Un sistema imperfecto
El lamentable y vergonzoso
fallo en Tucumán que dejó
en libertad a los 13 imputados en el caso
Marita Verón -donde, según
los jueces, no fueron pruebas suficientes
las que aportaron los 130 testigos- recibió
una fuerte reacción por parte de
la ciudadanía, los medios y todo
el espectro político.
Susana Trimarco, la madre de Marita Verón,
había logrado averiguar muchas
cosas sobre el secuestro de su hija en
abril del 2002. Investigó el mundo
del hampa, disfrazada de prostituta, en
busca de su hija. En el 2007 creó
la Fundación María de los
Ángeles con el objetivo de rescatar
chicas secuestradas. En total ha logrado
liberar a cientos de mujeres, sin embargo,
su hija sigue desaparecida.
Y ahora este deplorable veredicto del
11 de diciembre dejó entrever lo
corrupto que está el poder judicial
en Tucumán y por ende en la Argentina.
La reacción popular hizo que al
día siguiente se realizaran una
serie de manifestaciones en todo el país.
La marcha ante la Casa de Tucumán
en el centro porteño terminó
con destrozos y enfrentamiento con la
policía. Mientras los medios mostraron
su indignación por la decisión
de estos jueces, políticos de todos
los colores expresaron su descontento.
La presidenta Cristina Fernández
conoce a Susana Trimarco en persona y
la apoya en la búsqueda de justicia.
Mauricio Macri publicó en Twitter:
“Indignado con este fallo. Vamos
a seguir acompañando a Susana en
su reclamo de justicia y para saber dónde
está Marita”. Lástima
que es el mismo Mauricio que hace un par
de años vetó la ley contra
la trata propuesta por una legisladora
de su mismo partido. Y el mismo bloque
kirchnerista fue el que, teniendo mayoría
en Diputados, no se puso de acuerdo en
propulsar un ley contra la trata quedando
ésta suspendida en noviembre pasado.
Para que tengamos un pantallazo de la
necesidad de combatir este delito, e incorporar
otras figuras como se incorporó
la del femicidio (o feminicidio), Mario
Ganora, vicepresidente de la ONG La Alameda
dijo por radio (Cadena 3) que actualmente
“el delito de trata de personas
tiene una pena menor que el robo de ganado.
Traficar a una mujer tiene de 3 a 6 años
de presión y una vaca de 4 a 10.”
Ahora, ampliando la problemática
y viendo el poder que tienen los jueces
-que condenan o liberan según su
manera de ver las cosas- vale recordar
que poco días antes del ampliamente
repudiado fallo que comentamos el estado
nacional había solicitado un per
saltum para obviar instancias y volver
directamente a la Corte Suprema, basándose
en que el último amparo del Grupo
Clarín -ante la Ley de Medios Audiovisuales-
esa Corte le había dado un plazo
de tres años al grupo para adecuarse
a la ley (generando así el famoso
7D). Pero la Corte no le dio cabida al
“pedido de salto” del ejecutivo
nacional. Es necesario recordar que en
nuestra democracia la gente elige mediante
elecciones quiénes nos representarán
en el poder ejecutivo y en el legislativo,
pero el poder judicial no se rige del
mismo modo.
Y hoy ya todos sabemos que toda actuación
-y toda ciencia- está impregnada
por convicciones ideológicas, políticas
y hasta materiales. Incluso las decisiones
judiciales, porque la doctrina se interpreta;
los casos se parecen pero nunca son idénticos.
Y la doctrina muta, se va modificando
según los tiempos y la norma y
las costumbres del momento. Un claro ejemplo
de eso es que este cuerpo, al igual que
el penitenciario* se adaptó de
maravilla a las dictaduras militares juzgando
a troche y moche (claro que eso podía
ser mejor que quedar desaparecido).
Los caminos que hacen que un juez opte
por una u otra condena pueden estar influenciados
por sus lecturas doctrinarias, casos precedentes,
la mirada desde donde ven las cosas y
también por cuestiones de otra
índole: en la ficción no
faltan sobres, anillos o servicios y regalos
varios o fotos comprometedoras. Y todos
sabemos que la ficción es un reflejo
de la realidad. O, al revés, diría
Oscar Wilde.
No soy el primero que opina que estos
fallos, sumados a tantos otros, deja muy
al descubierto la necesidad de modificar
cuestiones en el poder judicial. Sin embargo,
mientras eso no se cambia existe un mecanismo
de defensa: el juicio político,
la quita de licencias y la cárcel.
Perdón, la última no, olvidaba
que esa es sólo para los pobres.
Como fuere, también, y más
que nada, es necesaria la presión
de toda la sociedad para ayudar a todas
las Maritas presas en la trata de blancas.
Rafael Sabini
[email protected]
* Mataron a los cinco presos que hablaron
de los malos tratos con el vicegobernador
bonaerense Gabriel Mariotto. Pese a que
las muertes fueron en diferentes unidades
penitenciarias todos los fallecidos pertenecerían
a las unidades de San Martín visitadas
por Mariotto, y eran defensores oficiales,
miembros del CELS y de la Comisión
Provincial por la Memoria y todos habrían
sido cambiados de unidad sólo horas
antes de que los asesinaran.