Otro ladrillo
en la pared
En el transcurso
de la semana pasada me encontré
con Teresa, una vecina de Almagro, ahora
jubilada con haber mínimo habiendo
aportado como trabajadora autónoma
en categorías superiores a la minina,
ella hasta hace poco se desempañaba
con la noble tarea del transporte escolar,
pero el constante cambio de legislación,
las revalidaciones de licencias (no solo
las personales sino también las
del transporte),cada día más
aranceles, los benditos gremios, etcétera.
Cansaron a la fatigada teresa por ende
el sistema o el mercado o la competitividad
como gusta decir ahora, le contaron la
cuenta de antemano. Todavía sigue
recordando y extrañando ese vínculo
tan sano que tenía con los chicos.
Pero el sistema hoy
le pone otro ladrillo en su cabeza, acaba
de recibir una cedula de notificación
del gobierno de la Ciudad de Buenos (Agencia
Gubernamental de Control), donde la intiman
a contratar un profesional de la construcción
(arquitecto o ingeniero), el cual deberá
sacar fotos del frente de su domicilio,
en un plazo de 60 días corridos.
Teresa se acercó a la dirección
del remitente y le informaron que era
bien claro… debía hacer lo
que decía la misiva… ¿y
cuál era la parte que no entendía?
...si estaba bien claro. Lo que a veces
no entienden los empleados del Gobierno
Municipal es que los ciudadanos como nosotros,
o Teresa, no disponemos de fondos ni partidas
extraordinarias para estas cosas. Sin
irme por las ramas, continúo con
la historia de la vecina que vive por
la calle Humahuaca, ahora ya solicitó
un presupuesto a distintos profesionales
como bien le aclararon en la dependencia
municipal, los valores rondan entre cuatro
y cinco mil pesos, esto incluye la toma
de fotos y presentación del trámite,
en caso que la presentación esté
objetada, después de la inspección
de los profesionales contratados por el
Gobierno de Ciudad de Buenos Aires, la
obra debe ser realizada por un profesional
inscripto en algún consejo de profesionales
de la construcción, lo que eleva
aún más los costos. Cuando
los vecinos se acercan con sus reclamos
a las distintas sedes comunales, les dicen
que no es tema de ellos y aconsejan cumplir
con las normas para evitar problemas mayores.
¿Problemas mayores? Yo pensaba
que la función pública era
para poder mejorar la calidad de vida
de la gente, no para causar problemas
mayores. El juego de los funcionarios
es desvincular responsabilidades, para
que situaciones como la del balcones de
Soldati, queden en la nada, donde solo
sirve salvar el cargo diciendo: “nosotros
notificamos e informamos debidamente”…
Me encantaría que los funcionarios
resuelvan cuestiones de fondo, no que
simplemente trasladen problemas a la gente,
poniéndoles otro ladrillo en la
cabeza.
¡Fuerza Teresa,
los vecinos y los que viajamos años
en tu transporte te queremos mucho!
Eduardo
Scofu
[email protected]