Pese a que nuestro poder
adquisitivo es más bajo que
el de los europeos pagamos muchas cosas
mucho más caro...
CO$TO ARGENTINO
La noción de costo
ha escapado, mejor dicho parece haberse
escurrido por algún desagüe
cloacal de la economía argentina.
Es un concepto de la economía que,
al menos en la teoría económica
y en las economías contables, tiene
un protagonismo que contrasta con su ausencia
manifiesta en los circuitos económicos
nacionales.
Vayamos a ejemplos para ilustrar tan peculiar
y penoso panorama.
COSTO BANCARIO.
x 6 - Quien esto escribe recibe
desde hace un tiempo una jubilación
sueca. Nada comparable a las espléndidas
rubias que en algún tiempo forjaron
el imaginario fílmico de aquel
lejano país; no llega a 2200 pesos
mensuales.
Para efectivizar este dinero en Argentina,
que me envían en coronas pero recibo
indefectiblemente en pesos, el banco sueco
desde donde transfiero los fondos me cobra
30 coronas (unos 23 pesos). ¡Y el
argentino, para que yo lo reciba en este
país, casi 150 pesos!
¿Cuál es el motivo por el
cual los gastos bancarios argentinos más
que sextupliquen los suecos (por el mismo
monto, el mismo momento)?
¿Serán los ingresos de trabajadores
y jubilados argentinos muy superiores?
Nones: los ingresos suecos son por lo
menos, en el momento actual, unas tres
veces más altos promedialmente
que los argentinos, con lo cual la incidencia
real en el bolsillo del particular del
costo bancario argentino deviene respecto
del correspondiente sueco… 6 x 3.
La relación está en x 18.
El cordial empleado a quien le pregunté
sobre tal comparación me dijo,
como para tranquilizarme: “-El costo
bancario argentino es el más alto
del mundo.”
COSTO TELEFÓNICO.
x 8 - En la década de
los '90 se destacó el llamativo
resultado de la empresa entonces española
Telefónica (Telefónica Argentina),
que se había adueñado de
media red telefónica argentina
y tenía sus redes en una media
docena de países, España
y algunos sud- y centroamericanos. Las
ganancias de Telefónica Argentina
superaban entonces, en el consorcio internacional,
todas las ganancias juntas de las restantes
sucursales, incluyendo su sede madre española,
en rigor de mayor tamaño que el
medio mapa argentino que controlaba.
¿Cómo conseguía Telefónica
semejante rendimiento?
Conozco, y calculamos una vía entonces,
con una hija mía, residiendo en
Suecia de tan fabulosas ganancias. Estimando
el tiempo y la cantidad de llamadas en
las comunicaciones de larga distancia,
el costo argentino era 64 veces mayor
que el sueco. Un minuto argentino costaba
algo más que una hora sueca…
hablando por teléfono.
Fue la época en que “surgieron”
las tarjetas de 5 y 10 pesos para hablar
a larga distancia. Porque las tarifas
debían ser insostenibles. Las tarjetas
parecían muchísimo más
baratas. ¡Lo eran! El costo por
llamada y por tiempo se redujo, en Argentina,
formidablemente, a una octava parte: si
uno hablaba por línea fija debía
pagar 8 veces más caro el minuto
que con tarjeta (y si solicitaba el servicio
de operadora, algo más todavía…).
Por lo tanto, tarjeta a tarjeta, que se
estaban difundiendo y generalizando en
todos lados, hablar desde Argentina pasó
a ser “sólo” 8 veces
más caro que hacerlo desde Suecia:
un minuto argentino costaba lo que ocho
minutos suecos. Por eso el estilo de la
llamada telefónica entonces aquí
era, angustiante y telegráfico
y allá, tan plácido.
Pero con los ingresos pasaba lo mismo
de lo que ya vimos pasa ahora con los
costos bancarios, y tal vez entonces era
más acentuada la diferencia de
ingresos. El sueldo sueco promedio en
los '90 debía ser no 3 sino 4 o
5 veces más alto que el argentino,
con lo cual la incidencia real en el bolsillo
del usuario de esta tarifa octuplicada
( x 8) era en realidad 32 o 40 veces mayor
en Argentina que en Suecia.
IMAGINACION EMPRESARIA.
LAS TELEFÓNICAS, OTRA VEZ, PERO
DE CELULARES. Las compañías
celulares actualmente están cobrando
7 pesos por una llamada con una larga
explicación mediante cinta grabada,
que le envía al usuario, para ofrecerle
un supuestamente tentador sistema para
ganar puntos y ventajas de todo tipo.
El “ofertón” proviene
de la empresa que factura así la
llamada… propia.
La empresa telefónica se arroga
el derecho de “aconsejar”
cobrándoles la minucia de la llamada,
de algo que le reportaría al beneficiario,
ventajas sin cuento. Lo decidió
por sí y ante sí. Lo pagará,
el adscripto al celular.
No se le puede negar ingenio al equipo
de fabricantes de gastos… ajenos,
que suponemos se denominará Gerencia
de Curros. En este caso, el multiplicador
de ganancias que venimos calculando es
infinito.
CROISSANT A CROISSANT
- x2 ¿Qué más
rico que un buen café con leche
con una media luna? -Bueno, un café
con leche con dos medias lunas. En Buenos
Aires, en el cambio del 2011 al 2012,
tal “desayuno” estaba a no
menos de unos 12 pesos.
En el mismo momento, un muy buen café
con leche con un croissant, una media
luna de las grandes, el equivalente de
dos “porteñas”, salía
en Barcelona, en Madrid o en París,
indistintamente, entre un euro veinte
y un euro cuarenta. Incluso, alguna vez,
sobre el mostrador, 1,10 euros….
Las medias lunas, generalmente exquisitas
o al menos aceptables, allí y aquí.
El sabor del café, allí,
excelente, café real, aromático.
Algo que no podemos decir de gran cantidad
de las cafeterías porteñas
actuales que han cambiado, casi masivamente,
al jugo de paraguas.
El 31 de diciembre de 2011 un euro cotizaba
5,60 (no había entonces oficial
y blue). El desayuno indicado costaba
entonces en las mencionadas ciudades europeas
unos siete pesos argentinos, hasta ocho…
Aquí, dijimos, doce…
Con el detalle ya conocido: los sueldos
en Francia y España están
siendo reducidos por la crisis que están
sufriendo, pero así y todo el sueldo
bajo europeo en euros andaba por los 500
euros, unos dos mil quinientos pesos argentinos
entonces, unos tres mil quinientos al
cambio oficial actual (o más de
cinco mil argentinos cambiados en blue).
No son sueldos tan espantosamente bajos
en Argentina: 2500 hace 2 años,
3500 ahora.
Es decir, una vez más que si el
costo del desayuno es casi el doble en
Buenos Aires respecto de las ciudades
europeas señaladas (x 2), la incidencia
real en el poder adquisitivo triplica
en Buenos Aires las del otro lado del
Atlántico (x 3).
Y esto sin considerar la calidad muy superior
del café europeo, debido al peculiar
proceso mediante el cual la mayoría
de las cafeterías porteñas
han decidido “bautizar” el
café hasta la indecencia. ¡Para
agrandar ganancias en época de
hiperconsumo! Algo particularmente chocante
en cadenas “importantes”,
con nombres que procuran prestigio cafetero…
invito al lector a que mire su café
a trasluz (el vaso de vidrio es el mejor
aliado para tal observación…)
Y dos perlitas
de la vida cotidiana:
- Un medicamento que consumo, con prescripción
médica, me costó en enero
2013, 62 pesos. En mayo, 104 pesos. Un
aumento de 60,5%. En cuatro meses.
- Un cartucho de tinta para impresora,
de los llamados alternativos: igual tamaño
(XL), igual tipo, igual color, el mismo
día (marcas distintas, desconocidas
ambas): en un comercio, 85 pesos, en otro
171. Una pizca, apenas, más que
el doble…
Aquí el x 2 es interno, en la ciudad.
Vayamos a un corte… de venas.
Luis E. Sabini
Fernández
[email protected]