|
El
Velorio:
prohibido enloquecer ante los muertos
La obra de Gabriel Rosas muestra
logradas actuaciones en una narrativa ágil,
conmovedora y cómplice sobre el paso
al más allá.
No queda bien reírse
en un velatorio. Incluso si éste se
ubica al otro lado de la cuarta pared teatral.
Así parece en la obra que Gabriel Rosas
exhibe en El Camarín de las Musas.
En la sala se huele un extraño cortocircuito:
los tres protagonistas dan los primeros esbozos
de tristeza ante el ataúd de un amigo
o familiar y la audiencia capta la conmoción.
Los llantos en la sencilla sala velatoria
se distorsionan en grotescos que alimentan
la complicidad del público. Los primeros
se animan y largan carcajadas. Desde entonces
queda marcado el ritmo de la obra.
Si la muerte es uno de los
grandes tabúes a la hora de la reflexión
y la creación, El Velorio
surca sobre sus incógnitas y ausencias
con un lenguaje propio, con desparpajo y frescura.
Testimonio de esto es la atención del
público, que festeja cómo los
actores intercalan con elegancia el vaivén
de alegrías y tristezas. Son momentos
contundentes que pueden dejar la sala muda
o poblarla de carcajadas. Se trata de un gran
acierto y alude al talento actoral y al diálogo
con la dirección.
El velatorio dura más
de lo previsto y los protagonistas se alteran.
Hay una nueva tensión, que se acopla
al dolor de perder un ser querido. Con tintes
de locura, el trío deja expuestos retazos
de sus traumas y miedos. Son pinceladas justas,
que muestran una interesante construcción
de personajes. Hay un diálogo de obsesiones
entre los tres que da vitalidad a la historia
y e impulsa la narración.
El velorio
entonces se muestra como una obra atractiva,
con brillo propio y un logrado poder de atención:
el público también se funde
en este grotesco de reír y emocionarse
ante un ataúd, más atento a
las penas y miserias terrenales, que al paso
al más allá del susodicho finado.
J.M.C.
FICHA TÉCNICA. Obra: El velorio.
Dramaturgia: Colectivo El Rizoma. Actores:
Kairiana Núñez Santaliz (mujer),
Martín Amuy Walsh (hombre 1), Lucas
Roma (hombre 2). Diseño de Escenografía:
Colectivo El Rizoma. Diseño de Luces:
Alejandro Galerti. Diseño de Vestuario:
Colectivo El Rizoma. Diseño Gráfico:
Martin Amuy Walsh. Fotografía: Guadalupe
Lorenzo. Prensa: Correydile. Asistente de
dirección: María Lola Sanchez.
Dirección: Gabriel Rosas. Duración
del espectáculo: 60 minutos. Sala:
El Camarín de las Musas, Mario Bravo
960, tel. 4862-0655. Sábados a las
23:15. FB: El Velorio Obra Teatral.
Revista
El Abasto, n° 180, junio 2015
|
|