Shnit International
Shortfilmfestival
UNA PERLA
QUE BRILLA CON TIMIDEZ
En el número
pasado publicamos el anticipo informativo
sobre este festival de cortometrajes que
tuvo lugar en Buenos Aires del 7 al 12
de octubre, y en otras siete ciudades
de los cinco continentes. La realidad
es que teníamos la intención
de hacer la cobertura un poco por formalidad,
siendo que se realizaba en un espacio
circunscripto en la zona Abasto, dígase
en espacio Konex. A su vez entendíamos
que en la selección de cortos podía
haber un número acotado de producciones
argentinas, sobre todo teniendo en cuenta
el origen de dicho festival, y los antecedentes
de ediciones anteriores. Pero resultó
ser que esta vez el festival contó
con una competencia nacional llamada “Dulce
de leche” en la cual participaron
once cortometrajes nacionales, y además
la calidad y la variedad que propuso nos
despertó el deseo de volver a mencionarlo
ya con más conocimiento de causa.
Ser localista
y priorizar las propuestas de nuestro
lugar de origen (barrio, ciudad, país)
siempre es positivo. Pero cuando esto
implica pasar por alto las joyas que otras
naciones producen en el palo del arte,
se produce una pérdida. El término
“origen” no aparece azarosamente.
Si tenemos en cuenta que la cuna del festival
es Berna, el prejuicio automáticamente
nos hace pensar que esto condiciona el
material que se selecciona, las historias
que se cuentan, las realidades que se
proponen. Pero el asunto es más
grande y complejo. Afortunadamente
el arte –ya sea en el séptimo,
o en cualquier otro– carece de fronteras,
y logra hacer de mil idiomas un lenguaje
común.
Muchas veces analizando
la idiosincrasia de otros países,
nos preguntamos en qué podemos
sentir empatía con ellos. “¿Cine
alemán? ¡Qué rígido!”,
“¿Cine ruso? ¡Qué
lento!”, “¿Cine paraguayo?
¡No sabía que hacían
cine!”. Y ya que cito a nuestros
hermanos paraguayos, no olvidemos la sorpresa
cinematográfica que nos regalaron
con el film 7 Cajas. Y sí, es cierto,
económica, social y culturalmente
somos muy distintos de Alemania, Siria,
México o Inglaterra. Pero como
Shnit rescata historias pequeñas
y sencillas, contadas con sutileza, es
imposible no quedar atrapados en el interior
de ese conjunto de imágenes en
movimiento que alguien eligió llamar
cine.
Fue una enorme sorpresa
encontrarme con el cortometraje Contrapelo
de Gareth Dunnet-Alcocer qué al
mejor estilo mexicano, pero a la vez haciendo
una clara referencia al universo tarantinesco,
muestra una de las versiones del hombre
típico del DF, un barbero, que
lidia con su fantasía de matar
al líder de una banda de asesinos/narcos
mientras lo afeita con una navaja. Así
como también lo fue encontrarme
con una historia tan pequeña como
la que cuenta Alles Wird Gut (Todo va
a estar bien) de Patrick Vollrath (corto
austríaco-alemán), qué
de la mano de actuaciones tan intensas
y delineadas termina atravesando el filamento
de la pantalla y aferrando tus manos a
los apoyabrazos de la butaca con un final
de alto impacto.
El cine en formato cortometraje
es un cine que en el conocimiento popular
todavía parece ser de ensayo. Como
si fuera un dispositivo que se genera
para luego dar el salto hacia el largometraje.
Y aunque estoy segura que en muchos casos
es de ese modo, también creo que
es el futuro del famoso ritual de ir al
cine. Hoy en día nos encontramos
con shorts films producidos y dirigidos
con mucho profesionalismo y que tiene
una clara intención de alcance
popular. El formato corto es más
dinámico, ágil y condensado
que un film de una o dos horas, y por
ende mucho más accesible y posible
para los tiempos del hombre actual.
Para los amantes del
séptimo arte, o para aquellos que
estén buscando una nueva textura
de relatos y también conocer qué
es lo que se está contando actualmente,
les sugiero que aquella herramienta tan
banal como internet la pongan a disposición
de la búsqueda de la selección
oficial que hizo Shnit en este 2015, y
a partir de eso encontrarán múltiples
caminos que recorrer. Y aunque todavía
no brilla con la intensidad que merece,
sepan que Shnit es considerado uno de
los festivales de cortometrajes más
importantes del mundo.
Jeanette Moro
[email protected]