El teatro porteño
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durante el 2012
Otro año más
que se va, parece mentira… Pero
es así nomás. Y llegada
esta época no está nada
mal hacer una breve reseña acerca
de lo que ha pasado, al menos, un poco,
por estas páginas, en el área
teatral que hemos podido cubrir.
Lo cual es sólo
una parte; una mínima parte de
la enorme cantidad de teatro que se ofrece
en esta ciudad. La que no está
de más señalar –por
si Ud, acaso, no lo sabe– es una
de las grandes, y mejores, capitales del
mundo en cuanto a oferta teatral se refiere.
Y cuando hablo de esta oferta teatral
no me estoy sólo refiriendo a la
gran, vasta producción de espectáculos
teatrales que se dan casi todos los días
de semana. De hecho, tan enorme es la
producción teatral de Buenos Aires
que ahora ya, incluso, se ha instalado
en el mismo teatro off propuestas de espectáculos
más allá de los clásicos
días viernes, sábados y
domingos. Extendiéndose así
la nutrida cartelera del off a otros días
como lo son los lunes, martes, miércoles
y jueves. De hecho, yo mismo tuve la suerte
de poder hacer temporada, como actor,
con Persona los días jueves...
Por todo esto,
querido lector/a, podrá Ud. comprender
que, francamente, nos es imposible pretender,
siquiera, cubrir todo lo que se ofrece.
Y máxime considerando que nuestro
barrio, y sus aledaños, es la zona
con mayor cantidad de teatros independientes
de la ciudad. Al punto tal, que se calcula
que por metros cuadrados la zona de Abasto/Almagro
posee más teatros aún que
el mismo Broadway, de Nueva York. Todo
un orgullo, che; qué querés
que te diga, al menos, para un teatrista
como yo. Y supongo que para vos, también,
¿no? Ya que sí te dedicás
a leer estas líneas, supongo, que
el tema teatral, como mínimo, te
debe interesar ¿o me equivoco?
De todos modos,
no son todas rosas para el quehacer independiente
de la actividad teatral, por más
que no nos guste. Al punto tal, que los
teatristas estamos cada vez más
complicados para poder llevar adelante
nuestras producciones. Ya que las ayudas
a través de subsidios por parte
del estado vienen cada vez más
y más complicadas. Por ejemplo,
el INT (Instituto Nacional de
Teatro) viene de una crisis cuasi
terminal durante este año, esto
se produjo por los diversos males –y
aún hasta oscuros y turbios manejos
tanto administrativos como financieros–
en gestiones anteriores que hiciera que
los otorgamientos de subsidios por parte
de esta entidad fueran cada vez más
esporádicos. Y, por ejemplo, si
se tiene la suerte de ser elegido con
algún espectáculo para ser
subsidiado por ellos –más
allá de que las sumas otorgadas
son casi irrisorias en cuanto a lo que
cuesta la realización de la obra
en cuestión– encima se lo
cobra mucho, pero mucho, tiempo después.
Lo que significa que las modestas sumas
recibidas se han visto licuadas debido
a la galopante inflación que tuvimos
durante este año, mal que nos pese.
La crisis de esta entidad fue tan fuerte
que los llevó a un cambio de autoridades,
habiendo sido designado para realizar
la tarea al frente de esta institución
como director ejecutivo el teatrista Guillermo
Parodi. Esperemos que las cosas ahora
cambien, al menos, un poco. Aunque, para
ser sinceros, ya lleva unos cuantos meses
en su cargo y que yo me haya enterado
grandes cambios no ha habido… Al
menos, hasta ahora. Seamos pacientes,
pienso.
Por otra parte, en Proteatro
–la entidad municipal encargada
de apoyar la actividad teatral independiente
de la ciudad– las cosas no han sido
mucho mejores. Durante este 2012 que se
está yendo los cobros de los subsidios
ya otorgados estuvieron mucho pero mucho
tiempo frenados, teniendo que esperar
largos meses para poder pasar por caja.
Con todo lo que esto significa, se podrán
imaginar. A la par, hay que decir, que
también las sumas que se están
otorgando, teniendo en cuenta lo que significa
en términos materiales el montaje
de una obra, si bien ayudan, son casi
irrisorias. Pero, acá, con esta
gestión, del “amigo”
Macri no me sorprende si tenemos en cuenta
su ideología neoliberal; por más
que más de la mitad de esta ciudad
lo haya votado, cosa que jamás
entenderé. O, mejor dicho, pretendo
no entender porque sino ardo de indignación
y bronca, porque ya conocimos y padecimos
el neoliberalismo como práctica
política durante los noventa y
sabemos de sus consecuencias.
Así estuvieron un poquito dadas
las cosas; esperemos que el año
que viene, nos sean más favorables,
¿no? Habrá que esperar,
entonces, y por sobre todo, seguir trabajando
para que así sea, ¿no les
parece?
Chau, nos vemos el año
que viene. Felicidades.
Marcelo Saltal
[email protected]