Uno camina por
la calle Corrientes, y a partir de la
interacción con la avenida Callao
hacia el centro, empiezan asomarse los
grandes teatros comerciales, que con sus
carteles luminosos y afiches desvían
nuestras miradas a medida que avanzamos.
Pero no es el caso del teatro IFT (Idisher
Folks Theater).
“Escondido” en Balvanera,
desde el Once adentrándose en lo
que llamamos el Abasto, reclama ser escuchado
al igual que todos. “Demostrar la
cultura popular, tanto de origen judío
como nacional es el ideal del teatro”,
asegura Fanny Galperin,
secretaria general del IFT.
El teatro que actualmente se ubica en
la calle Boulogne Sur Mer 549, se fundó
en el año 1932 (primero en un local
alquilado frente a la Sinagoga de la calle
Paso al 400), y se construyó la
actual sede en el año 1952 con
el esfuerzo, en su mayoría de inmigrantes
de la comunidad judía zonal. Al
principio se realizaron obras en idish,
pero el tiempo modifico la situación
y el castellano lo reemplazo.
Por allí pasaron varios artistas
reconocidos como son Mercedes Sosa, Víctor
Heredia y Arturo Bonin “En la actualidad
dentro del teatro funciona una fundación
de cine, un instituto de música,
y hacemos exposiciones de cuadros. Además
somos unos de los pocos lugares que enseñan
radio teatro”. Pero el dato mas
curioso es que su sala principal tiene
capacidad para 650 personas, posee un
escenario giratorio y tiene 18 camarines,
“Ediliciamente fue pensado como
un teatro Colón”.
“Nuestros padres y abuelos hicieron
esta estructura para nuestras instituciones,
y desgraciadamente hoy en día es
muy difícil de mantenerlo”,
sintetiza Galperin.
El 31 de agosto el teatro fue declarado
por la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires sitio de interés cultural.
De esta forma se abre una puerta para
buscar patrocinadores y aumentar el nivel
de ingresos.
¿De que
se diferencian de los teatros comerciales?
Nuestra propuesta es mostrar la cultura
popular para que llegue a todo el mundo,
y para aquellos que tengan ganas de hacer
alguna expresión artística
tener un lugar para desarrollarla.
Como teatro independiente contamos con
un subsidio anual del Instituto Nacional
del teatro y del Proteatro. Pero no alcanza
para cubrir las necesidades como movimiento.
¿Que objetivos
todavía no han logrado concretar?
En lo artístico tenemos muchos
logros. Quizás tener la posibilidad
de estar más al día, de
poner al teatro un poco mejor, estar mas
cubiertos económicamente. Eso no
lo hemos logrado.
Tener en forma constante alguna obra que
nos identifique seria otra de las aspiraciones
a concretar. Como el caso de la obra de
Ana Frank se realizo en el teatro hace
tres años.
El teatro IFT abre sus
puertas e invita a todos a participar
de sus actividades, y ser parte de su
historia para que la función siga
continuando por muchos años más.
Federico Aizen
[email protected]

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