Cooperativa de Trabajo
Maderera Córdoba
Madera bajo control obrero
Luego de la crisis del 2001, y con
el inicio del gobierno de Néstor
Kirchner, la economía del país
a ido creciendo, e incluso hacer uno de
los países con mayor crecimiento
dentro de la región. La construcción
fue en aquel entonces un pilar necesario
para el desarrollo económico que
genero un desarrollo en las diversas ramas
industriales como la del hierro o acero,
cemento, maquinaria y equipo no eléctrico,
entre los más representativos.
La Cooperativa
de Trabajo Maderera Córdoba
se encuentra en la Avenida Córdoba
al 3165, posee unos 2500 metros cuadrados,
tres pisos y una doble entrada en la calle
Callo y en la Avenida Córdoba. Su
ubicación es excelente para cualquier
proyecto inmobiliario, pero su destino no
fue ese, sino el de ser recuperada por sus
propios trabajadores que conocían
muy bien el funcionamiento del negocio e
impidieron la perdida de sus puestos de
trabajo.
La historia de la
maderera como empresa recuperada sobre la
base de cooperativa de trabajo se inició
en el año 2004 frente al quiebre
de la vieja empresa que hasta su muerte
había estado a cargo de don Vicente:
“La primera etapa no teníamos
capital y se complicaba por la compra de
materiales. Empezamos haciendo banquitos
y sillitas, y parte de las máquinas
estaban bloqueadas por efecto del síndico”,
cuenta Guillermo Sabatella,
ex presidente de la cooperativa entre el
2004 y 2010, y actualmente encargado de
la articulación entre las compras
y ventas de la maderera.
“Los primero cuatro y
cinco años crecimos a lo chino, con
esfuerzo de equipo, eso es esencial. Nos autoabastecimos
y empezamos a comprar casi a cuenta corriente.
Fundamentalmente sin usar los bancos, sino
a través de recursos propios.”
El 28 de septiembre del
2004 la Cooperativa de Trabajo Maderera
Córdoba abrió sus puertas
al público bajo la ley de expropiación
provisoria, la que se convirtió en
forma definitiva bajo la ley 1529 el 25
de noviembre del 2004 con el Gobierno de
la Ciudad Autónoma de Bs. As., que
para aquel entonces dirigía Aníbal
Ibarra. “Los primero cuatro y cinco
años crecimos a lo chino, al esfuerzo
de equipo, eso es esencial. Nos autoabastecimos
y empezamos a comprar casi a cuenta corriente.
Fundamentalmente sin usar los bancos, sino
a través de recursos propios”,
detalla Sabatella y agrega: “Logramos
que nos compre Coto, todos los ministerios
e incluso el Gobierno de la Ciudad”.
Dentro de la Cooperativa
funciona en el primer piso un bachillerato
para que cualquier persona pueda acceder
a un título secundario en un período
de tres años. Este proyecto surgió
en el año 2004 con sesenta matriculados
y apoyados por la empresa recuperada IMPA,
quien fue la encargada de iniciar los bachilleratos
en las recuperadas. En la actualidad cuenta
con aproximadamente ciento setenta matriculados,
y encara temas principales de una escuela
secundaria pero enfocados en la parte de
cooperativas, y que depende a su vez de
la Dirección General de Educación
de Gestión Privada (DGEGP). “En
la primera etapa de la cooperativa el bachillerato
funcionó como una especie de segunda
línea de defensa para evitar un desalojo”
explica Sabatella.
La cooperativa cuenta
en la actualidad con veintiuno asociados,
un presidente que se elige cada dos años
en una asamblea, y es una de las tres madereras
que se encuentran en la Ciudad de Buenos
Aires. A diferencia de una carpintería,
la maderera es una industria que a través
de las compras de maderas, placas, y otros
elementos relacionados a ella lo transforman
en muebles, en marco de cuadros o en cualquier
producto de madera de uso corriente. Precisamente
el trabajo a medida es lo fuerte de la cooperativa,
y en el día de hoy cuentan con una
clientela muy variada que va desde organismos
públicos, clínicas, a comercios
y particulares.
Con casi diez años
de funcionamiento como cooperativa, la Maderera
Córdoba ha demostrado estar a la
altura de la circunstancia, y de estar al
día con los pagos e impuestos sin
ningún inconveniente.
“Nosotros
demostramos que se puede hacer, que funciona,
que podés crecer. Pero necesitamos
cerrar la parte legal, los papeles”,
comenta Guillermo y concluye: “No
es tan fácil pasar de obrero a patrón,
ya sos parte de un colectivo de trabajo,
pero que en función del rubro que
te toque se puede, siempre sí estas
seguro en algo que pueda funcionar”.
Federico Aizen