho o nada a cambio. Siempre es agradable
ver que hay mucha gente que está
recorriendo el mismo camino que uno, que
hay gente muy virtuosa, o con mucha actitud.
Pagar para tocar NO TIENE
QUE PASAR. Un lugar donde tenés
que pagar por tocar es un lugar donde
no se tiene el más mínimo
conocimiento de lo que hacés, y
del esfuerzo que ponés en ello.
El que se dedica a hacer música
en serio, tiene que ser tratado con respeto.
¿Qué
te inspira la ciudad?
Algo de apego puede ser que tenga, si
bien me gusta juntarme o reunirme con
gente soy una persona más bien
solitaria. Y me encanta descubrir recovecos
nuevos, tengo lugares distribuidos por
la Capital Federal que me sirven para
descargar y recargar energías.
Este donde este siempre digo que el mejor
paisaje es mirar el cielo. Es tan inmenso
y ese mismo cielo que te ve parado ahí
está mirando también lugares
que jamás uno ha visto antes.
Tomás López