| | | | |

Entre homenajes y la vigencia de una lucha urgente...

Vísperas de una década de Cromañón

El mes que viene se cumplen diez años del incendio ocurrido en el boliche de Once que dejó casi doscientos muertos y miles de heridos. La Legislatura a través de distintas iniciativas evoca el hecho, a la vez que desde espacios culturales de la Ciudad continúan firmes en su lucha por un reconocimiento a su actividad y a su rechazo a clausuras masivas.
    En un par de semanas llega fin de año. Las fiestas y sus vísperas llegan en forma de encuentros familiares, balances y deseos de futuro. Sin embargo, para un gran número de vecinos, su mirada se nublará al recordar que en un 30 de diciembre, hace diez años con exactitud, se desmoronó sobre ellos la peor de las tragedias acontecidas en el país: el incendio de República Cromañón, donde murieron 194 personas y otras tantas miles quedaron afectadas de por vida.
Se han hecho y se harán homenajes, evocaciones y largas reflexiones sobre qué cambió y qué sigue en pie de aquel esquema corrupto e ineficiente que orquestó las condiciones bajo las que ardió Cromañón aquella noche.

Los centros culturales y la resistencia
Desde hace meses, contamos sobre el vendaval de clausuras que recaen sobre centros culturales porteños, consecuencia de un enorme gris en las legislaciones habilitatorias que se endurecieron post Cromañón.
    La arbitrariedad, la prepotencia y la falta de reglas claras, denunciadas por espacios de alrededores de Abasto —como el caso del Zaguán Sur o de la Casa de Teresa, uno de los primeros en sufrir un operativo— dan cuenta de lo urgente de encausar esta situación.
   En ediciones anteriores (gráfica y web) hablamos sobre proyectos de ley presentados en la Legislatura para crear la figura “Centro Cultural” y así establecer pautas claras, que frenen el abuso de inspectores municipales, tal como enfatizaron desde espacios como MECA y ENECA.
   Queda aún que estas iniciativas lleguen al Recinto y se conviertan en ley, para dar lugar a una nueva etapa para la cultura popular porteña.
   En tanto, al cierre de esta edición se iba a realizar un festival el sábado 29 de noviembre a las 20 en la Casa del Pueblo de Entre Ríos 488 un festival llamado “La Cultura no se Clausura”, que iba a contar con la presencia de legisladores y referentes culturales.
   También, se hizo un escrache cultural a la Agencia Gubernamental de Control, órgano encargado de los operativos de clausura. Diversos artistas capitalinos protestaron a fines de octubre porque “desde hace meses los espacios culturales de la ciudad” son “clausurados de forma sistemática y violenta”. Así lo expuso Potencia Unida por la Cultura, que participó de la intervención en el organismo de control.
   “Queríamos informarles que nuestra acción, que salió desde el respeto y las ganas de cambiar las cosas ha tenido su primer resultado positivo”, sumaron para informar que, al cierre de esta edición, estaba confirmada una reunión entre referentes de espacios culturales y el director del organismo porteño, Juan José Gómez Centurión.

Cromañón presente en el barrio y la ciudad
Por otra parte, hasta la fecha, se han hecho gran cantidad de evocaciones sobre Cromañón. Por caso, el primer jueves de noviembre la Legislatura votó en primera lectura un proyecto para denominar “30 de Diciembre” a la estación “Once” de la línea “H” de subterráneos. La iniciativa recibió 52 votos positivos, unanimidad en el Recinto.
  “Quiero agradecer el apoyo. Esta iniciativa es el pedido de familiares de Cromañón, por lo que tiene una importancia muy significativa”, contó Gustavo Vera, uno de los tres autores de la iniciativa en base a un pedido de familiares y sobrevivientes del incendio.
   “Que se incorpore el nombre 30 de diciembre para evocar un hecho que conmovió a la sociedad, donde se pusieron los intereses empresariales por encima de nuestra juventud”, añadió Marcelo Ramal, otro de los autores de la iniciativa.
   “A diez años de la masacre, queremos rendir homenaje a los 194 pibes y pibas de Cromañón, a los sobrevivientes, familiares y amigos que se movilizan por justicia. Sobre todo queremos que hechos como éste, producto de la corrupción estatal y privada, no se repitan”, reforzó Alejandro Bodart, tercer legislador.
“Nos pone contentos llegar a esta tabla consensuada, nos pone contentos poder dar un lugar para evocar a los fallecidos de Cromañón”, añadió Carmen Polledo. “Ojalá nos haga siempre pensar en las cosas que no deben volver a suceder”, expuso María Eugenia Estenssoro.
   Ese mismo jueves, en Balvanera, el conjunto de organizaciones barriales llamado Once de Pie presentó el mapa de la narcoprostitución en Abasto y alrededores.

   En este marco, acompañaron La Alameda y familiares, amigos y sobrevivientes de Cromañón y de la Tragedia de Once. Estuvieron María Luján Rey (madre de Lucas Menghini, una de las víctimas de la tragedia de Once), Silvia Bignami (madre de Julián Rozengardt, una de las víctimas de la masacre del incendio).
   Se desarrolló así un escrache frente a la AGC, la cual tiene sus oficinaes en Perón al 2900, en los alrededores de una buena cantidad de prostíbulos y puntos de venta de droga que continúan de puertas abiertas.
   Al fin de la jornada los vecinos y sobrevivientes escracharon el prostíbulo de Rivadavia 3007, “cuyo dueño, Rafael Levy, el verdadero dueño de República de Cromañón, el Hotel Central Park, Textirama o la Saladadita con sus talleres clandestinos, el hotel Quatro Cat´s donde se ejerce la prostitución y la trata de personas, el que se esconde tras empresas offshore fuera del país, condenado a 4 años y medio de prisión”, según denunció Once de Pie.

Gustavo Vera, legislador, con familiares, amigos y sobrevivientes de Cromañón y la Tragedia de Once en escrache frende a la AGC en Once cuando presentaron el mapa del delito (véase página siguiente). Foto: Buenos Vecinos Once.

Muestra en la Legislatura
El martes 28 de octubre se hizo la apertura en el hall de acceso de Perú 160 de la muestra “Cromañón 10 años: amores, dolores, luchas...”. Esta exposición fotográfica llevó la organización del legislador Alejandro Bodart (MST) junto a sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas. Estuvo hasta el 31 de este mes.
   Bodart -impulsor de la muestra- señaló: “A poco de cumplirse diez años de la masacre rendimos homenaje a los 194 pibes de Cromañón, los sobrevivientes, sus familiares, amigos y a la población que se moviliza por justicia, contra la impunidad de los poderosos y para que casos como éste no se repitan”.
En tanto, marcó que la actual gestión “sigue facilitando los circuitos de corrupción estatal que cuestan vidas, como también lo muestran Iron Mountain, Beara, el gimnasio de Villa Urquiza y otros derrumbes”.

Actualizaron la reparación a familiares y sobrevivientes
En la sesión del 23 de octubre se votó un proyecto enviado por el Ejecutivo que propicia modificar el artículo 11 de la Ley 4786 de Reparación integral a las víctimas sobrevivientes y familiares de la tragedia de Cromañón en lo que respecta a los requisitos para acceder a las prestaciones de salud, educación, inserción laboral y asistencia económica. Hubo 53 votos positivos y dos abstenciones.

La vía judicial
A finales de agosto la Corte Suprema rechazó el último planteo de la defensa del ex manager de Callejeros, Diego Argañaraz, en el que se pedía su libertad. Así dejó firme la pena de cinco años a la que había sido condenado, por ser uno de los organizadores del recital en el boliche Cromañón. El fallo fue firmado por los jueces Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Raúl Zaffaroni y Juan Carlos Maqueda.
El 6 de agosto pasado, el mismo tribunal había emitido otro fallo que abrió el camino para que quedaran en libertad –al menos provisoriamente– casi todos los imputados, tras veinte meses de estar presos. Fueron beneficiados los músicos (salvo el baterista Eduardo Vázquez, preso por el homicidio de su esposa y otra causa vinculada a tenencia de estupefacientes), los tres funcionarios públicos acusados de no controlar el boliche y uno de los encargados de Cromañón.
Omar Chabán y el subcomisario Rubén Díaz, vieron confirmadas sus condenas a diez años y nueve meses, y a ocho años de prisión, respectivamente, por lo que seguirán presos.

J.M.C.