¿Mal cálculo?
El problema con el subte
y el paro de diez días despertó,
o más bien profundizó, una
serie de “debates” en las
redes sociales. Que en realidad son más
bien espacios que se caracterizan por
posicionar a los actores entre dos bandos:
los defensores del gobierno nacional vs
sus opositores. Los argumentos son muchas
veces pobres y muy agresivos.
El problema del subte
en sí es complejo, más si
lo entendemos inmerso en otra serie de
tensiones ideológicas y pujas de
poder. Lamentablemente las consecuencias
negativas las pagamos los que habitamos
esta ciudad.
Hoy en día, tal
vez la principal característica
del postmodernismo, estamos apabullados
de información, de argumentación
y, por qué no también, de
mentiras y ocultamientos. Eso aturde y
estresa a cualquiera. Sin embargo, mirado
desde otra óptica, este momento
pueden forzarnos a comenzar a pensar cada
cual por su propia cabeza, lo que brindaría
una posibilidad histórica única.
Ahora, abordemos el subte,
o mejor dicho la responsabilidad sobre
ese medio de transporte. El estado nacional
ha hecho un corto publicitario con la
voz de Pergolini, o alguien con tono similar,
que explica paso a paso el traspaso del
subte y el premetro.
La administración
porteña lo cuestiona mediante la
Legislatura, donde el PRO tiene mayoría,
y lo retruca con el mismo corto con placas
con textos mechadas para desenmascarar
“las mentiras”. Sin embargo,
en el “desenmascaramiento”
surge un dato errado con respecto al monto
que el GCBA recauda para el subte mediante
el ABL. Y ahí cae toda esa argumentación.
Ahora, repasemos brevemente
la cronología del traspaso del
subte basándonos en datos duros
de Télam:
3/5-1987 Se crea el “Fondo
permanente para la ampliación de
la red de subterráneos”.
Se financia con impuestos que pagamos
los ciudadanos de la C.A.B.A. lo administra
SBASE y está destinado a obras
(que según Nación nunca
se hicieron).
21/4-1999 Decreto 939/99. Transfiere la
fiscalización y control de los
subterráneos a la Ciudad de Buenos
Aires.
11/5-2000 La Legislatura porteña
sanciona la Ley nº 373, que adhiere
al Decreto 393/99 para “realizar
los actos necesarios para transferir la
fiscalización y control de dicho
contrato a favor de la Ciudad de Buenos
Aires”.
3/1-2012 Nación y Ciudad firman
un acta para iniciar el proceso de traspaso
de los subterráneos y premetro,
incluyendo la fiscalización, el
control y la potestad del servicio. Nación
se compromete al pago del 50% de los subsidios
por el término de un año.
Se establece un plazo de 90 días
para la formalización de las cuestiones
administrativas.
6/1-2012 El jefe de Gobierno porteño,
Mauricio Macri dispone un aumento de las
tarifas de subterráneos del 127%,
lo que despierta protestas de los trabajadores
del subte y usuarios, así como
numerosos amparos judiciales.
29/2-2012 Macri anuncia (luego de la tragedia
del Once con el ferrocarril Sarmiento)
la suspensión del trabajo de la
comisión mixta entre Ciudad y Nación
para el traspaso de los subtes con el
argumento de que la ciudad no puede hacerse
responsable de la seguridad en los subtes.
28/3-2012 El Congreso de la Nación,
con el apoyo de varios bloques convierte
en ley el traspaso de subtes a la Ciudad.
6/6-2012 El Gobierno de la Ciudad desiste
de una demanda contra el Estado por la
administración del subterráneo.
28/6-2012: “El Gobierno de la Ciudad
continúa ejerciendo la facultad
de fiscalización y control, como
se constata en la «Orden de servicio
75», documento de SBASE, que referencia
al «acta acuerdo de transferencia
de los servicios de transporte de subterráneos
y premetro del 3 de enero del 2012...».”
9/8-2012: Tras seis días sin servicio,
el GCBA dicta la conciliación obligatoria
en el conflicto gremial que mantuvo paralizadas
las seis líneas de subte y el premetro.
Se entiende que el subte
lo debe controlar el GCBA. Pero también
se comprende que si quitan el subsidio
(que mantienen solo este año) pronto
estaremos en graves problemas por lo que
no es una locura que Macri diga que el
subte subirá a $5,50. Lo que sí
será una locura va ser, para un
trabajador medio, pagar semejante boleto
y -por la diferencia de tarifas- otra
será el tránsito arriba.
Todo apunta a que nuestro
elegido para administrar el gobierno porteño
metió la pata al momento de firmar
un acuerdo que no nos beneficia. En su
defensa debemos reconocer que esta administración
porteña viene dando muchos pasos
trazados cuando en 1996 comenzó
la autonomía porteña.
Hoy veo dos caminos*.
Sentarse a renegociar, aceptando haber
cometido un error de cálculos.
O seguir a cara de perro, culpando a “aquella”
por un convenio que implica más
gastos para los porteños. Lo que
no puede un gobernante es negarse a administrar,
cuando fue para eso que lo eligió
el voto popular.
Rafael Sabini
[email protected]
* Habría que cotejar una tercera
opción (alguno la va a entender
irónica como cuando Swift propuso
saciar el hambre comiéndose a los
niños pobres) que saquen los vagones,
asfalten e iluminen para que podemos ir
y venir bajo tierra a pie. Tal vez sería
más lento, pero más seguro,
menos problemático y además
accesible para el bolsillo del laburante
de esta ciudad. En una de esas hasta habría
lugar para bicisendas.