Hoteles como fachada para
negocios ilegales
La fachada
Como en el film del ya
veterano actor estadounidense Tom Cruise,
surge la figura de LA FACHADA. En nuestra
querida Comuna son cada vez más
las habitaciones de “hoteles de
pasajeros” o “familiares”
que se dedican a varias actividades ilícitas.
En algunos casos, se la combina con la
trata de personas y la prostitución,
pensar que hasta los años ochenta
todos estos hermosos y viejos edificios
algunos con construcciones victorianas,
albergaban a “Laburantes”
que venían para hacerse la quincena
o el mes en el Mercado del Abasto.
Los hoteles son la nueva
fachada para los negocios ilegales, se
han convertido en su gran mayoría
en aguantaderos de bandas que se dedican
al robo de departamentos y salideras bancarias,
los ahora llamados “motochorros”.
Mientras tanto
la Agencia Gubernamental de Control (AGC)
porteña, Migraciones, Policía
Metropolitana (poco presente en nuestra
zona) y Policía Federal parecen
no ver o no entender de qué se
trata o peor aun no saber bien para que
está cada uno y qué rol
debe cumplir en este escenario complejo
que esta degradando y descomponiendo nuestro
barrio. Toda esta actividad transcurre
en una enorme zona gris donde nadie hace
nadaaaaaa y por ende menos controla, desvinculando
responsabilidades como si fuera el juego
del huevo podrido donde se lo tiran al
distraído…
Por ahí leyendo
en forma más profunda del tema…
encuentro declaraciones de… Juan
José Gómez Centurión,
el director ejecutivo de la Agencia Gubernamental
de Control, ...“del control de cercanía
y de proximidad, empezamos a notar una
complejización de la actividad
comercial. Encontramos locales que no
sólo empiezan a infringir las normas
municipales, que son competencia de la
Agencia, sino que se empiezan a asociar
a delitos como el narcotráfico”.
Además agrega… que en los
casos de los hoteles “detectamos
que utilizan habitaciones como pantalla
para operar sobre la elaboración,
fraccionamiento, estiramiento de drogas
y como bocas de expendio”.
La mayoría
de los dueños de los hoteles (generalmente
viejos habitantes del abasto) no están
involucrados en las maniobras ilícitas,
mucho menos estirando y vendiendo drogas,
ahí terminan solicitando la ayuda
de la AGC ante la inacción de las
comisarías de la zona, a cargo
de la Policía Federal, que hacen
oídos sordos ante las denuncias.
Por ende todo queda en la nada misma y
en algunos casos perjudicando a los denunciantes,
clausurando hoteles familiares o de pasajeros
por alguna contravención municipal.
Como muchas veces
pasa en la Argentina, se controla el centavo
cuando desaparecen millones. Espero que
realmente vengan tiempos de cambio como
proponen los políticos en sus campañas
electorales y realmente se ocupen de proteger
a ciudadano, combatiendo el accionar clandestino.
Eduardo Scofu
[email protected]