La Araña Porteña
Un superhéroe
de arrabal
El “amistoso vecino”
Spider-Man tiene su versión capitalina.
Se lo ve en eventos de historietas y ficción
donde hace animación y hasta “casamientos
arácnidos”.
La ciudad de Buenos
Aires tiene su propio héroe arácnido.
Con identidad secreta y todo. La Araña
Porteña, “un clon local de
Peter Parker”, es la carismática
figura que anima eventos de historietas,
series y fantasía. Incluso, con
su “equipo de Spider-Men”
hace “casamientos” de otakus.
El hábitat natural
de este particular personaje, cuyo rostro
es un misterio, está en las ferias
de fantasía y acción, que
proliferan en la ciudad con cada vez más
público y mejor organización;
a pesar de clausuras y demás problemas
(ver nota p. 18).
La esencia de estos
eventos es compartir experiencias, gustos
y espectáculos. Los asistentes
pueden ponerse al día con distintas
escenas culturales.
En la zona de Abasto y alrededores se
destaca el histórico colegio San
José (Azcuénaga y Mitre),
por eventos de series, música y
videojuegos. Teatro Mandril (Jujuy y Humberto
Primo), el Zaguán Sur (Moreno al
2300), el Emergente (Gallo 333) y varios
otros ofrecen ferias alternativas que
convocan a distintos públicos.
Entre ellos están
los llamados cosplayers. En eventos de
cómics, animación y fantasía
ponen color y peculiaridad al disfrazarse
e interpretar a sus héroes favoritos.
Por este lado puede
empezar a entenderse a La Araña.
Sin embargo, reconoce que no fue su “idea
principal” este camino. “Quería
ser un zentaiboy (ropajes apretados que
cubren el cuerpo entero)”.
“Me llamó
mucho la atención donde la persona
se aísla del resto del mundo dentro
de un traje cubierto de pies a cabeza,
es como hacer nudismo sin estar desnudo.
La impronta de cada zentai es justamente
el aggiornamento que uno le pone al traje,
con ropas o accesorios”, cuenta
La Araña Porteña.
Según recuerda,
uno de sus primeros experi-mentos en reinterpretar
la figura de Spider-Man fue con, nada
más ni nada menos, que el Papa.
“Spider-Pope” se llamó.
Con eso irrumpió y se llevó
todas las miradas en los eventos. Retomaría
luego esta figura a la hora de “casar”,
en pintorescas ceremonias, a fanáticos,
otakus, cosplayeres y cuanto quiera unirse
en nombre del arácnido porteño.
Luego, Araña
pulió su estilo y, aparte de recrear
varios vestuarios del personaje de historietas,
también lo “aporteñizó”
según recuerda: “Soy un zentaiboy,
no tenia intención alguna de pasearme
por el fandom (“fanatic kingdom”
o reino fan, es decir, el conjunto de
aficionados a algún pasa-tiempo)
como un simple arácnido; soy un
ser urbano del barrio de Barracas, porteño
de nacimiento, con todas las características
de un pibe de barrio”.
Con el público,
afirma, “la interacción día
a día creció”, lo
que le valió, aparte de ser un
habitúe en ferias y encuentros,
ser invitado como parte de jurados en
concursos de cosplay y karaoke. La figura
del Spider-Man con bombín, saco
y estampa urbana se hizo habitual y cada
vez más celebrada.
En este reconoci-miento
llama aún más la atención
el anonimato del personaje. “Cuando
decidí darle vida a La Araña
Porteña sacrifiqué a la
persona para darle un lugar al personaje,
creo que eso hizo más mágico
todo; nadie sabe realmente quién
soy”, enfatizó.
Y aún así,
encontró en el camino de ferias
y encuentros otros tantos que estaban
en su sintonía. Hoy cuenta con
un “equipo propio”, que se
puede leer en redes sociales como “Araña
Porteña y sus Ciberamigos”.
Este “team” es el que hace
ceremonia para “casar” otakus.
El camino al altar nunca tuvo tanto colorido
(y tan pocos riesgos).
Y no sólo en
ferias está presente Araña.
El programa de radio “Mundo Japón”
se emite los viernes desde las 22 por
Centro FM. Humor, regalos, música
on line de la mano del estilo arácnido
del “Spider-team”.
Así en las redes
sociales, los eventos y la radio, Araña
hace de las suyas a fuerza de carisma
y colorido; con él se ratifica
que ser porteño es todo un superpoder.
J.M.C.