Entrevista a Carolina Fryd
para Revista El Abasto
Inmobiliarias en red
Carolina Fryd es
madre, traductora y agente inmobiliaria
de la firma RE/MAX. Si bien ya no ejerce
la traducción, su habilidad para
leer e interpretar sentidos le han permitido
una amplia llegada a su público primario:
compradores y vendedores de propiedades.
Esa actividad nada lúdica, pero que
ella transforma a diario en un motivo más
para desplegar su creatividad, profesionalismo
y compromiso, la ha llevado a destacarse
en muy poco tiempo tanto en el rubro, como
en el barrio de Almagro.
¿Cómo
empezaste a trabajar en el rubro inmobiliario?
Descubrí que me gustaba en los años
'90, cuando fui contratada por una empresa
inglesa como traductora, y terminé
como Coordinadora de Relocation (reubicación
de extranjeros en Argentina). Me ocupaba
de buscarle casa a las familias de los ejecutivos
contratados por las empresas privatizadas,
que se instalaban en Buenos Aires por unos
años. En 2008 conocí RE/MAX,
pero no me animé a cambiar de rubro.
Mis hijos eran chicos, y el cambio de vida
que implicaba era enorme. En 2010, me decidí,
pero antes quise hacer la carrera de Martillero
Público, mientras seguía viviendo
de mi profesión. Me recibí
de Martillera en mayo 2012 y en julio de
ese año entré a RE/MAX.
¿De qué
modo conciliás la maternidad con
la tarea inmobiliaria?
Justamente es muy sencillo, porque uno organiza
su agenda con gran flexibilidad. Los horarios
de las actividades de mis hijos definen
mi libertad de movimientos, ya que soy su
remisera oficial :-). Ahora, con 10 y 12
años, están mucho más
independientes. Y mi marido está
siempre de noche y los fines de semana,
o si tengo algún evento o viaje.
¿Cuál
es tu fuerte a la hora de involucrarte en
la compraventa de las propiedades de las
personas?
Yo creo que me involucro con el proyecto
del cliente. Sé escucharlo, ponerme
en sus zapatos y no trato de venderle nada.
Al contrario: le ofrezco asesoramiento,
le brindo información, y le doy mi
opinión lo más objetivamente
posible, considerando sus necesidades.
¿Qué
fue lo que más te atrajo de una empresa
americana como RE/MAX a la hora de sumarte
al trabajo cooperativo que ellos vienen
a proponerle al mercado inmobiliario?
Lo que me pareció más interesante
fue la combinación: “atención
personalizada más respaldo de la
gran empresa americana”. Lo veo como
un atractivo muy grande para el cliente,
ya que, como agente, yo conozco cada detalle
de mis propiedades y no existe que alguien
llame y no reciba la información
precisa en el momento en que la solicita.
Voy y vengo a sus casas, tomamos café,
les tomo la autorización, pero después
van a firmar a la gran oficina donde se
cuenta con una estructura mucho más
corporativa y menos personalista. Y eso
les da seguridad.
¿Creés
que el cierre de un 2015 con movimiento
electoral y el comienzo de 2016 con nuevas
autoridades será positivo para el
mercado inmobiliario?
Todo depende de cuáles sean las medidas
de las nuevas autoridades. Lo bueno es que
una vez que se conozcan, se acabará
la incertidumbre que hoy deja a mucha gente
“en pausa”, esperando las elecciones.
Yo siempre digo que el que compra y vende
no necesita esperar nada, ya que hará
ambas operaciones dentro de la misma coyuntura.
Si lo afectan los valores bajos para vender,
se beneficiará con ellos para la
compra. Cuando el motor es interno... se
busca un cambio de vida, es muy diferente
del inversor, que sí debe analizar
el escenario más especulativamente.
¿Cuál
creés que es la principal traba o
dificultad que enfrentan las personas que
se proponen mudarse y cómo colaborás,
desde tu lugar, en la resolución
de conflictos?
Una de las trabas más comunes es
el orden de los factores. ¿Qué
hago primero? ¿Vendo? ¿Busco?
¿Y si después no encuentro?
No, mejor busco y si encuentro algo que
me gusta, pongo en venta. Pero... ¿y
si se me escapa esa propiedad? La disyuntiva
los paraliza. Yo suelo aconsejar a mis clientes
que pongan a la venta su propiedad primero,
para que prueben el valor de tasación
en el mercado, y mientras tanto les muestro
algunas propiedades para establecer si la
doble operación, casi simultánea,
es viable. Si vendieron o tienen una reserva,
el ritmo y la decisión de compra
son otros y se está en condiciones
de negociar desde otra posición.
Leticia Martin
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