A 18 años del terrible
atentado a la AMIA
Memoria de un atentado
impune
“El atentado fue un éxito
absoluto para quien lo realizo”,
asegura Daniel Kumarovsky, uno de los
integrantes de la Asociación 18J
Familiares y Amigos de las Víctimas
del Atentado a la AMIA.
La Asociación
Mutual Israelita Argentina (AMIA) se originó
en el año 1894. En sus orígenes
se dedicó a ayudar a huérfanos
y viudas, a asesorar a inmigrantes judíos
provenientes en su mayoría de Europa
Oriental, y a organizar sepelios. Tal
es así que el primer nombre de
la institución fue Jevrá
Kedushá, que significa sepultura
honrosa. Es que hasta ese momento, en
Argentina, sólo existían
cementerios para los denominados disidentes,
disponibles para todas las confesiones
religiosas no católicas. Luego,
durante la Segunda Guerra Mundial, la
institución amplió sus servicios
y funciones volcándose a la ayuda
social. Con la llegada de los sucesivos
contingentes migratorios las actividades
crecieron, se multiplicaron y diversificaron.
Tal es así que en el año
1945 fue inaugurado el edificio que históricamente
conocemos en la calle Pasteur 633, ubicado
en barrio de once de la ciudad de Buenos
Aires.
En la actualidad la
mutual provee diversas actividades judaicas
formales e informales, tanto recreativas
como culturales y educativas. Además
ofrece diversos servicios a la sociedad
argentina como son la bolsa de trabajo
y los cursos gratuitos de capacitación.
Pero el 18 de julio
de 1994 paso lo que no tenía que
pasar. Una bomba exploto en el edificio
de AMIA que termino con la muerte de 85
personas, y con una tragedia que cambió
no solo a la comunidad judía del
país sino también a toda
la sociedad argentina. “Fue un atentado
a la Argentina con objetivo judío”.
Este mes se cumplieron
18 años de aquel atentado impune
y sin castigo para los asesinos. Como
respuesta a esta impunidad que data desde
el atentado, en el año 2006 se
creo la Asociación 18j Familiares
y Amigos de las víctimas del atentado
a la AMIA, en la cual se formalizo en
el año 2011, “con el objetivo
de brindar asistencia psicológica
y social a todas las víctimas,
y trabajar la memoria”, explica
Komarovsky que no tuvo ningún familiar
como víctima sino que decidió
ser voluntario: “A mi me mueve la
solidaridad… siempre hay que ayudar
a los mas necesitados”.
En el año 2006
el ex presidente Néstor Kirchner
reabrió la causa de AMIA a cargo
del fiscal Alberto Nisman. “Hubo
más apoyo moral y decisión
política en 4 años que en
14”, comenta Daniel y agrega: “Las
situaciones están comprobadas,
el gobierno de Menem desvió la
causa. Faltan saber quienes realizaron
los desvíos”
El día 12 de
julio la presidenta de la nación
recibió a la asociación
encabezada por Sergio Burnstein, y les
prometió la entrega de parte del
predio de la ex ESMA para crear un espacio
en memoria de las víctimas del
atentado. “En el edificio de AMIA
no había lugar para un museo de
la memoria… no hay ningún
homenaje a las víctimas del atentado”.
El acto oficial por
primera vez no contó con algún
familiar como orador, tampoco con la presencia
de la presidenta, que viajo a Bolivia,
ni del jefe porteño Mauricio Macri.
“A partir de la gestión de
Guillermo Borges se rompió el vínculo”
resume Komarovsky.
Esta asociación
que no cuenta con una financiación
propia, pero sí tiene el apoyo
de la Asociación 11M Afectados
del Terrorismo (víctimas del atentado
de Atocha, España), Tiene como
proyecto crear una agrupación de
víctimas en la ONU. “Estamos
profundamente comprometidos con la necesidad
de conocer la verdad y obtener justicia
intentando llegar a toda la sociedad”.
Federico Aizen
[email protected]