Nosotros, los de entonces ya no somos los mismos

Siento cosas por mí en Abrancancha Galpón de Teatro es una propuesta intensa y lúcida que al indagar sobre el mundo de la relaciones de pareja arremete inquietudes sobre las desesperanzas humanas.
   Más que espectadores, parecen viejas chusmas. Las decenas de asistentes quedan con el corazón en un puño ante cada retruque con hirientes planteos que se hace la pareja encarnada por Vanina Montes y Claudio Mattos. Ambos se quieren, se detestan, se reprochan cosas, guardan silencios y vuelven a empezar. Como si costara poner un punto final. Con un trabajo notable en los diálogos, desde el humor a la ironía en una misma frase, la atención no se disipa durante toda la obra.
   ¿Habrá final feliz? Es lo que se pregunta la tribuna y no habrá de pestañar hasta verlo con sus propios ojos. A su vez, desde la butaca del Galpón Cultural es atinado preguntarse ¿qué ocurre con una pareja cuando lleva tanto peso en sus espaldas? ¿Cómo es posible desear cuando el paso del tiempo ya erosionó casi todo alrededor del “Nidito de amor”?
   La pareja evocada por Montes y Mattos no está sola. De tanto en tanto, las luchas internas que se comparten en discusiones de alcoba cesan ante la irrupción de los monólogos de la rubia despampanante personificada por Virginia Mihura, una especie de femme fatale en quiebra emocional que narra también su naufragio amoroso.
   La platinada y sus vivencias empujan un poco más las barreras de la media de los desengaños. Se abre así una mixtura de sensaciones, reforzadas con un memorable texto que roza lo lírico, pero despierta inmediata empatía por parte del público. La música en vivo de Diego Becker (guitarra y bajo) resalta aún más el clima introspectivo y poético, además de interactuar como un espectro mudo ante tanta debacle emocional.
   A través de personajes bien palpables, delineados y con fuerza dramática, Siento cosas por mí plantea a través del movimiento de los protagonistas interrogantes sobre la esencia humana, su modo de relacionarse en sociedad y las aspiraciones personales.
   En definitiva Siento cosas por mí es el grito desgarrador que viene desde adentro del alma cuando todos los rumbos nos llevan lejos de nosotros mismos.

J.M.C.