Banco Creedicoop Abasto
Cooperando con los números
La historia del Abasto se relaciona por
ser una zona tanguera, lugar donde se
crió Carlos Gardel, o por el desarrollo
del Mercado del Abasto que funcionó
hasta 1984. Pero también hay otra
historia que involucra al barrio como
protagonista, la Cooperativa Dante
Alighieri, que se formó
en el año 1963 en la Avenida Corrientes
3300, donde actualmente funciona la sucursal
del Banco Credicoop.
“La cooperativa
Dante Alighieri trabajaba fundamentalmente
con la gente del Mercado de Abasto, que
en su mayoría eran productores
e inmigrantes. Venían con los delantales
puestos y tiraban la plata, a cambio la
cooperativa les entregaba letras que eran
cajas de créditos”, cuenta
Marcela González,
gerente del Banco Credicoop de la sucursal
Abasto y agrega: “Dante Alighieri
era un lugar a donde podías pedir
un mango para la inversión o hacer
compras comunitarias.”
Cuando el 14 de
febrero de 1977 fue sancionada y promulgada
la Ley Nº 21.526 de Entidades Financieras,
se iniciaba un proceso que habría
de conducir a la transformación
de las cajas de crédito cooperativas
en bancos cooperativos. En ese momento,
el ministro Martínez de Hoz elaboró
un anteproyecto de Ley de Entidades Financieras
que resulto un instrumento para articular
su política económica. “Las
cajas de créditos tenían
éxito y tenían que transformarse
en banco. Se juntaron cientos de miles
de firmas para que la dictadura permitiese
formar un banco cooperativo que fue el
único que dejó pasar”,
explica Débora Rawicki,
secretaria de la Educación de la
Comisión de Asociados del Banco
Credicoop.
El 26 de diciembre de
1977, en la sede de la Caja Popular Villa
Ortúzar, las cuarenta y cuatro
cajas de crédito, una de ellas
la cooperativa Dante Alighieri, suscribieron
el compromiso de fusión para la
constitución de un Banco Cooperativo.
El 2 de noviembre de 1978, mediante Resolución
N° 406, el Directorio del Banco Central
de la Argentina (BCRA) aprobó el
proyecto de transformación en banco,
acordando que el mismo habría de
denominarse Banco Credicoop.
Cada Sucursal del banco
cuenta con una comisión de asociados
formada por un presidente, vicepresidente
y otros asociados de la sucursal, que
tiene como función canalizar diferentes
inquietudes comunitarias, y efectivizar
las actividades culturales y sociales.
“La comisión de asociados
se reúne una vez por semana, y
cada cliente que trabaja con el banco
está habilitado a ser parte de
la comisión”, detalla González.
El Banco Credicoop
además de ser una empresa es un
movimiento social. “De lo que se
trata es de un lugar donde se puedan establecer
redes de contacto. Apuntamos a otro público
que los bancos comerciales excluyen”,
comenta Marcela, y agrega Débora:
“Nosotros recibimos un premio del
BCRA por el buen cumplimiento. El premio
otorgado fue en efectivo que se compartió
con las organizaciones sociales del barrio
que determino las comisiones de asociados
de la filial”.
En la actualidad
el Banco Credicoop cuenta con 257 filiales
distribuidas en diferentes partes del
país. “La cantidad de sucursales
fueron creciendo por la absorción
de otros bancos cooperativos. Se tuvo
que reordenar, y actualmente el Credicoop
está separado por zonas, cada uno
con sus respectivas comisiones de asociados,
en la cual surgen los consejeros administrativos
elegidos una vez al año”,
comenta González.
Con la crisis
del 2001 los bancos hicieron visible la
imagen que tanto quieren tapar a la sociedad,
dejando entrever las fisuras del sistema,
donde, como regla general, siempre la
sociedad es la que termina pagando. Cualquiera
debería tener acceso a un préstamo,
e incluso a una cuenta bancaria, pero
no sucede. ¿Por qué no apoyar
este otro proyecto de banco que puede
ayudar y cooperar con los vecinos del
barrio?
Federico Aizen