Vecinos de Balvanera que llegaron a la Vicepresidencia de la Nación

Gabriela Michetti,
la vecina de Balvanera
que llegó a la Vicepresidencia

La vecina del PH de la calle Pasco es la segunda Vicepresidenta salida de Balvanera. Daniel Scioli vivió en Anchorena al 600 cuando asumió cono Vicepresidente de Néstor Kirchner.

Foto: La Nación.

En el balotaje celebrado el mes pasado, las dos fórmulas presidenciales llevaban vecinos del Abato: Daniel Scioli, candidato a Presidente por el FpV, vivió en los últimos años de la década del noventa en un caserón de la calle Anchorena, casi esquina Zelaya. En tanto, en Cambiemos la candidata a Vicepresidenta Gabriela Michetti vive en un PH de la calle Pasco.
    Tras la segunda vuelta del 22 de noviembre la fórmula Macri-Michetti se alzó vencedora. Con este resultado, la vecina de Balvanera se convierte en la segunda vicepresidente mujer de la historia argentina.
    La primera fue María Estela Martínez de Perón, elegida en los comicios de 1973 con la fórmula Perón-Perón. Décadas más tarde, una mujer volvió a ser elegida para desempeñar el rol de la Vicepresidencia.
    Michetti vive en el barrio en un PH remodelado con adoquines, flores y muebles de madera. Según un texto de Anfibia, “es un ámbito por donde pasa la política”. A veces, atiende en pijama a los colaboradores. “Gabriela es Gabriela, es siempre igual”, cuenta la legisladora Alejandra Caballero, que la conoce desde 2008, cuando se incorporó al directorio de Banco Ciudad. Está a dos cuadras de su sitio de votación, el Colegio San José, en Bartolomé Mitre al 2400.
   A esta casa de estudios asistió otro hombre que hizo carrera en la política nacional: Hipólito Yrigoyen. El “peludo”, como le decían en su tiempo, desempeñó la primera magistratura en dos oportunidades: 1916-1922 y 1928-1930. También fue comisario de Balvanera y participó en larevolución de 1874 encabezada por Bartolomé Mitre. Yrigoyen ejerció como docente y Domingo Sarmiento lo nombró presidente del Consejo Escolar de Balvanera.
    Michetti cierra el año en Casa Rosada luego de haber recorrido un gran trecho. Este año en abril se midió en las internas con el actual Jefe de Gobierno, Horacio Larreta. Los entredichos en los medios subieron de tono y fue Michetti quien quedó en desventaja con el apoyo manifiesto de Macri por Larreta. Más allá de haber perdido la interna, Macri la convocó para armar la fórmula presidencial de Cambiemos. Así revivió la dupla que armó el PRO para llegar a la Ciudad en 2007.
    En cuanto a Scioli, vivió en la casa de Anchorena al 600 hacia fines de los años noventa. Su vivienda fue noticia cuando en 1996 unos amigos del matrimonio se encontraban preparando un asado en el quincho de madera en la terraza. Una brasa cayó sobre material inflamable y se produjo un enorme fuego. Hubo pérdidas materiales sin víctimas.
   De la junta de aquel tiempo sobrevivió la relación entre Scioli y el boxeador de Wilde Victor Emilio Ramírez. Fue campeón mundial OMB de peso crucero (OMB-Organización Mundial de Boxeo), su apodo del ring es “El Tyson del Abasto”.
   En la crónica “La política en los boxes”, el escritor Esteban Schmidt habló sobre la casa de Scioli en Abasto. Este texto apareció en la revista Playboy y narra la maña del ex motonauta por el coleccionismo. En Anchorena llenó los muros del primer piso con objetos referidos al mar. Timones, redes, fotos de pesca. Schmidt asegura que Scioli organizaba cenas con personalidades políticas para tejer redes de poder. Primero les hacía una visita guiada por su “museo”, luego comían asado. Esta costumbre del bonaerense se mantuvo en Tigre, donde levantó un museo de cera: de Perón a los Pimpinela, La Ñata alberga un paseo único en su especie por la extravagante curaduría de Scioli.
   En 2003 todavía la familia Scioli vivía en el segundo piso de Anchorena al 600. Ese fue su hogar mientras acompañó al Presidente Néstor Kirchner (2003-2007). Con los cambios de la política y su proyecto para ser Gobernador bonaerense se mudó hacia su actual residencia en Tigre.
   Aún está la casa de Anchorena al 600 con el mural de Marino Santa María de su célebre Gardel de perfil. Es un testimonio de época de un vecino que llegó a la Casa Rosada. Hoy otra vecina del barrio estará cuatro años en uno de los sitios de mayor responsabilidad política. Veremos los resultados.

J.M.C.