Numerón en medio
del apocalipsis
El tiempo pasa vertiginosamente
y estamos de nuevo, entre grandes inundaciones
y otras inclemencias mundiales -claros
presagios del apocalipsis maya-, ante
un nuevo número. Si editorializamos
lo que se viene en este número
futbolero, podríamos destacar que
encaramos este tema desde una perspectiva
barrial, de ayer y hoy, en diferentes
notas con enfoques radicalmente diferentes,
pero a la vez con sus puntos de unión,
complementándose. Vale aclarar
que la idea del eje para este mes en realidad
rondaba lo que tiene que ver con la participación
vecinal, fortaleciendo nuestras
habituales coberturas de los Consejos
de las Comunas 3 y 5 con la injerencia
que podemos ejercer desde las coopera-doras
escolares. Pero el fútbol
pudo más (y pensamos que
fue más piola poner un mural de
Maradona en tapa antes que buscar otro
Cuarto Estado como el de hace unos números).
Y luego sumamos el “ratatouille”
habitual compuesto por las críticas
de teatro –desde un barrio
de teatros– a las que esta
vuelta volvemos a agregarle notas relacionadas
al cine (una con la pena de haber vuelto
a perder a un grande: Leonardo Favio).
Por su lado la columna de ecología
vuelve a cuestionar el tema del wifi
y si bien no profundizamos en datos científicos
si aportamos uno periodístico importante:
en el llamado Primer Mundo hay muchos
lugares que están restringiendo
su uso por considerar estas ondas como
insalubres. Puede pasarnos como con las
críticas a los monocultivos
transgénicos, que ya cuestionábamos
cuando eran la “solución
mágica” y recién una
década más tarde se sumaron
otras voces que vieron lo mismo, sin embargo,
el poder empresarial en connivencia con
el político, aún mantiene
su sistema de concentración de
las tierras en pocas manos y descontrol
en salubridad generalizada en vigencia
pese a todo. Y también esta parte
del modelo viene con coro aplaudidor,
nacional y popular. Pero con el gran despertar
de conciencia puede tranquilamente suceder
que se sumen caceroleros a cuestionar
las ondas de los celulares (jeje).
Y ahí vemos como ceñirnos
a un número de una simple revista
barrial es muy limitado para editorializar
cuando la realidad presenta tantas cosas
confusas: como la marcha del 8N
y sus críticas a lo mejor de este
modelo. O como en el africano país
Ghana, los fondos buitres usan
todas sus artimañas para que perdamos
una fragata. ¿Es que nos confundirán
con Uruguay que los desbancó en
el mundial de fútbol 2010 gracias
a la mano de Dios (cobrada) del delantero
Suárez que atajó aquel tiro
que entraba al arco? ¿O es realmente
que el capital tiene tanto poder y tanto
súbdito obediente? Si nos hubiesen
pedido asesoramiento en su momento hacíamos
lo de Islandia, no pagábamos
un corno aquellas deudas privadas que
siempre se encargan de estatizar y metíamos
en cana a los deudores por estafadores.
Pero no, acá fue todo tiqui taca
al FMI con aplausos y vivas y aún
así, parece que seguimos en orsai...
Y otra extrañeza del mes: finalmente
Macri promete que comenzará
el 2013 haciéndose cargo de los
subtes de una vez por
todas, ese por el que firmó el
traspaso hace casi un año cuando
al minuto subió el boleto un 127%
y al minuto dos se echó para atrás
luego de esa terrible tragedia de trenes
en el Once. ¡Agarrate porque se
viene otro batacazo! Va a estar bueno
Buenos Aires: ¡se viene el subte
VIP! ¿Y los grones? ¡Que
se tomen el dos! (para dormidos: a gamba).
Aunque desde acá ya propusimos
que lo más piola sería hacer
bicisendas en los túneles, ¡no
entendemos por qué Macri aún
no nos contrató como asesores!
Otro problemita es que la basura
nos tapa cuando no hay donde tirarla.
Pareciera que lo que más atrae
a los medios masivos porteños de
Suecia es una rubia que
está fuerte y que fue filmada (en
un video que, lamentablemente, nunca toma
estado público ; ) en una orgía
con varios tipos, pero parece que no registramos
que estos nórdicos hacen cosas
como, por ejemplo, reciclar el 96% de
la basura extrayendo de ahí materiales
y energía. Y parece que por pagar
una bolsa verde en el súper no
estamos haciendo un acto ecológico...
¡Y nosotros que habíamos
pintado el auto de verde creyendo que
aportábamos al planeta! Parece
que la línea ecológica implica
también incorporar el sistema de
separación de residuos y por ende
una concientización general en
la población para que luego nuestros
empleados, o administradores, se encarguen
de reciclar o enterrar lo que corresponda.
Este problema se agrava claro, cuando
la basura se amontona y el calor (fuertemente
aumentado por la polución ambiental
de, por ejemplo, el parque automotor sumado
a las copas de árboles rasuradas)
logra generar un tufillo fuerte y nauseabundo.
Y peor se pone la cosa cuando luego caen
un par de gotas gordas, aumentadas por
el cambio climático, y se tapan
todos los sumideros. ¡Menos mal
que el agua lava todo! ¡Y que existe
Kiss! Tal vez tendríamos
que repensar el uso de la red de subtes,
y si en lugar de bicis ahí abajo...
¿por qué no dejar que funcionen
como túneles de drenaje? Macri,
¡tenemos un montón de propuestas!
En fin, pasan cosas a montones y nosotros
con esta “revistita de barrio”
-sin poder asesorar bien al jefe de gobierno
o a nuestra presidenta- ensimismados en
este mundillo; aunque alegres de codearnos
con buena gente, honesta, solidaria, colaboradora,
divertida, en fin, gente como la gente.
Felices de, a pesar de todo, seguir adelante.
Sin fanatismos, incluso hasta con piloto
automático de vez en cuando, pero
así y todo aún presentando
¡la mejor revista barrial del mundo
entero! O al menos esta revista. Como
fuere, con o sin fragata, con o sin subte,
con o sin calor, con o sin Macri, con
o sin Cristina, con o sin inundaciones:
¡El Abasto sale por centésima
cuadragésima novena vez!
Rafael Sabini
[email protected]
Epílogo:
Accedimos a un billete de una gamba con
la cara de Evita, ¡está hermoso!
y si no vienen más... ¡no
se gasta! Proponemos a la Casa de la Moneda,
impulsados tal vez un poco por el menor
valor del dinero (¡no dijimos inflación!),
que se imprima un billete de una luca
con la estampa de Luca Prodan.