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Los adoquines,
más vigentes que nunca
Cuando Menzo Bigarrena
le dedicó su himno personal a la
ciudad de Rosario lo bautizó con
“Adoquines en tu cielo”; una
síntesis de urbanidad y pertenencia.
Más al sur (y con un poco de agua
enciman), la Ciudad de Buenos Aires los
llora por partida doble. No sólo
se pierde la identidad de urbe pujante
se va con cada uno de los cuadrados de
granito quitado de la calle.

Foto: Arteyfotografia.com.ar
A fuerza de ahogos paramos
la oreja a lo que los urbanistas venían
advirtiendo: los adoquines también
sirven para escurrir el agua.
Nunca más urgente
esta tarea en la ciudad de las altas torres
y desagües del siglo pasado.
Por citar un caso actual:
varios vecinos nos han escrito sobre el
lento adiós que le hacen sobre
los costados de Cochabamba, a la altura
de Colombres.
En Almagro y Boedo se
vio en cámara lenta cómo
se sacó hasta el último
adoquín para luego asfaltar en
el medio y colocar cemento peinado a los
costados.
Otro caso relevado por
Página/12, cuenta que la Defensoría
del Pueblo se puso en contacto con el
presidente de la Junta Comunal 15 a raíz
de una denuncia vecinal.
De este modo, el vecino
Hugo Tornese alarmó ante el Defensor
Adjunto Gerardo Gómez Coronado
la posibilidad de que el gobierno porteño
levante el adoquinado de su calle Gurruchaga,
entre Warnes y Corrientes (conventillo
de La Paloma y la iglesia de San Bernardo
Abad).
Si bien el adoquinado
todavía está —junto
al arbolado y bastantes edificios de época—,
el Defensor Adjunto le dirigió
una nota al presidente de la Comuna 15,
Ignacio Crevena, para que cumpla la ley
65, que protege los adoquinados.
Gómez Coronado
le da 30 días para que comunique
qué medidas va a tomar para el
mantenimiento y puesta en valor del pavimento
histórico.
Esta protección
no resulta un detalle: se advierte que
en esta última gestión se
levantó gran parte del adoquinado
porteño ¿El destino? El
ministro de Ambiente y Espacio Público,
Diego Santilli, comentó en más
de una oportunidad que los metros cuadrados
de adoquines se depositaban en Parque
Roca.
De todas formas, basta
sólo con revisar algunas páginas
de compraventa digital para corroborar,
como en el caso de elementos del Colón
y de los subtes Brujas, que hay en oferta
adoquines “de calle”, tal
como se los promociona.
La zona de Abasto es testigo
del reacomodo de adoquines a través
de la peatonalización de Zelaya,
obra de la actual gestión de gobierno.
En contrapartida, cierto es que ha habido
retiros en otras zonas de la Comuna 3.
También en la zona, es oportuno
recordar el encuentro que se hizo el sábado
3 de noviembre del año pasado en
Plaza Fumarola. Allí disertaron
la licenciada Mónica Capano y el
periodista Sergio Kiernan sobre patrimonio
y espacios verdes en la Ciudad.
Al drama de las mega-torres
porteñas sin un plan orientado
—desde lo cotidiano y básico,
tal como conservar el adoquinado—
para no quedar bajo las aguas de lluvia,
aunque los últimos resultados demuestran
que no se escuchó del todo esta
sugerencia tan sencilla.
J.M.C.
Las
inundaciones, según Proto Comuna
Caballito
El licenciado Gustavo Desplants señaló
que “no existe más superficie
absorbente, se asfaltan las calles sin realizar
los pluviales, se talan los arboles que
realizan acciones de retardo y acumulación
de agua. No se limpian los sumideros”
son causantes de las graves inundaciones
que de tanto en tanto ponen a la Ciudad
en emergencia.
“Solo priman los
intereses de unos pocos especuladores sobre
la calidad de vida de los ciudadanos porteños.
Y sobre todo si las políticas de
planeamiento urbano estratégico son
solo marketing cosmético, como en
el caso del PRO. O fruto de la necesidad
de caja como lo son las políticas
inmobiliarias especulativas lanzadas desde
el Ejecutivo Nacional para las últimas
reservas de tierra publicas porteñas”,
añadió y renovó sus
críticas al “Pacto PRO K”
que “entregó en diciembre (en
sesión legislativa) para cementar
200 manzanas de espacios verdes”.
Revista El Abasto, n°
154, abril 2013.
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