Fuimos capaces, somos capaces
Inventos, creaciones y descubrimientos
son diversos modos de nombrar los caminos
que tomamos los humanos para enfrentar los
obstáculos que se nos presentan en
la vida cotidiana. Las acciones que de ellos
se desprenden (inventar, crear y descubrir)
han sido apropiadas por las sociedades dominantes,
minimizando el camino que en otros lugares
del planeta se lleva a cabo de forma menos
bulliciosa. Durante décadas se ha
significado al sur como “abajo”,
“lejos”, “menos”,
“fuera”. Por mucho tiempo ese
sentido ha causado efecto en la percepción
de nosotros mismos como nación. Tan
profundamente ha calado en nuestra subjetividad
que ha borrado el recuerdo de acontecimientos
tangibles como el programa aeroespacial
llevado adelante durante la década
del 60 y que le otorgó a la Argentina
un lugar entre las seis únicas naciones
del mundo empeñadas en la exploración
del cosmos.
Hoy les traemos noticias acerca de la invisibilizada
y menospreciada Inteligencia Argentina y
su actual y luminoso resurgimiento.
El Sur También
Existe
En el territorio de nuestro país,
entrarían cómodamente Francia,
España, Italia, Alemania, Reino Unido,
Holanda, Bèlgica, Luxemburgo y Portugal.
Este es un ejercicio muy común en
las escuelas primarias y debiera seguir
siéndolo en la vida cotidiana de
muchas personas. Sobre todo, si esas personas
viven en la Capital Federal. ¿Por
qué?
Porque el porteño común, cree
que lo “nacional” es todo aquello
que se localiza dentro de los 202 Km2 de
la Ciudad de Buenos Aires. Del resto (sic)
que son (sin contar Antártida e islas
del Atlántico Sur) 2 780 400 Km2,
las más de las veces no tiene ni
idea. Allí, en el octavo territorio
en extensión del planeta, existen
23 provincias las que en conjunto, hacen
que Argentina sea la segunda economía
más importante de América
del Sur.
Si bien Dios está en todas partes,
sólo atiende en Buenos Aires.
El diario no hablaba
de ti ni de mí
Tiene un cierto aire a Fito, pero lo suyo
no son los ritmos del rock sino la hipersincronía
de redes neuronales. Es Mariano Belluscio
–Becario Pos Doctoral del CONICET–
quien desarrolló en el Laboratorio
de Fisiología de Circuitos Neuronales
de la Facultad de Medicina de la UBA, una
técnica de estimulación eléctrica
para controlar los síntomas de algunas
formas de epilepsia.
El Flying Eye es un DC 10 que recorre los
cinco continentes. Allí, un oftalmólogo
argentino, Adolfo Güemes, va de aquí
para allá en ese hospital alado.
Adolfo opera y enseña en los lugares
más carenciados del planeta. Estudió
en la misma universidad que Favaloro. En
ese avión van 60 personas entre ellas
este argentino que no inventó nada,
pero que gracias a su solidaridad devuelve
la vista a los más pobres entre los
pobres. Y comparte su saber sin esperar
nada a cambio.
Entre los mil científicos que conforman
el Panel Intergubernamental de Expertos
Sobre Cambio Climático de la ONU
(Nobel de la Paz 2007) hay tres argentinos.
Desde el 2012 Rubén Piacentini -director
del Área Física de la Atmósfera
y Radiación Solar del Instituto de
Física de la Universidad de Rosario
(CONICET)- es miembro del Jurado del Informe
sobre Bases Físicas- Científicas
del Cambio Climático.
Nadie pone en duda que Gardel canta cada
día mejor. Y a partir de este año,
el Morocho del Abasto formará –además–
parte de la Historia Universal de la Ciencia
gracias a Pedro Cahn –director de
la Fundación Huésped–
quien presentó un método alternativo
más simple, más económico
y con menos efectos colaterales para el
tratamiento del HIV. El equipo de investigación
luego de un arduo trabajo logró superar
el paradigma establecido del uso de tres
drogas, que llevaba en vigencia 17 años.
Fue el primer estudio multicéntrico
internacional dirigido por un Equipo Argentino.
Participaron 27 centros de investigación
de 7 países.
En San Juan los investigadores del Gabinete
de Tecnología Médica y del
Instituto de Automática de la Facultad
de Ingeniería de la UNSJ crearon
una silla de ruedas que puede ser comandada
a través del pensamiento por personas
con discapacidad motriz severa. La medicina,
la tecnología y el ingenio de los
científicos argentinos permitieron
la creación de esta maquinaria que
aliviará en parte el sufrimiento
humano.
Mario Gallardo dirigió el equipo
del Centro de Investiga-ciones Ópticas
(CIOp-CONICET) que (en el marco de los festejos
por los 50 años del láser
que tuvieron lugar en el Teatro Argentino
de La Plata), se propusieron el desafío
de construir un “láser gaseoso”
con materiales reciclados. La organización
internacional Laserfest los apoyó
con la única condición de
que fuera cedido a alguna institución
universitaria. Fue cedido al departamento
de Física de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de la Universidad Nacional
de Asunción, Paraguay. Dicho paso,
es el primero en un marco de cooperación
entre la Universidad de la Plata y su hermana
de Asunción.
Investigadores del Hospital Italiano de
Buenos Aires consiguieron convertir células
de la piel de pacientes diabéticos
en células productoras de insulina.
Este método pionero en el mundo puede
utilizarse para probar nuevas drogas in
vitro, mientras que a largo plazo podría
derivar en un tratamiento para pacientes
insulino-dependientes. La transformación
directa de una célula adulta a otra,
evita la utilización de células
madre y en consecuencia, reduce el riesgo
de aparición de tumores. Esta investigación
les mereció el Gran Premio Innovar,
otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología
e Innovación Productiva de la Nación;
y la Medalla de Oro de la Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI)
de Ginebra, Suiza.
Con el propósito de otorgar igualdad
en educación para las personas ciegas
o con disminución visual, la Universidad
Nacional del Litoral (UNL) presentó
el primer Atlas Táctil de la Provincia
de Santa Fe. Lilian Coronel fue la coordinadora
de un proyecto en el que participaron alumnos
y docentes de la Facultad de Arquitectura
y Urbanismo, docentes y alumnos de la escuela
Especial Edgardo Manzitti de Santa Fe y
de la Escuela para ciegos Helen Keller de
Paraná, Entre Ríos. En tanto,
el proyecto contempla continuar la labor
con cada una de las provincias para formar
un Atlas de la República Argentina
Táctil.
Algo habrán
hecho
La docente, investigadora y directora del
Artificial Intelligence Group (AIGroup)
de la Facultad de Ingeniería de la
Universidad de Palermo (UP), Daniela López
De Luise, fue designada (por votación
histórica y unánime) presidente
del Institute of Electrical and Electronics
Engineers. Esta asociación profesional
(la más grande del mundo) cuenta
con más de 400 mil miembros en más
de 160 países. Por su parte, Fernando
Goldbaum, investigador principal del CONICET
y director del Instituto de Investigaciones
Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA-CONICET)
recibió el premio Ciudad Capital
Heberto Castillo Martínez, edición
2012, categoría Premio para Científicos
Latinoamericanos, otorgado por el Gobierno
de la Ciudad de México. La investigadora
del Conicet en el Instituto de Investigaciones
en Fisicoquímica de Córdoba,
Natalia Pacioni, consiguió el Premio
Cilento 2012, otorgado por la InterAmerican
Photochemical Society de Estados Unidos.
La viróloga mendocina Florencia Linero
recibió de la Universidad de La Sorbona
(París), la beca internacional L´Oreal-Unesco
por la mujer en la ciencia”, para
desarrollar una novedosa tecnología
médica con nano-anticuerpos, con
el objetivo de mejorar la cura de la Fiebre
Hemorrágica Argentina.
Argentina cuenta con una cantidad estimada
de 65 empresas que se dedican a los videogames,
empleando unos 2000 profesionales de diferentes
rubros como programadores, ingenieros en
sistemas, beta testers, artistas 3D, ilustradores,
músicos y guionistas que facturan
por año 50 millones de dólares.
Alejo Vercesi, profesor titular de la Cátedra
de Oftalmología de la Facultad de
Medicina de la Universidad Nacional de Rosario,
y un grupo de investigadores son pioneros
en utilizar la terapia celular en el tratamiento
de las enfermedades de la visión.
El trabajo consiste en utilizar las células
madre adultas que se encuentran en la mucosa
bucal para injertarlas en un ojo enfermo.
De esta manera se crea un puente sobre la
membrana amniótica que facilita la
migración de las nuevas células
que producen las células madres de
ese órgano. También, utilizan
la propia sangre del paciente para obtener
un suero, un plasma rico en plaquetas y
un gel plaquetario que mejora las intervenciones
en el campo de la visión.
En Bahía Blanca, investigadores
y estudiantes avanzados de la Universidad
nacional del Sur, desarrollaron un pequeño
cardiógrafo que se conecta a un celular
y puede mandar el electrocardiograma al
médico por internet. Por su bajo
costo, facilidad de operación y economía,
es ideal para salas médicas, escuelas,
instituciones deportivas, monitoreo permanente
de pacientes ambulatorios y reemplaza la
sofisticada aparatología médica
no portátil. No formó parte
de una tesis, ni de un proyecto de investigación,
ni contó con subsidio. Lo hicieron
'vocacionalmente' y lo fueron construyendo
en los tiempos libres que tenían
en el laboratorio. El trabajo demandó
un año, y el prototipo fue enviado
a la competencia INNOVAR.
Expediciones
Más de 80 científicos a bordo
del “Puerto Deseado” se dieron
a la mar en la Campaña Oceanográfica
del CONICET con el propósito de colaborar
con la construcción del “Código
de Barras de la Vida” en el cual participan
50 países y 200 organizaciones de
todo el mundo. Las campañas antárticas
y subantárticas estuvieron suspendidas
hasta 2009, año en que fueron retomadas
por el estado argentino. En simultáneo
con aquella, otra travesía científica
partió hacia la Antártica
donde, entre otros trabajos, se harán
controles médicos a los pingüinos
para establecer el impacto del cambio climático
sobre esa fauna. Junto a investigadores
de diez naciones, otros argentinos partieron
hacia Nueva Zelanda en coordinación
con el proyecto Ballena Azul del Océano.
Otra expedición, estudiará
a los delfines en las aguas subantárticas
y del extremo sur del continente. En las
bases argentinas en la Antártica,
las antenas del sistema satelital nacional
permiten un flujo permanente de datos científicos,
pero también de otros servicios antes
impensables: allí se puede seguir
Fútbol para Todos gracias a los satélites
argentinos.
El primer bipedestador autónomo de
la Argentina fue ideado por diez alumnos
de la Escuela de Educación Secundaria
Técnica N° 4 “Juan Manuel
Fangio” de San Justo. El aparato permite
pararse y moverse a discapacitados motrices.
Su proyecto fue bautizado “Todos de
Pie” ganó el primer premio
en la “Feria de Ciencias y Tecnología
de la Provincia”. Entusiasmados, hasta
armaron una cooperativa para investigar
cómo mejorar su producción.
Cuatro jujeños de entre 20 y 26
años de la Universidad Católica
de Santiago del Estero DASS, Sede Jujuy
fueron finalistas en una de las competencias
de innovación más importantes
del mundo: la “Imagine Cup”
de Microsoft. Idearon el proyecto “U
sound” que permitirá detectar
problemas de audición. es el resultado
de más de 8 meses de trabajo arduo.
El proyecto requirió de una profunda
investigación previa, junto con médicos
y especialistas, así como también
de entrevistas a personas hipoacúsicas
y fueron finalistas con la mención
especial en su categoría, “World
Citizenship” en San Petersburgo (Rusia).
Por su parte, el rosarino Nicolás
Martín Zorzini, se consagró
ganador de la 11ª edición de
Imagine Cup Kodu Challenge, en la categoría
13 a 18 años, por el desarrollo de
una idea innovadora que logró combinar
la tecnología y la problemática
del agua en un juego de aventura épica
con el que deslumbró al jurado internacional.
El árbol y
el bosque
Todos los días, doce millones de
argentinos construyen el futuro de la patria
en más de cuarenta mil establecimientos
educativos de todos los niveles. Más
de un millón de docentes ceden nuestro
tesoro cultural a las nuevas generaciones.
Ese lazo de amor no es noticia. Entre 1989
y 1999 sólo se construyeron 7 escuelas.
Entre 2000 y 2002, no se edificó
ninguna. Entre 2003 y 2013 se construyeron
1.549. Del mismo modo esto último
no es noticia. 67 millones de libros se
han distribuido gratuitamente en aquel universo
silencioso desde el año 2003 y ocho
mil bibliotecas de aula han visto renacer
la práctica de la lectura. En seis
mil escuelas rurales y de frontera –antes
rancho- el servicio de televisión
digital abierta ha llegado para unirlas
al resto del país y del mundo. Más
de mil millones de pesos se han distribuido
a través de cincuenta mil becas para
apoyar a los mejores o los más rezagados.
Más de 1.200% creció el presupuesto
universitario, alcanzando este año
la suma sideral de 20 mil millones de pesos.
Pero todo esto, tampoco es noticia.
Los científicos, tecnólogos
e innovadores argentinos hoy son producto
de la conjunción de todos estos factores.
No salen de un repollo.
Los “inventos argentinos” hoy
forman parte de búsquedas mancomunadas,
de trabajo en equipo. El Eternauta nos decía
que “la victoria la alcanza el héroe
colectivo” y hoy ésa es la
regla. Aquella leyenda del argentino que
sólo contaba con lo mínimo
para resolver los obstáculos cotidianos
y del que nació “lo atamo con
alambre” ha quedado atrás.
La rigurosidad, el hábito, el compromiso,
la entrega, son hoy moneda corriente, no
porque los argentinos –por arte de
magia– nos hayamos vuelto más
“buenos y generosos”, sino porque
hay un Estado Nación que sueña,
apoya, acompaña, fortalece, auxilia,
incentiva, promueve y sostiene eso que hemos
dado en llamar Inteligencia Argentina.
¿De qué modo? Haciendo lo
contrario a lo que se hizo en los '90: garantizando
la creación de fuentes de trabajo,
llevando adelante políticas sociales
integrales y pertinentes, promoviendo la
educación en todos los niveles, participando
del concierto internacional con recursos
materiales y humanos, dignificando los oficios
por medio de la reapertura de escuelas técnicas,
valorando los servicios por medio de la
implementación de planes de valor
agregado para los insumos, creando las bases
para la perdurabilidad de las políticas
de inclusión, fortaleciendo el sistema
de salud… En definitiva: ocupando
los espacios que dejó vacante el
liberalismo y ubicando al estado como eje
organizador de la vida social.
El eslogan “Argen” y “Tina”
en el fondo, encubre una verdad. No es que
uno –quien lee ahora– esté
“desinformado”. Lo han formado
para no ver. En una excelente película
como “Matrix”, Morfeo le permite
a Neo una opción: la de vivir feliz
en su ignorancia, aceptando la ilusión
colectiva que han creado para hacerlo esclavo,
o la de ver y vivir en la realidad. Allí
está nuestro desafío. Porque,
como resumió con maestría
Octavio Paz, “VER DUELE”.
De un tiempo a esta parte, se ha desnudado
el uso de las cifras o los datos como armas
políticas. La eficacia simbólica
de la siembra directa de seudoacontecimientos
antiguberna-mentales por parte de las nutridas
brigadas mediáticas al servicio de
una impresentable oposición, han
dado finalmente su resultado. No nos referimos
a las últimas elecciones –las
que en todo caso sólo expresan el
síntoma- sino a su impacto en la
cultura general; lo que en palabras más
concretas se llama opinión pública.
Desde que Lanata brutalmente se sinceró
diciendo que como periodista haría
"todo lo posible para que el kirchnerismo
pierda" ha circulado mucho tiempo y
para muchos argentinos “la realidad”
ha terminado por ser aquella que los medios
concentrados han dicho que es.
Por eso le pedimos que mire las imágenes
con que hemos ilustrado esta nota. Mírelas
bien. Pertenecen a una Argentina negada,
silenciada, maldecida. Lamentamos no disponer
de más espacio para explicarlo mejor.
Sin embargo, nos dimos el lujo en esta revista
de acercarle algo de lo que usted también
ha sido protagonista, porque este país
no se levantó de su ruina por arte
de magia.
Al director del Instituto Leloir –discípulo
del Premio Nobel, químico egresado
de la UBA, doctorado en el país y
posdoctorado en París, Armando Parodi–
le llevó 20 años descubrir
un mecanismo celular que puede contribuir
a la cura de enfermedades cerebrales, como
el Alzheimer. Y como yapa, renunció
a patentar su descubrimiento para cedérselo
a la humanidad. Para él, la ciencia
argentina vive un momento de esplendor.
¿Acaso delira el Dr. Parodi?
Hace seis años despegaba desde la
India el satélite argentino Pehuensat-1.
Dicho satélite, fue el fruto de más
de 5 años de trabajo de 17 profesores
y 44 estudiantes de la Facultad de Ingeniería
de la Universidad Nacional del Comahue,
la que se transformó así en
la primera Universidad Pública en
desarrollar y poner en órbita un
satélite propio para comunicar ¬escuelas
y universidades de todo el país y
del mundo, transmitiendo en Español,
Inglés e Hindi.
Hace una década los diarios del mundo
decían que en San Juan el hambre
mataba. 273 personas morían por desnutrición,
el 82% eran mayores de 60 años a
quienes se les había recortado el
13 % de su miserable jubilación.
Lo contrario sucedía en Tucumán.
Allí morían los niños.
En esa misma Argentina, a los científicos
se les recortaba su salario, cobraban la
mitad en bonos y se los mandaba a lavar
los platos. Esa fue la política de
estado que se implementó. En esa
época el único invento argentino,
fue sobrevivir. Hoy –a una década
de aquello– tenemos un Estado que
sueña sueños y no pesadillas.
A 30 años de la recuperación
democrática hicimos realidad el sueño
de aquel primer presidente: que “con
la Democracia se come, se cura, se educa”.
Sin estas condiciones, hubiera sido imposible
que el capitán Beto (CubeBug-1) ande
por el espacio, y que el director de la
NASA felicitara la Inteligencia Argentina
por haber puesto en órbita el Aquarius/SAC-D.
Compartimos nuestro orgullo de vivir en
un país donde hay argentinos que
tienen la posibilidad de seguir el camino
trazado por aquellos pioneros.