Multiespacio Pasco
Centros culturales como
fábricas de identidad barrial
Visitamos el Multiespacio
Pasco para charlar con sus referentes
sobre las políticas públicas
vigentes en la Ciudad, las organizaciones
que luchan por el reconocimiento de estos
espacios sociales, los cuales son “la
versión moderna de los clubes sociales
y deportivos”.
Hace unos meses visitábamos El
Popular, flamante teatro al sur de Balvanera.
En esta oportunidad, volvemos sobre esta
zona, límite de la Comuna 3 para
recorrer el Multiespacio, centro cultural
con casi una década de vida.
Al 1219 de Pasco, casi esquina México,
damos con el frente de una casa chorizo,
a la vieja usanza porteña. Frentes
con puertas de madrea altísimas,
ventanas ornamentadas y un aire de barriada
se repiten en toda la zona. Por dentro,
tras un ancho pasillo desembocamos en
una barra donde sus integrantes, tras
darnos la bienvenida, nos llevan primero
por la biblioteca popular Juana Azurduy
—donde más tarde sacamos
una foto para cerrar el encuentro—
para luego mostrarnos el escenario montado
en la sala principal. Al fondo la cosa
sigue: otro pasillo más y damos
con varias oficinas. Ahí desensillamos
para hablar con los referentes de esta
iniciativa política y cultural.
En lo formal, podemos decir que el triunvirato
que lleva adelante el centro cultural
está integrado por Juan Ignacio
Marasco, Pablo Farias y Santiago Dinelli.
En lo cotidiano, decenas de vecinos, militantes,
artistas y profesores pueblan el Multiespacio,
haciendo de él una casa de puertas
abiertas a la Comuna.
Mientras arranca una dinámica charla,
mates de por medio, sus referentes, presentes
esta vez Marasco y Farias, resaltan la
vida social del Multiespacio en esta casi
década de vida. También
comentan la militancia política
de sus integrantes, pertenecientes al
Colectivo por la Igualdad, agrupación
política, social y cultural independiente,
que ha participado en debates legislativos,
sanción de leyes porteñas
y suele hacer presentaciones judiciales
en el ámbito de la Ciudad.
Según su propio sitio web, “se
conformó en octubre de este año,
luego de la disolución de la agrupación
Jóvenes por la Igualdad (JxI) en
Ciudad de Buenos Aires. Los militantes
del Colectivo integraban el partido Coalición
Cívica (CC) y previamente el ARI,
y en 2011 formalizaron su alejamiento
de ese espacio político por diferencias
ideológicas”.
A su vez, en Pasco funciona la sede de
la asociación civil Centro de Estudios
y Acción por la Igualdad (CEAPI),
que “enfoca sus tareas de diagnóstico,
propuestas y litigio estratégico
en las áreas de vivienda, derechos
humanos, ambiente y derechos de la naturaleza,
cultura, diversidad sexual; tránsito,
transporte y movilidad; y descentralización
y comunas”; encabezada por el legislador
mandato cumplido por la CC, Facundo Di
Filipo.
“Siempre tuvimos la concepción
múltiple de la militancia”,
encara Marasco y se refiere a la “posibilidad
de abrir un espacio en el barrio”
que supieron tener para fomentar la “participación
política y cultural” en el
marco del post 2001.
Casi diez años más tarde,
una de las avanzadas más destacadas
en la Ciudad es la pertenencia al Movimiento
de Espacios de Cultura y Arte en la Ciudad
de Buenos Aires (MECA), sobre la cual
hemos hablado en varias oportunidades.
Los integrantes del Multiespacio rescatan
la voluntad colectiva para luchar “por
la ley de habilitación de centros
culturales, que el estado porteño
los reconozca como figura legal”.
Sin embargo advierten: “Estamos
frente a una Legislatura frenada. El desafío
es grande”.
¿Cuál es la importancia
para la vida barrial de estos espacios?
Marasco lo resume al hacer un breve repaso:
“La tradición asociativa
forma parte de nuestra identidad, la vida
social pasaba en el nacimiento del club
social y deportivo, el lugar de encuentro
de los vecinos. También fue importante
la figura del «cine club».
En el 2001 crecieron los espacios teatrales
de forma exponencial y los centros culturales.
Los centros culturales de hoy son hijos
de esa tradición asociativa. Estamos
en un momento donde la derecha es responsable
de ir hacia lo que no queremos, la desvinculación
social”.
Sin embargo, más allá de
este desafío legislativo que MECA
se puso al hombro, en la vida cotidiana
el perfil de Pasco, según sus propios
referentes, apunta a lo folclórico:
“Tuvimos talles en su mayoría
danzas folclóricas, danzas afro,
quena, quechua”.
Esta orientación también
se dio en paralelo a la configuración
de este sur de Balvanera: “En la
composición de los vecinos cambio
mucho y se ha notado una clase media típica
porteña, ahora se han convivió
con número de inmigrantes de países
limítrofes”. Si bien “en
otros barrios como Liniers, las comunidades
están organizadas y celebran sus
festividades”, su presencia en la
Comuna 3 es indudable.
En otras oportunidades dábamos
cuenta de la apertura, con apoyo de la
Junta Comunal, del Corredor Peruano. De
todas formas estiman que, lejos del consolidado
circuito teatral lindante con el ex Mercado,
en las inmediaciones de San Cristóbal
resta “construir territorialidad”,
pilar de la cultura en los barrios.
Ampliando el panorama, a nivel ciudad,
desde Multiespacio reflexiona que “la
cultura independiente la construye la
identidad de Buenos Aires”. Ante
la política llevada adelante por
la actual gestión, sectores de
la sociedad civil, tal el caso de MECA
o la Asociación Argentina de Teatro
Independiente (ARTEI) (ver número
de septiembre sobre el Abasto Social Club
y la referencia de esta agrupación)
“donde el sector independiente puso
los puntos al macrismo en sentido normativo”.
“Existen asociaciones nuevas que
encaran las funciones que no han cumplido
los sindicatos —resaltan—
ya que definen a los artistas y los espacios”.
En este sentido, concluyen: “Una
vez que los debates por tener abierta
la cortina sean una instancia superada,
estos espacios tienen que seguir existiendo
con la finalidad de profundizar el debate
de qué políticas culturales
se quieren para la ciudad”.
J.M.C.