Los arcos del mercado
plasmados por paredes del barrio
Murales sobre el
Mercado de Abasto
La gran evocación
del barrio está plasmada a fuerza
de pinceladas en varios muros.
Siempre se habla del arte callejero en
la zona de Abasto y la gran cantidad de
muros que lucen verdaderas obras de arte.
Desde el grafitti al stencil, desde la
brocha gorda a la aerografía. Todos
los estilos e inspiraciones valen a la
hora de hacer del barrio una galería
de puertas abiertas.
Ahora bien, en estas calles también
hay obras que refieren a la mística
del ex Mercado Proveedor. En un gesto
por fortalecer la impronta e identidad
local, varios artistas, vecinos y manos
anónimas han dejado huella con
motivos que prevalecen al día de
hoy.
En una recorrida dimos con varios sitios
donde los arcos del mercado, ideado allá
a lo lejos en el tiempo por el arquitecto
Viktor Sulcic, se volvieron el sello de
identidad local.
A solo algunas cuadras, en Valentín
Gómez y Gallo hay una quesería.
Allí hay todo un complejo de murales
que evocan la impronta tanguera y obrera
del barrio. Entre los motivos, está
la arquitectura del Mercado junto a vendedores
de frutas y diseños coloridos en
alusión al trabajo en el ex Abasto
Proveedor. También se puede ver
a Carlos Gardel en pleno baile con Rosita
Moreno en la histórica película
El día que me quieras.
Valentín
Gómez y Gallo, obra de Carina Monasterio.
En la periferia del Mercado vale evocar
el diseño de la Casona Cultural
Humahuaca. En su frente, sobre la esquina
superior derecha hay un obrero de la vieja
guardia. Sobre el lomo lleva casi una
decena de cajones de verdura. Cuentan
los memoriosos, como el referente de la
Casona, Guille Castañeda, que sobre
las calles linderas al mercado los obreros
llevaban esta cantidad de cajones ida
y vuelta. Así era su rutina de
trabajo. Una estampa que quedó
viva a través del boca en boca
y de este simpático mural que mantiene
viva la identidad del barrio.
En Humahuaca 3508 en el mural de
Roberto Trejo un obrero permanece cargando
cajones.
Focalizado
también en las tradiciones de aquí,
otro de los murales, ubicado sobre Busta-mante
casi esquina Córdoba, rescata tradiciones
populares. Entre ellas la Virgen del Valle
y el grupo local de murga que lleva su
nombre.
Se llama “Trascendencia de los pueblos
unidos hacia una nueva esperanza”
y fue realizado por el grupo mural La
Triada, la comunidad parroquial del Valle
y vecinos de Abasto. La obra data de mayo
de 2013. También se puede ver el
ex Mercado Proveedor junto a un bandoneonista
y una pareja bailando tango.
Y en el “Jardín del Abasto”
también hay una pintada hecha por
su comunidad educativa. Se la puede ver
en el patio ubicado sobre el 3200 de la
calle San Luis. El paredón blanco
aloja un diseño arrabalero donde
se ve de frente el ex Mercado junto a
malevos, farolitos y parejas en pleno
dos por cuatro.
Subte
2 y 3. Mosaicos y baldosas por el andén:
Marino Santa María y Andrés
Compagnucci. Abajo,
más subte, Carlos Paz Vilaró
también plasmó el Mercado
y a Gardel.
Hay varios otros muros que llevan el diseño
del ex Mercado de Abasto como evocación
barrial. El más nuevo está
bajo tierra. Se estrenó este verano,
su autor es un habitúe artístico
de la zona: Marino Santa María.
Realizó con cientos de venecitas
un perfil del mercado en el andén
de la Línea B, estación
Carlos Gardel. A su vez se complementa
con la obra de Andrés Compagnucci,
un mural sobre en el andén norte
que reproduce la fachada del Mercado junto
a filetes porteños.
Puerta 18: Zelaya y Anchorena.
Un diseño
del Abasto con impronta propia es que
se luce sobre la peatonal Zelaya, casi
esquina Anchorena. Allí funciona
Puerta 18 y años atrás se
convocó a varios chicos del barrio
a pintar los muros de la cuadra. Los murales
formaron parte de las actividades propuestas
en los talleres de Arte urbano de la organización
para “estimular en los jóvenes
el sentido de pertenencia y cuidado de
la ciudad”.
En un doble homenaje, en Valentín
Gómez, casi Anchorena, quedó
inmortalizada una pintada del caricaturista
Tití Albarracín: Luca Prodan
y su barrio de Abasto. Fue hecho para
un local de ropa rokera que más
tarde se mudó (actualmente Medrano
589). Sin embargo, la estampa con algunos
versos de la inmortal letra “Mañana
en el Abasto” continúa en
pie en ese lugar. Tanto será el
respeto que le tienen al vecino y ex Sumo
que pasan los años y nadie tapa
ni mamarrachea la figura de estos dos
íconos locales.
En Valentín Gómez
y Anchorena Tití Albarracín
plasmó a Prodan en pleno Abasto.
Por último,
terminamos esta recorrida con un mural
lejos del barrio, pero que se concatena
con una serie de pintadas referidas a
la mística de la ciudad. El año
pasado desde el gobierno porteño
promovieron la pintada de varios murales
en la periferia del Hospital Rivadavia.
En este marco, sobre Bustamante, casi
Pacheco de Melo, uno de los cuadros pictóricos
evoca el viejo Mercado de Abasto, visto
desde la esquina de Agüero y Corrientes.
El Abasto, presente en torno al
Hospital Rivdavia.
En esta breve y azarosa recorrida dimos
no con pocas evocaciones pictóricas
del mayor signo de pertenencia a este
barrio, el Mercado de Abasto, espejo de
la barriada obrera y tanguera que al día
de hoy marca el ritmo cultural de la zona.
J.M.C.