Resistencias
en el barrio:
los centros culturales y el BAUEN
El miércoles
10 de septiembre vencía el plazo
judicial para que los más de cien
trabajadores del recuperado hotel de Balvanera
dejen las instalaciones. “Pensamos
responder trabajando como hicimos siempre”,
habían enfatizado. En tanto, los
centros culturales de Abasto y toda la
ciudad resisten las clausuras, ahora a
través de un proyecto presentado
en la Legislatura porteña para
reconocerlos como emprendimientos no comerciales.
Por segunda vez
en siete años, pesa una amenaza
de desalojo sobre el hotel recuperado
por 130 trabajadores en Balvanera. El
28 de mayo, en un festival, más
de cuatro mil personas junto a importantísimas
bandas y referentes sociales y políticos
reivindicaron el modelo cooperativo, que,
al cierre de esta edición, afrontaba
el miércoles 10 de septiembre una
dura jornada de resistencia.
“El próximo miércoles
10 vence el plazo impuesto por el Juzgado
Comercial Nº9 a cargo de la Dra.
Paula Hualde, para que los trabajadores
de la Cooperativa BAUEN dejemos las instalaciones
del inmueble donde trabajamos desde hace
11 años”, informaron desde
el hotel de Balvanera.
“¿Cómo
pensamos responder a ello? Trabajando
como hicimos siempre”, reivindicaron
luego.
Desde temprano,
las diez de la mañana, se iba a
montar una radio abierta, entre los colegas
de Radio Gráfica y Frecuencia Zero.
Llamaron a la solidaridad “en medio
del trabajo de todos los días y
acompañar con su presencia”
su “histórico reclamo de
expropiación definitiva del hotel”.
En tanto, la situación
que inició hace meses con operativos
cada vez más frecuentes contra
centros culturales porteños —que
al cierre de esta edición tuvieron
como último caso el cierre del
teatro Mandril en un “violento operativo”,
según denunció MECA—
culminó con la presentación
de iniciativas parlamentarias para defender
estos espacios artísticos y sociales.
Recordemos que
poco antes habían clausurado la
Casa de Teresa en Acuña de Figueroa
y Humahuaca. Vuela el Pez de Palermo,
la Oreja Negra también de Palermo
y La Gran Jaime son otros espacios que
han sufrido consecuencias de este tipo.
A esto cabrìa agregar que todos
los espacios culturales se sienten un
poco amenazados.
El 29 de agosto
el interbloque del Frente para la Victoria
(FpV) hizo una conferencia de prensa para
dar a conocer el proyecto de Ley de Centros
Culturales de la Ciudad de Buenos Aires.
Participarán
de la conferencia los diputados autores
del proyecto Pablo Ferreyra (Seamos Libres),Edgardo
Form (Nuevo Encuentro), Lorena Pokoik
(FpV) y Susana Rinaldi (Frente Progresista
y Popular), junto al representante de
Centros Culturales de Unidos y Organizados,
Juan Pablo Domínguez, y al referente
del Movimiento de Espacios Culturales
y Artísticos (MECA), Claudio Goreman.
El proyecto contempla
la creación de una figura legal
que habilite el funcionamiento de este
tipo de espacios. Es producto del trabajo
colectivo de artistas, espacios culturales
y artísticos de la Ciudad de Buenos
Aires, en respuesta a la necesidad de
regularizar la situación habilitatoria
de centenares de espacios culturales y
artísticos porteños, según
defendieron sus impulsores.
Acompañaron también Gabriela
Alegre (FpV), Aníbal Ibarra (FPP),
Gabriela Cerruti (NE), Gabriel Fuks (FpV),
Jorge Aragón (FpV), Juan Carlos
Dante Gullo (FpV), María Rosa Muiños
(FpV), Claudia Neira (FpV), Paula Penacca
(FpV), María Rachid (FPV), Jorge
Taiana (FpV), José Campagnoli (NE)
y Claudio Palmeyro (SP), y artistas y
personalidades del ámbito de la
cultura.
A su vez, el seis
del mes pasado, el interbloque UNEN presentó
el proyecto de “Ley de Reconocimiento
y Habilitación de Centros Sociales
y Culturales barriales”.
El diputado de Proyecto Sur-UNEN, Javier
Gentilini, impulsor del proyecto, dijo
que los centros culturales “no tienen
una legislación que los proteja
y que permita implementar su habilitación”.
Sobre la necesidad
de un marco regulatorio que los contenga,
Gentilini agregó: “Estamos
generando una herramienta que permitirá
que estos espacios estén reconocidos
por el Estado”.
Al mismo tiempo,
Gentilini aclaró que “hace
años que venimos bregando por una
ley que reconozca a los centros culturales
barriales y que, en tal caso, las últimas
clausuras volvieron a poner de manifiesto
esta necesidad”.
J.M.C.