Instituto Nuestra Señora
del Valle, San Luis 3358
Cooperando con la educación
El Instituto Nuestra Señora
del Valle se ubica en la calle San Luis
al 3358. Tuvo su inauguración en
marzo del año 1967, dentro de las
instalaciones de la parroquia que lleva
su nombre. En el año 1984, la parroquia
decide cerrar el colegio para usar esas
instalaciones como seminario de la orden.
Frente a esta situación, el personal
docente y administrativo del instituto
decidieron constituirse en una cooperativa,
tomando la administración a su
cargo. “En ese momento fue la única
solución posible para mantener
nuestra fuente de trabajo, y mejorar la
calidad de educación dentro de
nuestra institución”, nos
explica Ana María Ansaldi,
directora de la escuela desde el año
2000.
-¿Cómo
procedieron luego de tomar la resolución
de ser cooperativa?
-Nos asesoramos en la Dirección
General de Educación de Gestión
Privada (DGEGP), al cual nosotros dependíamos
por ser una institución privada,
y aparte fuimos a una escuela que ya era
cooperativa, el Instituto Vocacional Argentino
(IVA), que se encuentra en la calle Charcas
y Agüero. Después fuimos a
la Asociación de Cooperativa Argentinas,
ahí te anotas, tenés un
estatuto y un número de cooperativa
para registrarte.
- ¿Qué
significa dentro de la institución
ser cooperativa?
- Una cooperativa es sostener un trabajo
con el esfuerzo de cada uno de nosotros.
Acá terminamos nuestro rol de docente,
y sí se rompió una lámpara
o un banco nos quedamos después
de hora. Y sí hay que venir un
sábado, venimos. Para facilitarnos
nos dividimos las funciones y nos turnamos.
Además cuidás mucho más
todo, como si fuese tu casa; que no quede
una luz prendida innecesariamente, y que
los chicos también cuiden las cosas.
-¿Cómo
se organizan?
- Como cooperativa tenemos un consejo
administrativo donde se toman las decisiones
para la institución. A fin de año
hay una asamblea donde se realiza el balance
del año y se reeligen o no los
consejos administrativos.
El Instituto Nuestra Señora
del Valle funciona como cooperativa únicamente
en el área administrativa. “Tenemos
el mismo sueldo que los docentes, no pasa
por lo económico”, detalla
la directora, y agrega: “No todos
pertenecemos a la cooperativa, porque
uno va viendo sobre la marcha quien pudiera
tener condiciones para estar”.
Con más de 250
alumnos entre jardín y primaria,
y 40 docentes a cargo, la escuela tiene
un rol de contención y de educación
para los chicos que asisten, y que en
su mayoría pertenecen al barrio.
“A los papas mucho no les importa
si somos cooperativa. Lo que les importa
es que la escuela está hace muchos
años, y que tiene una gran trayectoria”,
cierra Ana María.
Federico Aizen
[email protected]